¿Qué significa 2 Corintios 5:10?
Durante lo versículos anteriores se nos dijo que Pablo tenía ganas de dejar atrás el sufrimiento de la vida terrenal y su cuerpo temporal, el cual era imperfecto. Pablo no quería suicidarse, sino que tenía muchas ganas de estar con el Señor en la eternidad y recibir su cuerpo eterno resucitado. Saber que ese día estaba garantizado, le daba el valor para seguir cumpliendo la misión que Dios le había encomendado. Esa seguridad le permitió a Pablo aguantar y compartir el evangelio con mucha más gente. El objetivo principal de Pablo era agradar a Cristo.Pablo quería agradar a Cristo porque sabía que un día Cristo lo juzgaría por lo que hizo en esta vida. Pablo dice que todas las personas que creen en Jesús comparecerán ante el tribunal de Cristo cuando regrese a la Tierra. Pablo lo deja claro, sin embargo, este juicio no se trata de la salvación. Ese día, Cristo no dirá quién irá al cielo o al infierno. Este versículo no implica que ese juicio determinará el destino eterno de los cristianos. La salvación es un don que se les ofrece a todas las personas que confían en Cristo. El evangelio de Pablo se centró en comunicar la idea fundamental del regalo de la salvación, la cual no se puede alcanzar "a través de las obras" (Efesios 2:8–9), y nadie puede alcanzarla por sí mismo o por sí misma (Romanos 3:23; 6:23).
El tribunal de Cristo será un juicio exclusivo para los creyentes, una especie de evaluación de Cristo para determinar lo que hicimos en la Tierra, en la que la salvación no se pondrá en duda en ningún momento. ¿De qué manera habrán vivido los cristianos? ¿Qué habrán hecho, para bien o para mal? Pablo escribió en Romanos 14:12 que "cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios".
¿Cómo responderá Cristo? Toda buena acción será recompensada. (Efesios 6:8). Las obras de las personas que vivieron de una manera egoísta, sin embargo, se destruirán, ya que no tendrán valor alguno: "si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego." (1 Corintios 3:15).
Pablo estaba motivado debido a que sabía que ese juicio iba a venir, y quería que sus lectores también se motivarán por ello. La gracia que Dios compartió con nosotros al perdonar nuestros pecados no significa que Él no se preocupe por la manera en que los cristianos viven sus vidas terrenales. Un día, estaremos delante de Él y seremos responsables de todas nuestras acciones. Sin embargo, esas acciones no afectarán nuestro destino eterno. Durante ese juicio, se nos dirá si pasamos nuestro tiempo haciendo cosas buenas o malas, si fuimos valientes o cobardes, si vivimos en la fe o en la ceguera espiritual, y si fuimos o no egoístas. Por lo tanto, experimentaremos dolor o placer según las elecciones que hayamos hecho en nuestros cuerpos en este lado de la eternidad.