¿Qué significa 1 Corintios 6:7?
Pablo ha dejado claro que los cristianos no deben llevarse los unos a los otros a los tribunales seculares para resolver disputas menores. Por lo tanto, esto no se aplica para los casos más graves (1 Corintios 6:1–2). Lo que Pablo estaba intentando enseñarles es que no era buena idea dejar que personas que no formaran parte del cuerpo de Cristo los juzgaran por casos pequeños que no tuvieran mucha importancia (1 Corintios 2:14–15), ¡ya que los creyentes un día juzgarán incluso a los ángeles (1 Corintios 6:3)! Probablemente, Pablo también estaba preocupado por el daño que esos pleitos tan insignificantes podían causarle al nombre de Cristo (1 Pedro 2:12), a menos que lo que ocurra ponga en peligro a la integridad física o espiritual de una persona (Romanos 13:1). Por lo tanto, los creyentes no deben acudir a tribunales seculares para resolver sus problemas.Todo esto nos puede llevar a hacernos la siguiente pregunta: ¿qué sucede si los problemas que estamos teniendo son menores, pero la otra parte no está dispuesta a llegar a un acuerdo razonable con la ayuda de la iglesia? Pablo lo dice claramente: es mejor perder.
Pablo ya había dicho algo acerca de esto cuando dijo que los cristianos no deberían permitir que los tribunales seculares ayudaran a la iglesia a resolver conflictos menores. Se supone que el Espíritu Santo mora en los creyentes, por eso, el mero acto de presentar una disputa menor ante un tribunal ya era una derrota. De hecho, no importa quien "ganara", las dos partes acabaría perdiendo. Además, la reputación de la iglesia y de Cristo acabarían viéndose afectadas. Lo peor de todo es que ambas partes demostrarían que los mandamientos de Cristo acerca de amarse y servirse los unos a los otros no fueron importantes para ellos.
Entonces, Pablo dice, ¿por qué no perder una batalla en lugar de perder dos ¿Por qué no sufrir voluntariamente cualquier injusticia que se presente para evitar que algo así nos ocurra? ¿Por qué no dejarse engañar en nombre de Cristo (2 Corintios 12:10) en lugar de aceptar lo que está ocurriendo? Aunque esta no es una situación ideal, es mucho mejor que perderlo todo ante un tribunal secular.
Lo que Pablo nos está enseñando aquí parecer bastante difícil de aceptar y, de hecho, se opone a lo que pensamos sobre la equidad y la justicia. De cualquier manera, esto representa una aplicación directa de las enseñanzas y el ejemplo que Cristo mismo nos ofreció, ya que Cristo nos dijo que no nos vengáramos de nuestros enemigos, sino que los amáramos (Mateo 5:38–48), y luego acabó haciendo exactamente eso durante Su crucifixión.
Es normal esperarse recibir un mejor trato por parte de nuestros hermanos y hermanas en Cristo que de nuestros "enemigos" espirituales. Sin embargo, es esencial que nos amemos los unos a los otros y confiemos en Dios para que Él se encargue de hacer justicia. La justicia de Dios sobrepasa la justicia de cualquier tribunal del mundo, ya sea cristiano o no lo sea.
Debemos tener en cuenta que Pablo está hablando sobre problemas menores, tal y como lo podría ser cualquier caso civil (1 Corintios 6:2). Pablo no está prohibiéndonos participar en el gobierno o en los tribunales para los casos más graves que pudieran surgir. Las Escrituras nos enseñan claramente que los cristianos deben someterse a las autoridades seculares (Romanos 13:1). Por lo tanto, no se nos permite ocultarle al mundo secular cualquier actividad criminal pecaminosa que ocurra en nuestra comunidad, ya sea cristiana o no cristiana.