¿Qué significa 1 Corintios 7:28?
Pablo nos enseña en este pasaje que los cristianos en general deben quedarse como están una vez alcanzan la salvación a través de Cristo. Es decir, no necesitan hacer deliberadamente ningún tipo de cambio radical en sus matrimonios (1 Corintios 7:17–24). En este momento, Pablo está hablando sobre si los cristianos que son solteros y solteras deberían buscar casarse. En su opinión, es mejor no hacerlo. Al mismo tiempo, Pablo deja claro que no serán culpables de haber pecado si finalmente se casan. El Señor no les obliga a las personas solteras a evitar el matrimonio.De hecho, Pablo ha descrito dos situaciones en las que las personas solteras sí que deberían casarse. Primero, si su apetito sexual es tan fuerte que continuamente tienen que luchar por mantenerse a raya y evitar cometer cualquier tipo de inmoralidad sexual, entonces deben casarse. Pablo dijo que es mejor casarse que arder en pasión (1 Corintios 7:9).
En el versículo anterior, también dijo que un cristiano que se haya comprometido para casarse, alguien que ya se haya comprometido, debe cumplir con ese compromiso. También, por supuesto, un cristiano o una cristiana que esté casado o casada debería seguir con su matrimonio en la medida en que eso dependa de él o ella.
Sin embargo, más allá de esas excepciones, Pablo les anima a los solteros y a las solteras a que se queden como están. Es importante recordar que Pablo dijo que ese era su propio consejo y preferencia personal, no un mandamiento de Dios (1 Corintios 7:25–26).
Pablo pronto nos explicará los beneficios que acarrea el hecho de quedarse soltero o soltera. Primero, Pablo habla sobre una de las desventajas de estar casado. Las personas que se casan experimentan muchos más problemas que los demás. El consejo personal de Pablo es que, los cristianos y las cristianas que no se casen, evitarán esos problemas.
¿Qué problemas, exactamente, vienen con el matrimonio? Esa pregunta, en general, nunca la hará alguien haya estado casado por mucho tiempo. El esposo y la esposa típicos pueden hablar de múltiples aspectos de la vida de casados que en realidad pueden ser bastante difíciles. Pablo describe el matrimonio como si fuera una situación que genera ansiedad e intereses divididos, ya que cada cónyuge intenta complacer al otro cónyuge en todo momento. Esto no quiere decir que el matrimonio no valga la pena o que no tenga sentido. Más bien, Pablo quiere decir que al hacernos "una sola carne" con otra persona le añadimos otro grado de complejidad a la vida que quizás podríamos haber evitado al considerar la situación con más madurez.