Capítulo
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Verso
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2 Corintios 7:9

LBLA pero ahora me regocijo, no de que fuisteis entristecidos, sino de que fuisteis entristecidos para arrepentimiento; porque fuisteis entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrierais pérdida alguna de parte nuestra.
NBLA pero ahora me regocijo, no de que fueron entristecidos, sino de que fueron entristecidos para arrepentimiento; porque fueron entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrieran pérdida alguna de parte nuestra.
NVI Sin embargo, ahora me alegro, no porque se hayan entristecido, sino porque su tristeza los llevó al arrepentimiento. Ustedes se entristecieron tal como Dios lo quiere, de modo que nosotros de ninguna manera los hemos perjudicado.
RV1960 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.
JBS Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para enmienda; porque habéis sido contristados según Dios, de tal manera que ninguna pérdida padecisteis por nuestra parte.

¿Qué significa 2 Corintios 7:9?

La carta tan dura que Pablo tuvo que enviarles a los corintios debido a su pecaminosidad los acabó impactando de la mejor manera posible. En lugar de rechazar las correcciones de Pablo, se entristecieron mucho al darse cuenta de que habían pecado de tal manera.

Pablo suena aquí como un padre que está preocupado por sus hijos. Por un lado, Pablo no le gustó oír que habían sufrido; pero, por otro lado, estaba encantado de que su reacción hubiera sido la apropiada. Pablo se alegró mucho porque esa tristeza era la única manera de llevarlos hacia el arrepentimiento. El arrepentimiento conlleva el hecho de comprometerse a cambiar de rumbo y comenzar a caminar en la dirección correcta. Por lo tanto, el arrepentimiento del pecado es una consecuencia directa que viene después de darnos cuenta del pecado que hemos cometido y la tristeza que sentimos cuando nos volvemos conscientes de ello.

Las Escrituras dicen que los corintios "fueron entristecidos conforme a la voluntad de Dios". Pablo reconoce que su carta les hizo experimentar este dolor, pero ese dolor temporal fue beneficioso porque finalmente fue lo que les ayudó a apartarse del pecado. En otras palabras, la carta de Pablo, al fin y al cabo, no les hizo daño, sino que, en realidad, acabó ayudándolos. Los siguientes versículos continuarán detallando algunas de las diferencias que hay entre la tristeza de Dios y la mera desesperación que experimenta el mundo incrédulo.
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