1 Samuel capitulo 15
La Biblia de las Américas
1Samuel dijo a Saúl: El SEÑOR me envió a que te ungiera por rey sobre su pueblo, sobre Israel ; ahora pues, está atento a las palabras del SEÑOR. 2Así dice el SEÑOR de los ejércitos: “Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel, cuando se puso contra él en el camino mientras subía de Egipto. 3“Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él ; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.”
4Entonces Saúl convocó al pueblo, y los contó en Telaim : doscientos mil soldados de a pie, y diez mil hombres de Judá. 5Saúl fue a la ciudad de Amalec y se emboscó en el valle. 6Y dijo Saúl a los ceneos : Idos, apartaos, descended de entre los amalecitas, para que no os destruya con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel cuando subían de Egipto. Y los ceneos se apartaron de entre los amalecitas. 7Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila en dirección a Shur, que está al oriente de Egipto. 8Capturó vivo a Agag, rey de los amalecitas, y destruyó por completo a todo el pueblo a filo de espada. 9Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir por completo; pero todo lo despreciable y sin valor lo destruyeron totalmente.
10Entonces vino la palabra del SEÑOR a Samuel, diciendo: 11Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque ha dejado de seguirme y no ha cumplido mis mandamientos. Y Samuel se conmovió, y clamó al SEÑOR toda la noche. 12Y se levantó Samuel muy de mañana para ir al encuentro de Saúl; y se le dio aviso a Samuel, diciendo: Saúl se ha ido a Carmel, y he aquí que ha levantado un monumento para sí, y dando la vuelta, ha seguido adelante bajando a Gilgal. 13Entonces Samuel vino a Saúl, y Saúl le dijo: ¡Bendito seas del SEÑOR ! He cumplido el mandamiento del SEÑOR. 14Pero Samuel dijo: ¿Qué es este balido de ovejas en mis oídos y el mugido de bueyes que oigo ? 15Y Saúl respondió: Los han traído de los amalecitas, porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de los bueyes, para sacrificar al SEÑOR tu Dios ; pero lo demás lo destruimos por completo. 16Dijo entonces Samuel a Saúl: Espera, déjame declararte lo que el SEÑOR me dijo anoche. Y él le dijo: Habla.
17Y Samuel dijo: ¿No es verdad que aunque eras pequeño a tus propios ojos, fuiste nombrado jefe de las tribus de Israel y el SEÑOR te ungió rey sobre Israel? 18Y el SEÑOR te envió en una misión, y dijo: “Ve, y destruye por completo a los pecadores, los amalecitas, y lucha contra ellos hasta que sean exterminados.” 19¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del SEÑOR, sino que te lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos del SEÑOR ?
20Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo obedecí la voz del SEÑOR, y fui en la misión a la cual el SEÑOR me envió, y he traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido por completo a los amalecitas. 21Mas el pueblo tomó del botín ovejas y bueyes, lo mejor de las cosas dedicadas al anatema, para ofrecer sacrificio al SEÑOR tu Dios en Gilgal.
22Y Samuel dijo: ¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros. 23Porque la rebelión es como pecado de adivinación, y la desobediencia, como iniquidad e idolatría. Por cuanto has desechado la palabra del SEÑOR, El también te ha desechado para que no seas rey.
24Entonces Saúl dijo a Samuel: He pecado ; en verdad he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus palabras, porque temí al pueblo y escuché su voz. 25Ahora pues, te ruego que perdones mi pecado y vuelvas conmigo para que adore al SEÑOR. 26Pero Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque has desechado la palabra del SEÑOR, y el SEÑOR te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. 27Cuando Samuel se volvía para irse, Saúl asió el borde de su manto, y éste se rasgó. 28Entonces Samuel le dijo: Hoy el SEÑOR ha arrancado de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo que es mejor que tú. 29También la Gloria de Israel no mentirá ni cambiará su propósito, porque El no es hombre para que cambie de propósito. 30Y Saúl dijo: He pecado, pero te ruego que me honres ahora delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel y que regreses conmigo para que yo adore al SEÑOR tu Dios. 31Volvió Samuel tras Saúl, y Saúl adoró al SEÑOR.
32Entonces Samuel dijo: Traedme a Agag, rey de los amalecitas. Y Agag vino a él alegremente. Y Agag dijo: Ciertamente, la amargura de la muerte ha pasado ya. 33Pero Samuel dijo: Como tu espada ha dejado a las mujeres sin hijos, así también tu madre será sin hijo entre las mujeres. Y Samuel despedazó a Agag delante del SEÑOR en Gilgal.
Nueva Biblia de las Américas
1Entonces Samuel dijo a Saúl: “El SEÑOR me envió a que te ungiera por rey sobre Su pueblo, sobre Israel; ahora pues, está atento a las palabras del SEÑOR. 2Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ‘Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel, cuando se puso contra él en el camino mientras subía de Egipto. 3Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.’”
4Entonces Saúl convocó al pueblo, y los contó en Telaim: 200,000 soldados de a pie, y 10,000 hombres de Judá. 5Saúl fue a la ciudad de Amalec y se emboscó en el valle. 6Y dijo Saúl a los Quenitas: “Váyanse, apártense, desciendan de entre los Amalecitas, para que yo no los destruya junto con ellos; porque ustedes mostraron misericordia a todos los Israelitas cuando subían de Egipto.” Entonces los Quenitas se apartaron de entre los Amalecitas.
7Saúl derrotó a los Amalecitas desde Havila en dirección a Shur, que está al oriente de Egipto. 8Capturó vivo a Agag, rey de los Amalecitas, y destruyó por completo a todo el pueblo a filo de espada. 9Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno. No lo quisieron destruir por completo; pero todo lo despreciable y sin valor lo destruyeron totalmente.
10Entonces vino la palabra del SEÑOR a Samuel: 11“Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque ha dejado de seguirme y no ha cumplido Mis mandamientos.” Y Samuel se conmovió, y clamó al SEÑOR toda la noche. 12Y se levantó Samuel muy de mañana para ir al encuentro de Saúl; y se le dio aviso a Samuel: Saúl se ha ido a Carmel, donde se ha levantado un monumento para sí, y dando la vuelta, ha seguido adelante bajando a Gilgal.
13Entonces Samuel vino a Saúl, y Saúl le dijo: “¡Bendito seas del SEÑOR! He cumplido el mandamiento del SEÑOR.” 14Pero Samuel dijo: “¿Qué es este balido de ovejas en mis oídos y el mugido de bueyes que oigo?” 15Y Saúl respondió: “Los han traído de los Amalecitas, porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de los bueyes, para sacrificar al SEÑOR tu Dios; pero lo demás lo destruimos por completo.” 16Dijo entonces Samuel a Saúl: “Espera, déjame declararte lo que el SEÑOR me dijo anoche.” Y él le dijo: “Habla.”
17Y Samuel dijo: “¿No es verdad que aunque eras pequeño a tus propios ojos, fuiste nombrado jefe de las tribus de Israel y el SEÑOR te ungió rey sobre Israel, 18y que el SEÑOR te envió en una misión, y te dijo: ‘Ve, y destruye por completo a los pecadores, los Amalecitas, y lucha contra ellos hasta que sean exterminados?’ 19¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del SEÑOR, sino que te lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos del SEÑOR?”
20Entonces Saúl dijo a Samuel: “Yo obedecí la voz del SEÑOR, y fui en la misión a la cual el SEÑOR me envió, y he traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido por completo a los Amalecitas. 21Pero el pueblo tomó del botín ovejas y bueyes, lo mejor de las cosas dedicadas al anatema (a la destrucción), para ofrecer sacrificio al SEÑOR tu Dios en Gilgal.”
22Y Samuel dijo: “¿Se complace el SEÑOR tanto En holocaustos y sacrificios Como en la obediencia a la voz del SEÑOR? Entiende, el obedecer es mejor que un sacrificio, Y el prestar atención, que la grasa de los carneros. 23Porque la rebelión es como el pecado de adivinación, Y la desobediencia, como la iniquidad e idolatría. Por cuanto tú has desechado la palabra del SEÑOR, El también te ha desechado para que no seas rey.”
24Entonces Saúl dijo a Samuel: “He pecado. En verdad he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus palabras, porque temí al pueblo y escuché su voz. 25Ahora pues, te ruego que perdones mi pecado y vuelvas conmigo para que adore al SEÑOR.” 26Pero Samuel respondió a Saúl: “No volveré contigo; porque has desechado la palabra del SEÑOR, y el SEÑOR te ha desechado para que no seas rey sobre Israel.”
27Cuando Samuel se volvía para irse, Saúl asió el borde de su manto, y éste se rasgó. 28Entonces Samuel le dijo: “Hoy el SEÑOR ha arrancado de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo que es mejor que tú. 29También la Gloria de Israel no mentirá ni cambiará su propósito, porque El no es hombre para que cambie de propósito.” 30Saúl respondió: “He pecado, pero te ruego que me honres ahora delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel y que regreses conmigo para que yo adore al SEÑOR tu Dios.” 31Volvió Samuel tras Saúl, y Saúl adoró al SEÑOR.
32Entonces Samuel dijo: “Tráiganme a Agag, rey de los Amalecitas.” Y Agag vino a él alegremente. Y Agag dijo: “Ciertamente, la amargura de la muerte ha pasado ya.” 33Pero Samuel dijo: “Como tu espada ha dejado a las mujeres sin hijos, así también tu madre será sin hijo entre las mujeres.” Y Samuel despedazó a Agag delante del SEÑOR en Gilgal.
Nueva Versión Internacional
1Un día Samuel le dijo a Saúl: «El SEÑOR me envió a ungirte como rey sobre su pueblo Israel. Así que pon atención al mensaje del SEÑOR. 2Así dice el SEÑOR Todopoderoso: “He decidido castigar a los amalecitas por lo que le hicieron a Israel, pues no dejaron pasar al pueblo cuando salía de Egipto. 3Así que ve y ataca a los amalecitas ahora mismo. Destruye por completo todo lo que les pertenezca; no les tengas compasión. Mátalos a todos, hombres y mujeres, niños y recién nacidos, toros y ovejas, camellos y asnos”».
4Saúl reunió al ejército y le pasó revista en Telayin: eran doscientos mil soldados de infantería más diez mil soldados de Judá. 5Luego se dirigió a la ciudad de Amalec y tendió una emboscada en el barranco. 6Los quenitas se apartaron de los amalecitas, pues Saúl les dijo: «¡Váyanse de aquí! Salgan y apártense de los amalecitas. Ustedes fueron bondadosos con todos los israelitas cuando ellos salieron de Egipto. Así que no quiero destruirlos a ustedes junto con ellos».
7Saúl atacó a los amalecitas desde Javilá hasta Sur, que está cerca de la frontera de Egipto. 8A Agag, rey de Amalec, lo capturó vivo, pero a todos los habitantes los mató a filo de espada. 9Además de perdonarle la vida al rey Agag, Saúl y su ejército preservaron las mejores ovejas y vacas, los terneros más gordos y, en fin, todo lo que era de valor. Nada de esto quisieron destruir; solo destruyeron lo que era inútil y lo que no servía.
11«Me arrepiento de haber hecho rey a Saúl, pues se ha apartado de mí y no ha llevado a cabo mis instrucciones». Tanto se alteró Samuel que pasó la noche clamando al SEÑOR. 12Por la mañana, muy temprano, se levantó y fue a encontrarse con Saúl, pero le dijeron: «Saúl se fue a Carmel, y allí se erigió un monumento. Luego dio una vuelta y continuó hacia Guilgal».
17Entonces Samuel le dijo: ?¿No es cierto que, aunque te creías poca cosa, has llegado a ser jefe de las tribus de Israel? ¿No fue el SEÑOR quien te ungió como rey de Israel, 18y te envió a cumplir una misión? Él te dijo: “Ve y destruye a esos pecadores, los amalecitas. Atácalos hasta acabar con ellos”. 19¿Por qué, entonces, no obedeciste al SEÑOR? ¿Por qué echaste mano del botín e hiciste lo que ofende al SEÑOR?
20?¡Yo sí he obedecido al SEÑOR! —insistió Saúl—. He cumplido la misión que él me encomendó. Traje prisionero a Agag, rey de Amalec, pero destruí a los amalecitas. 21Y del botín, los soldados tomaron ovejas y vacas con el propósito de ofrecerlas en Guilgal al SEÑOR tu Dios.
22Samuel respondió: «¿Qué le agrada más al SEÑOR: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros. 23La rebeldía es tan grave como la adivinación, y la arrogancia, como el pecado de la idolatría. Y, como tú has rechazado la palabra del SEÑOR, él te ha rechazado como rey».
24?¡He pecado! —admitió Saúl—. He quebrantado el mandato del SEÑOR y tus instrucciones. Los soldados me intimidaron y les hice caso. 25Pero te ruego que perdones mi pecado, y que regreses conmigo para adorar al SEÑOR.
28Entonces Samuel le dijo: ?Hoy mismo el SEÑOR ha arrancado de tus manos el reino de Israel, y se lo ha entregado a otro más digno que tú. 29En verdad, el que es la Gloria de Israel no miente ni cambia de parecer, pues no es hombre para que se arrepienta.
33Pero Samuel le dijo: ?Ya que tu espada dejó a tantas mujeres sin hijos, también sin su hijo se quedará tu madre. Y allí en Guilgal, en presencia del SEÑOR, Samuel descuartizó a Agag. 34Luego regresó a Ramá, mientras que Saúl se fue a su casa en Guibeá de Saúl. 35Y, como el SEÑOR se había arrepentido de haber hecho a Saúl rey de Israel, nunca más volvió Samuel a ver a Saúl, sino que hizo duelo por él.
Reina-Valera 1960
1Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora, pues, está atento a las palabras de Jehová. 2Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. 3Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.
4Saúl, pues, convocó al pueblo y les pasó revista en Telaim, doscientos mil de a pie, y diez mil hombres de Judá. 5Y viniendo Saúl a la ciudad de Amalec, puso emboscada en el valle. 6Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec. 7Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto. 8Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. 9Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.
10Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: 11Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche. 12Madrugó luego Samuel para ir a encontrar a Saúl por la mañana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento, y dio la vuelta, y pasó adelante y descendió a Gilgal. 13Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová. 14Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? 15Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos. 16Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di.
17Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? 18Y Jehová te envió en misión y dijo: Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes. 19¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? 20Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. 21Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal. 22Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 23Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
24Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25y vuelve conmigo para que adore a Jehová. 26Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. 27Y volviéndose Samuel para irse, él se asió de la punta de su manto, y éste se rasgó. 28Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú. 29Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta. 30Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios. 31Y volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl a Jehová.
32Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él alegremente. Y dijo Agag: Ciertamente ya pasó la amargura de la muerte. 33Y Samuel dijo: Como tu espada dejó a las mujeres sin hijos, así tu madre será sin hijo entre las mujeres. Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en Gilgal.
Biblia del Jubileo
1Y Samuel dijo a Saúl: el SEÑOR me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; oye, pues, la voz de las palabras del SEÑOR. 2Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Me acuerdo de lo que hizo Amalec a Israel; que se le opuso en el camino, cuando subía de Egipto. 3Ve pues, y hiere a Amalec, y destruiréis en él todo lo que tuviere; y no tengas piedad de él; mata hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos. 4Y Saúl juntó al pueblo, y los reconoció en Telaim, doscientos mil hombres de a pie, y diez mil varones de Judá. 5Y viniendo Saúl a la ciudad de Amalec, puso emboscada en el valle. 6Y dijo Saúl al ceneo: Idos, apartaos, y salid de entre los de Amalec, para que por ventura no te destruya juntamente con él; porque tú hiciste misericordia con todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y el ceneo se apartó de entre los de Amalec. 7Y Saúl hirió a Amalec, desde Havila hasta llegar a Shur, que está a la frontera de Egipto. 8Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, mas a todo el pueblo mató a filo de espada. 9Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, y al ganado mayor, a los gruesos y a los carneros, y finalmente a todo lo bueno, que no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y flaco destruyeron. 10Y vino palabra del SEÑOR a Samuel, diciendo: 11Me pesa de haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y pesó a Samuel, y clamó al SEÑOR toda aquella noche. 12Y Samuel madrugó para ir a encontrar a Saúl por la mañana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha venido al Carmel, y he aquí él se ha levantado un monumento, y después volviendo, ha pasado y descendido a Gilgal. 13Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú del SEÑOR; yo he cumplido la palabra del SEÑOR. 14Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de bueyes es éste que yo oigo con mis oídos? 15Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó a lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas al SEÑOR tu Dios; pero lo demás lo destruimos. 16Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que el SEÑOR me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di. 17Y dijo Samuel: Siendo tú pequeño en tus propios ojos ¿no has sido hecho cabeza a las tribus de Israel, y el SEÑOR te ha ungido por rey sobre Israel? 18Y te envió el SEÑOR en jornada, y dijo: Ve, y destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes. 19¿Por qué, pues, no has oído la voz del SEÑOR? Antes vuelto al despojo, has hecho lo malo en los ojos del SEÑOR. 20Y Saúl respondió a Samuel: Antes he oído la voz del SEÑOR, y fui a la jornada que el SEÑOR me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. 21Mas el pueblo tomó del despojo ovejas y vacas, las primicias del anatema, para sacrificarlas al SEÑOR tu Dios en Gilgal. 22Y Samuel dijo: ¿Tiene el SEÑOR tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en oír la palabra del SEÑOR? Ciertamente el oír es mejor que los sacrificios; y el escuchar que el sebo de los carneros. 23Porque la rebelión es pecado de hechicería, e ídolo e idolatría el quebrantar la palabra de Dios. Y por cuanto tú desechaste la palabra del SEÑOR, él también te ha desechado para que no seas rey. 24Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; que he quebrantado el dicho del SEÑOR y tus palabras, porque temí al pueblo, consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25Y vuelve conmigo para que adore al SEÑOR. 26Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra del SEÑOR, y el SEÑOR te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. 27Y volviéndose Samuel para irse, él echó mano del canto de su capa, y se desgarró. 28Entonces Samuel le dijo: el SEÑOR ha desgarrado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a tu prójimo mejor que tú. 29Y también el Vencedor de Israel no mentirá, ni se arrepentirá acerca de esto; porque no es hombre para que deba arrepentirse. 30Y él dijo: Yo he pecado; mas te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo, y delante de Israel; y vuelve conmigo para que adore al SEÑOR tu Dios. 31Y volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl al SEÑOR. 32Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él delicadamente. Y dijo Agag: Ciertamente se acerca la amargura de la muerte. 33Y Samuel dijo: Como tu cuchillo dejó las mujeres sin hijos, así tu madre será sin hijo entre las mujeres. Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante del SEÑOR en Gilgal. 34Se fue luego Samuel a Ramá, y Saúl subió a su casa en Gabaa de Saúl. 35Y nunca después vino Samuel a ver a Saúl en toda su vida; y Samuel lloraba a Saúl porque el SEÑOR se había arrepentido de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel.