¿Qué significa 2 Corintios 2:8?
La última vez que Pablo visitó a los corintios acabó siendo una visita muy desagradable debido a las acciones de un individuo específico dentro de esa congregación. El pecado de este hombre les causó una gran angustia tanto a Pablo como al resto de la iglesia en Corinto. De hecho, esta situación mantuvo a Pablo alejado de Corinto por más tiempo de lo que había planeado en un principio, lo obligó a escribirles una carta muy dura a la iglesia de Corinto con mucha tristeza y lágrimas, y tensó su relación con los corintios aún más de lo que ya lo estaba en ese momento.En realidad, ver a Pablo pedirle a la congregación que reafirmaran su amor por ese hombre es sorprendente pero, en realidad, tampoco nos pilla por sorpresa. Aparentemente, los corintios habían recibido la carta Pablo con el espíritu correcto (2 Corintios 2:2–3), y decidieron disciplinar a este hombre, quien aparentemente se había arrepentido. Pablo ahora los anima a perdonar al hombre, e incluso les pide que lo consuelen para evitar que el dolor de sus pecados llegara a abrumarlo.
Amar a una persona que nos ha causado tanto daño no es una reacción humana normal; de hecho, lo es, o al menos debería serlo, para los seguidores de Cristo. Dios nos ha perdonado a todos, por lo tanto, nosotros también debemos aceptar de corazón a las personas que se arrepienten de sus pecados. Eso es exactamente lo que Dios hace por todas las personas que se acercan a Él a través de la fe en Cristo.