¿Qué significa 2 Corintios 10:8?
Los falsos maestros que estaban desestimando la autoridad de Pablo como apóstol de Cristo también estaban socavando la confianza que la iglesia de Corinto había depositado en Cristo. Estos críticos querían asegurarse de que los corintios se dieran cuenta de que las enseñanzas de Pablo no venían directamente de Cristo. Pablo creía que estaba involucrado en una guerra espiritual, una batalla por la mente de los corintios y su obediencia a Cristo. Como siempre, las Escrituras dejan muy claro que esta "guerra" no era material ni terrenal; ni tampoco tenía nada que ver con ningún tipo de violencia (Juan 18:36; 2 Corintios 10:3–4).Ahora, Pablo habla sobre otra de las críticas que había recibido: que hablaba demasiado de su autoridad espiritual. Pablo no creía que se hubiera jactado demasiado al hacerlo. En su lugar, dice algo así como: "incluso si eso fuera cierto, tampoco haría que me avergonzara".
Es innegable que Pablo tuvo que afirmar que tenía autoridad debido a que era un representante de Cristo ante los corintios. Sin embargo, ¿por qué lo haría? En primer lugar, porque Cristo fue quien le había permitido recibir ese tipo de autoridad. Si Pablo no reconociera y actuara de acuerdo con esa autoridad que había recibido del Señor, sería culpable de haber desobedecido la misión que Cristo le había mandado llevar a cabo.
Segundo, la autoridad espiritual que Cristo le ofreció a Pablo para que liderara a los corintios fue una autoridad que se basaba en el servicio. Pablo usó ese tipo de autoridad, tal y como lo hizo Cristo, para edificar a los corintios y no para destruirlos. En otras palabras, Pablo los disciplinaba para el propio beneficio de los corintios. Esa es la razón por la que Pablo nunca se avergonzó de la acusación que le habían hecho. Algunos corinitos decían que estaba constantemente diciendo que tenía autoridad sobre ellos porque Cristo quiso que así fuera.