Visión general de 2 Corintios
Tipo de libro: La tercera epístola paulina del Nuevo Testamento; el octavo libro del Nuevo Testamento; el libro número cuarenta y siete de la Biblia.
Autor: Pablo, junto con Timoteo, tal y como se indica en 2 Corintios 1:1. Timoteo pudo haber estado sirviendo como el escriba de Pablo.
Audiencia: Pablo escribió para los cristianos gentiles que vivían en Corinto, enviando esta carta unos años después de haber fundado personalmente la iglesia en esa ciudad. Pablo también le había escrito al menos otra carta a esta iglesia (de las que conocemos): la epístola de 1 Corintios. También es posible que Pablo les hubiera escrito al menos otra carta a esta iglesia, pero esa carta se ha perdido (1 Corintios 5:9). Estos creyentes habían respondido positivamente a la anterior carta de Pablo, pero parecían seguir teniendo algunos problemas, particularmente en el área de los falsos apóstoles (2 Corintios 11:13).
Fecha: Entre el 55 y el 56 d.C., probablemente durante el año siguiente a la finalización de 1 Corintios.
Resumen: 2 de Corintios incluye trece capítulos que abordan cuatro secciones principales. Después de un breve saludo en 2 Corintios 1:1-11, Pablo dirige su atención hacia una discusión sobre su propio ministerio (2 Corintios 1:12—7:16). Pablo aborda sus planes personales en el capítulo 1, y después habla de alguien que había ofendido a Cristo y a la iglesia en 2 Corintios 2:5–11. En 2 Corintios 2:12—6:13 Pablo aborda varios aspectos de su ministerio, enfatizando especialmente las muchas pruebas a las que se había enfrentado (2 Corintios 4:8–18) y su continua fidelidad al Evangelio (2 Corintios 6:1–13). Pablo anima a estos creyentes a vivir de manera diferente a los incrédulos, incluso en sus relaciones matrimoniales (2 Corintios 6:14–18). Luego, Pablo analiza la diferencia que hay entre el dolor de las personas que pertenecen al mundo y la tristeza que sienten aquellos que están con Dios, la cual en última instancia lleva a una persona a estar más cerca de Dios (2 Corintios 7: 1–16).
La segunda sección habla sobre un regalo financiero en particular que Pablo había planeado reunir previamente junto con los creyentes de Corinto. Pablo habla sobre lo que hicieron los creyentes macedonios (2 Corintios 8:1–7), incluyendo información sobre el propósito de esa ofrenda y varios detalles sobre cómo preparar sus ofrendas (2 Corintios 8:8—9:5). 2 Corintios 9:6–15 nos brinda algunas enseñanzas alentadoras sobre las promesas que Dios había hecho con respecto a sus dones.
La tercera sección hace una transición y se centra en la autoridad de Pablo como apóstol (2 Corintios 10:1—12:13). Tanto su autoridad como su vida hicieron que Pablo fuera muy importante en la vida de los creyentes de Corinto. Pablo les presentó el evangelio, fundó su iglesia y sufrió por ellos (2 Corintios 11:16–33). Además, les recuerda sus visiones y su "aguijón en el cuerpo" (2 Corintios 12).
La cuarta sección señala brevemente los planes relacionados con la próxima visita de Pablo (2 Corintios 12:14—13:14). Este pasaje incluye varias advertencias (2 Corintios 12:19—13:10), así como una oración final de bendición a favor de los creyentes de Corinto (2 Corintios 13:11–14).
Versículos clave (RVC)
2 Corintios 3:5: No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios.
2 Corintios 3:18: Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
2 Corintios 5:17: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Corintios 5:21: Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
2 Corintios 10:5: Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
2 Corintios 13:4: Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.