¿Qué significa 1 Corintios 7:2?
Pablo acaba de comenzar a responder una pregunta de una carta que le había enviado la iglesia de Corinto. Aparentemente, algunos de ellos sugirieron que era mejor que un hombre nunca tuviera relaciones sexuales con una mujer, incluso dentro del matrimonio. Los eruditos sugieren que los cristianos de corinto comenzaron a decir que nunca deberían tener relaciones sexuales por ningún motivo, lo cual parece ser un comentario que hicieron en una carta que le enviaron a Pablo, el cual Pablo citó durante el versículo anterior (1 Corintios 7:1). Pablo está a punto de explicar la razón por la que esto estaba mal y también aclarará la voluntad que Dios tiene para el sexo dentro del matrimonio.Pablo dice que el hombre y la mujer se pertenecen el uno al otro dentro del matrimonio, que deben "tenerse". Esto, nuevamente, es un eufemismo que hace referencia al sexo y contradice lo que los Corintios habían dicho anteriormente. Pablo contradice directamente la idea de que los cristianos que estén casados no deban tener relaciones sexuales. ¿Por qué? La tentación de participar en la inmoralidad sexual es demasiado fuerte y las consecuencias al hacerlo son demasiado peligrosas (1 Corintios 6:12–20).
Algunos malinterpretan este versículo creyendo que dice que las personas deben casarse específicamente con el fin de tener relaciones sexuales, lo cual significa que las personas deben buscar activamente casarse para satisfacer sus impulsos sexuales. Eso no es, en absoluto, lo que Pablo está diciendo. La diferencia está en la palabra "tener", la cual se deben entender como un eufemismo para el sexo. El término griego es echetō, el cual es muy diferente del término zeteo, un término que Pablo usa más tarde (1 Corintios 7:27) para hacer referencia al hecho de "buscar" algo.
En otras palabras, la idea que Pablo está comunicando en este caso específico es que las personas que ya estén casados deben tener relaciones sexuales con sus cónyuges para evitar el pecado sexual. Este comentario no trata sobre el matrimonio en general. Pablo ofrece una respuesta específica a una pregunta específica que le habían hecho sobre si las parejas cristianas que estuvieran casadas deberían tener relaciones sexuales. Pablo habla del matrimonio de una manera muy general en comparación a cómo lo hace en otras cartas (Efesios 5:22–33). Más adelante durante este capítulo, Pablo abordará la cuestión del matrimonio a la luz de las tentaciones sexuales.
La Biblia es muy clara sobre el hecho de que Dios diseñó el sexo como algo que es bueno dentro del matrimonio, incluso antes de que el pecado entrara en el mundo (Génesis 2:24). La inmoralidad sexual es una corrupción de ese mismo don (1 Timoteo 4:4), lo cual sí se condena en las Escrituras.