Capítulo
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
Verso

1 Corintios 9:18

LBLA ¿Cuál es, entonces, mi recompensa ? Que al predicar el evangelio, pueda ofrecerlo gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho en el evangelio.
NBLA ¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Que al predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas), pueda ofrecerlo gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho como predicador del evangelio.
NVI ¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que al predicar el evangelio pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi derecho.
RV1960 ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.
JBS ¿Qué premio, pues, tendré? Que predicando el Evangelio, ponga el Evangelio del Cristo de balde, por no usar mal de mi potestad en el Evangelio.

¿Qué significa 1 Corintios 9:18?

Pablo no pensaba que él estuviera haciendo nada por sí mismo: tanto el contenido del mensaje del evangelio acerca de la salvación a través de la fe en Cristo por la gracia de Dios como la capacidad de comunicárselo a los demás habían sido regalos de Dios. Pablo tampoco se atribuyó el mérito de los resultados que se producían después de predicar donde predicara; incluso dijo rotundamente que ni siquiera pensaba que estuviera haciendo algo para ayudar que la predicación del evangelio ocurriera, ya que simplemente no tenía otra opción. Cristo lo había obligado, como un siervo de confianza, a realizar esa tarea. Por lo tanto, no iba a recibir una recompensa por ello, ya que es algo que no salió de la propia nobleza de su corazón.

Ahora, Pablo añade que sí que recibió una recompensa en cierto sentido. Al negarse a ejercer su derecho a recibir apoyo financiero de aquellos a quienes servía, Pablo sí que podía enorgullecerse de haber logrado adquirir cierto grado de autosacrificio, ya que estaba renunciando legítimamente a algo bueno en el nombre del Señor. Esto no debe entenderse como un alarde arrogante y egoísta, sino como una declaración llena de alegría por el hecho de que estaba sacrificando algo que en realidad no estaba obligado a rechazar. Dios no le ordenó a Pablo que rechazara donaciones para su ministerio. Los versículos anteriores nos demostraron que Dios quiere que los ministros del evangelio reciban ayuda de las personas a las que sirven (1 Corintios 9:9, 14). Pablo lo estaba haciendo de buena gana y recibió "la recompensa" de saber que lo que estaba haciendo era algo bueno.

Pablo estaba recibiendo el premio de la gratificación de saber que estaba compartiendo las buenas nuevas acerca de Jesús. En parte, su recompensa incluía el derecho a enorgullecerse —justamente, con alegría, no con arrogancia— de haberlo hecho de manera desinteresada.
Expand
Expand
Expand
¿Qué es el evangelio?
Download the app:
BibleRef.com is a ministry of