¿Qué significa 2 Corintios 3:5?
En el versículo anterior, Pablo habló sobre la confianza absoluta que había puesto en su ministerio de representar a Cristo por todo el mundo, y la manera en que Dios fue quien verdaderamente lo había enviado a hacerlo. Ahora, Pablo deja claro que Pablo no creía eso porque confiara en sí mismo o en sus propias habilidades, capacidades y conocimientos.Pablo, de hecho, tenía razones para creer en sí mismo. En Filipenses 3:4–6, Pablo dijo: "aunque también yo tengo de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: fui circuncidado al octavo día, y soy del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín; soy hebreo de hebreos y, en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que se basa en la ley, irreprensible".
Sin embargo, cuando Pablo llegó a la fe en Cristo, dejó de tener confianza en esas cosas, "pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida, por amor de Cristo" (Filipenses 3:7). Ahora, Pablo dice que ya no confía en sí mismo. De hecho, no creía que ni él ni sus compañeros de trabajo debieran recibir ningún mérito. En cambio, todo lo que tenían e incluso les daban a los demás les pertenecía a Dios. Dios fue quien les permitió entregarle Su mensaje a la gente que Dios quería que lo recibiera.