¿Qué significa 1 Corintios 7:9?
Pablo ha dicho en el versículo anterior que las personas que no estuvieran casadas no debían buscar casarse solo "porque sí". El matrimonio, en sí mismo, no es algo que los creyentes deban querer alcanzar por todos los medios. De hecho, ser célibe y soltero, tal y como lo era Pablo, es algo bueno. Por un lado, le permite al cristiano dedicarle más tiempo y energía a servirle a Cristo con todo lo que tiene (1 Corintios 7:32–34).Pablo le añade ahora un matiz a esta idea, uno que ya comenzó en el versículo 8. Pablo habla de las personas solteras que estén "ardiendo de pasión". El contexto no nos está sugiriendo a una persona que muestre un continuo interés en el sexo o esté obsesionada con la sexualidad. Más bien, Pablo dice esto para contrastarlo con alguien que tenga el don del celibato. Una persona que sienta un fuerte deseo sexual debe buscar el matrimonio tal y como lo haría cualquier otro cristiano. Por eso, las personas que estén involucradas en relaciones románticas o esponsales (relaciones con compromiso) deben buscar el matrimonio en lugar de participar en algún tipo de inmoralidad sexual debido a la pérdida de su autocontrol. Esto es algo que Pablo abordará más directamente el final de este capítulo (1 Corintios 7:36).
Pablo no quiere decir que una persona tiene que apresurarse a casarse simplemente porque sienta un deseo sexual continuo. Pablo dijo directamente que las parejas casadas deben "tenerse" el uno al otro para controlar sus impulsos sexuales. Pablo no está diciendo que deberíamos "buscar" a un cónyuge específicamente para poder tener relaciones sexuales (1 Corintios 7:2).
Las personas que estén contentas con su soltería, y que no formen parte de una continua batalla en contra de sus deseos sexuales, no tienen por qué casarse. Sin embargo, el matrimonio en sí mismo no es, por defecto, mejor que estar soltero, ni viceversa.
La principal preocupación de Pablo aquí tiene que ver con el hecho de corregir cualquier pensamiento equivocado que pudiera haber acerca de las razones que todos tenemos para casarnos o no casarnos. De hecho, la soltería y el matrimonio honran a Dios de la misma manera. Las personas que eligen permanecer solteros deben elegir serlo basándose en los dones que Dios les ha ofrecido específicamente a ellos. Por otro lado, las personas que eligen el matrimonio, o que ya están casados, deben continuar honrando sus compromisos matrimoniales, tal y como se explica en los siguientes versículos.