¿Qué significa 1 Corintios 7:20?
Pablo afirma de nuevo algo que ya escribió durante el versículo 17: "cada uno debe comportarse de acuerdo a la condición que el Señor le asignó y a la cual lo llamó ". Tal y como nos lo muestra el siguiente versículo, esto no significa que los cristianos deban evitar realizar cualquier tipo de cambio en sus vidas, sino que les está diciendo que no tienen por qué cambiar de ninguna manera, y menos que cambien por las razones equivocadas.¿Cuál es la razón por la que un nuevo cristiano trataría de hacer un cambio tan drástico e inmediato? ¿Por qué debería precipitarse a una vida de celibato, el divorcio, dejar el trabajo, circuncidarse o romper su compromiso de servidumbre hacia otra persona?
Quizás muchos pensaban que, al hacerlo, le serían más fieles al señor. Tal y como Pablo dijo en el primer capítulo, muchos de los que creyeron en Cristo en la ciudad de Corinto no tenían posiciones importantes en la sociedad, y solo había unas pocas personas a los que la sociedad consideraría como personas sabias, ricos o de noble cuna (1 Corintios 1:26–27). Quizás, una vez alcanzaban la salvación, sentían la necesidad de hacer algo que todo el mundo pudiera ver para intentar ser más aceptables a ojos de Cristo.
Por supuesto, Dios no nos acepta debido al valor que tengamos en comparación con otras personas. Dios nos acepta debido a Su amor y a Su gracia.
Otra razón que los nuevos cristianos podrían haber tenido para querer cambiar sus vidas después de llegar a la fe en Cristo pudo haber sido el deseo de que los demás cristianos los consideraran como personas más maduras a nivel espiritual. En realidad, Pablo ya ha mencionado en esta carta algunas de las actitudes más orgullosas y críticas que los corintios habían demostrado tener. Tal vez estaban compitiendo para ver quién era "mejor" en términos espirituales. Una vez más, Pablo deja claro que hacer eso no tienen sentido alguno.
Pablo no quiso que los corintios se preocuparan por sus posiciones sociales en esta vida, sino que se concentraran en servirle a Cristo bajo cualquiera de las circunstancias en las que se encontraran una vez los llamó.