¿Qué significa 1 Corintios 4:8?
Durante el versículo anterior, Pablo hizo una serie de preguntas directas para mostrar lo insensato que era que los cristianos de Corinto fueran tan orgullosos y arrogantes en la manera en que enjuiciaban a las demás personas. Ahora, Pablo utiliza una serie de comentarios para enfatizar lo que acaba de decir. Con razón, muchas traducciones colocan signos de exclamación al final de cada una de estas oraciones. Pablo usa palabras bastantes fuertes, como si Pablo estuviera usando el sarcasmo.Su intención era demostrarles que el hecho de que los corintios pensaran que no necesitaban nada de nadie, ni incluso de los ministros a los que estaban sirviendo, no podía estar más lejos de la realidad. Incluso habían llegado a una conclusión equivocada acerca de la vida que Cristo vivió en esta Tierra, pensando que seguirlo podía ser un camino fácil lleno de placeres, posesiones y poder.
Pablo dice que los cristianos corintios se sentían tan autosuficientes que actuaban como si fueran personas ricas que ya tenían todo lo que querían, en lugar de ser personas que admitieran que todavía les faltaba mucho que alcanzar de Cristo y en Cristo. Vivían como si fueran reyes, juzgando a los demás y haciendo lo querían hacer cuando querían hacerlo. En resumen, eran personas que no estaban viviendo como personas que estuvieran bajo la autoridad y en sumisión a la voluntad de Dios.
La última declaración de Pablo en este versículo es mordaz y sarcástica: ¡Pues cómo quisiera yo que reinaran, para que también nosotros reináramos juntamente con ustedes!" Pablo les mostrará en los siguientes versículos que su estilo de vida era bastante diferente al de ellos.
Algunos maestros de la Biblia creen que los corintios comenzaron a malinterpretar las enseñanzas cristianas hasta el punto en el que comenzaron a pensar que eran merecedores de comenzar a experimentar el placer y la autoridad del cielo en este lado de la eternidad. Otros piensan que Pablo estaba diciendo simplemente que estaban actuando como si no necesitaran y no fueran responsables de sus acciones ante Cristo. De cualquier manera, su actitud "envanecida" (1 Corintios 4:6) demostraba que no sabían bien cuál era su lugar dentro del reino de Dios.