Visión general de 1 Reyes
Tipo de libro: Libro de historia; el undécimo libro del Antiguo Testamento; el undécimo libro de la Biblia.
Autor: El libro en sí no nombra a su autor, por lo tanto, no sabemos quién lo escribió. La tradición judía afirma que fue escrito por el profeta Jeremías. Sin embargo, al menos una parte del libro probablemente fue escrita por otra persona. Jeremías no viajó a Babilonia y la sección final (2 Reyes 25:27–30) se desarrolla en Babilonia durante el año 561 a.C.
Audiencia: Primero y segundo de Reyes se completaron originalmente como un solo libro para el pueblo judío, el cual probablemente vivía en el exilio en esos momentos. El libro trata sobre la historia de los reyes de Judá e Israel. Aquellos que vivieron bajo el juicio del exilio pudieron aprender mucho sobre los juicios que se emitieron sobre los reyes que fueron malvados, algo que contrasta con las bendiciones que recibieron los reyes que siguieron el ejemplo de David, un hombre que sí le agradaba a Dios.
Fecha: Desconocida. Las adiciones finales que se le añadieron al texto se debieron haber añadido después de los eventos finales que ocurrieron durante 2 de Reyes. Esta parte probablemente fue escrita en Babilonia durante el exilio, aproximadamente entre el 561 y el 538 a.C.
Resumen: Este libro consta de 22 capítulos e incluye dos secciones principales. La primera sección registra la historia de los reyes del reino unificado, específicamente el final del reinado de David y la historia del reinado de Salomón durante los capítulos 1—12. Salomón llegó al poder dentro de un contexto bastante tenso (1 Reyes 1—2). Sin embargo, Salomón demostró su sabiduría desde una etapa temprana, lo cual les mostraba a los demás que Dios estaba con él. Después de preparar la construcción del templo en Jerusalén (1 Reyes 5), los capítulos 6—9 describen la construcción del templo y la casa de Salomón, así como otros proyectos de construcción.
En el capítulo 10, la riqueza de Salomón se describe en detalle, incluida una visita de la reina de Sabá. Sin embargo, el capítulo 11 indica que Salomón no siguió con todo su corazón al Señor, sino que sus muchas esposas extranjeras acabaron desviándole su corazón, y finalmente esto provocó que Salomón comenzara a adorar a otros dioses además de al Señor.
La segunda sección luego describe la división de la nación en los reinos separados de Israel y Judá durante los capítulos 12—22. La división del reino provoca que Jeroboán se convierta en rey de Israel y entonces la adoración de ídolos comenzó a empeorarse mucho más. Después se nombran a varios reyes, y en el capítulo 16 se observa un culto generalizado dirigido a Baal.
En el capítulo 17, se presenta al profeta Elías, quien predice una sequía de tres años, realiza milagros y al final de los tres años desafía a los profetas de Baal a descubrir quién es el Dios verdadero. Dios responde enviando fuego sobre la ofrenda de Elías, y entonces los 450 profetas de Baal son ejecutados. Aunque es una gran victoria para el Señor, la malvada reina Jezabel decide dar muerte a Elías. Elías huye, pero Dios le habla a Elías, y le promete que aún quedaban personas buenas en el mundo. Luego, Dios manda a Elías a ungir nuevos reyes en Siria e Israel y también le dice que se traiga a Eliseo para que sirviera junto a él. El libro termina con la muerte de Acab, el reinado de Ocozías en Israel y Josafat en Judá.
La historia continúa en el libro de 2 de Reyes; estos dos libros fueron originalmente escritos como un único texto.
Versículos clave (RVC)
1 Reyes 1:30: Que como yo te he jurado por Jehová Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono en lugar mío; que así lo haré hoy.
1 Reyes 9:3: Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.
1 Reyes 12:16: Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.
1 Reyes 12:28: Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto.
1 Reyes 17:1: Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.