Capítulo

2 Samuel capitulo 22

La Biblia de las Américas

2Y dijo: El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador ; 3mi Dios, mi roca en quien me refugio ; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable y mi refugio ; salvador mío, tú me salvas de la violencia. 4Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos. 5Las ondas de la muerte me cercaron, los torrentes de iniquidad me atemorizaron ; 6los lazos del Seol me rodearon, las redes de la muerte surgieron ante mí. 7En mi angustia invoqué al SEÑOR, sí, clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor llegó a sus oídos. 8Entonces la tierra se estremeció y tembló, los cimientos de los cielos temblaron y fueron sacudidos, porque El se indignó. 9Humo subió de su nariz, y el fuego de su boca consumía ; carbones fueron por él encendidos. 10Inclinó también los cielos, y descendió con densas tinieblas debajo de sus pies. 11Cabalgó sobre un querubín, y voló; y apareció sobre las alas del viento. 12De tinieblas hizo pabellones a su alrededor, abundantes aguas, densos nubarrones. 13Del fulgor de su presencia ascuas de fuego se encendieron. 14Tronó el SEÑOR desde los cielos, y el Altísimo dio su voz. 15Y envió saetas, y los dispersó, relámpagos, y los confundió. 16Entonces los abismos del mar aparecieron, los cimientos del mundo quedaron al descubierto, por la reprensión del SEÑOR, por el soplo del aliento de su nariz. 17Extendió la mano desde lo alto y me tomó ; me sacó de las muchas aguas. 18Me libró de mi poderoso enemigo, de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. 19Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, mas el SEÑOR fue mi sostén. 20También me sacó a un lugar espacioso ; me rescató, porque se complació en mí. 21El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado. 22Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios. 23Pues todas sus ordenanzas estaban delante de mí, y en cuanto a sus estatutos, no me aparté de ellos. 24También fui íntegro para con El, y me guardé de mi iniquidad. 25Por tanto el SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a mi pureza delante de sus ojos. 26Con el benigno te muestras benigno, con el hombre íntegro te muestras íntegro ; 27con el puro eres puro, y con el perverso eres sagaz. 28Salvas al pueblo afligido, pero tus ojos están sobre los altivos a quienes tú humillas. 29Porque tú eres mi lámpara, oh SEÑOR; el SEÑOR alumbra mis tinieblas. 30Pues contigo aplastaré ejércitos, con mi Dios escalaré murallas. 31En cuanto a Dios, su camino es perfecto ; acrisolada es la palabra del SEÑOR ; El es escudo a todos los que a El se acogen. 32Pues ¿quién es Dios, fuera del SEÑOR ? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios? 33Dios es mi fortaleza poderosa, y el que pone al íntegro en su camino. 34El hace mis pies como de ciervas, y me afirma en mis alturas. 35El adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar el arco de bronce. 36Tú me has dado también el escudo de tu salvación, y tu ayuda me engrandece. 37Ensanchas mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado. 38Perseguí a mis enemigos y los destruí, y no me volví hasta acabarlos. 39Los he consumido y los he destrozado, y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies. 40Pues tú me has ceñido con fuerza para la batalla; has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron. 41También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, y destruí a los que me odiaban. 42Clamaron, mas no hubo quién los salvara; aun al SEÑOR clamaron, mas no les respondió. 43Entonces los pulvericé, como polvo de la tierra, como lodo de las calles los trituré y los pisé. 44Tú me has librado también de las contiendas de mi pueblo ; me has guardado para ser cabeza de naciones ; pueblo que yo no conocía me sirve. 45Los extranjeros me fingen obediencia, al oírme, me obedecen. 46Los extranjeros desfallecen, y salen temblando de sus fortalezas. 47El SEÑOR vive, bendita sea mi roca, y ensalzado sea Dios, roca de mi salvación, 48el Dios que por mí hace venganza, y hace caer pueblos debajo de mí ; 49el que me libra de mis enemigos. Tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí ; me rescatas del hombre violento. 50Por tanto, te alabaré, oh SEÑOR, entre las naciones, y cantaré alabanzas a tu nombre. 51El es torre de salvación a su rey, y muestra misericordia a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.
Nueva Biblia de las Américas

2Y dijo: “El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; 3Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable y mi refugio; Salvador mío, Tú me salvas de la violencia. 4Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, Y soy salvo de mis enemigos. 5Las ondas de la muerte me cercaron, Los torrentes de iniquidad me atemorizaron, 6Los lazos del Seol (región de los muertos) me rodearon, Las redes de la muerte surgieron ante mí. 7En mi angustia invoqué al SEÑOR, Sí, clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor llegó a Sus oídos. 8Entonces la tierra se estremeció y tembló, Los cimientos de los cielos temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó. 9Humo subió de Su nariz, Y el fuego de Su boca consumía; Carbones fueron por él encendidos. 10Inclinó también los cielos, y descendió Con densas tinieblas debajo de Sus pies. 11Cabalgó sobre un querubín, y voló; Y apareció sobre las alas del viento. 12De tinieblas hizo pabellones a Su alrededor, Abundantes aguas, densos nubarrones. 13Del fulgor de Su presencia Ascuas de fuego se encendieron. 14Tronó el SEÑOR desde los cielos, Y el Altísimo dio Su voz. 15Envió flechas, y los dispersó, Relámpagos, y los confundió. 16Entonces los abismos del mar aparecieron, Los cimientos del mundo quedaron al descubierto, Por la reprensión del SEÑOR, Por el soplo del aliento de Su nariz. 17Extendió la mano desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas. 18Me libró de mi poderoso enemigo, De los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. 19Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, Pero el SEÑOR fue mi sostén. 20También me sacó a un lugar espacioso; Me rescató, porque se complació en mí. 21El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado. 22Porque he guardado los caminos del SEÑOR, Y no me he apartado impíamente de mi Dios. 23Pues todas Sus ordenanzas estaban delante de mí, Y en cuanto a Sus estatutos, no me aparté de ellos. 24También fui íntegro (intachable) para con El, Y me guardé de mi iniquidad. 25Por tanto el SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, Conforme a mi pureza delante de Sus ojos. 26Con el benigno (leal) Te muestras benigno (leal), Con el hombre íntegro Te muestras íntegro; 27Con el puro eres puro, Y con el perverso eres sagaz. 28Salvas al pueblo afligido, Pero Tus ojos están sobre los altivos A quienes Tú humillas. 29Porque Tú eres mi lámpara, oh SEÑOR; El SEÑOR alumbra mis tinieblas. 30Pues contigo aplastaré ejércitos, Con mi Dios escalaré murallas. 31En cuanto a Dios, Su camino es perfecto; Acrisolada es la palabra del SEÑOR; El es escudo a todos los que a El se acogen. 32Pues ¿quién es Dios, fuera del SEÑOR? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios? 33Dios es mi fortaleza poderosa, Y el que pone al íntegro (al intachable) en Su camino. 34El hace mis pies como de ciervas, Y me afirma en mis alturas. 35El adiestra mis manos para la batalla, Y mis brazos para tensar el arco de bronce. 36Tú me has dado también el escudo de Tu salvación, Y Tu ayuda me engrandece. 37Ensanchas mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado. 38Perseguí a mis enemigos y los destruí, Y no me volví hasta acabarlos. 39Los he consumido y los he destrozado, y no pudieron levantarse; Cayeron debajo de mis pies. 40Pues Tú me has ceñido con fuerzas para la batalla; Has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron. 41También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Y destruí a los que me odiaban. 42Clamaron, pero no hubo quién los salvara; Aun al SEÑOR clamaron, mas no les respondió. 43Entonces los pulvericé, como polvo de la tierra, Como lodo de las calles los trituré y los pisé. 44Tú me has librado también de las contiendas de mi pueblo; Me has guardado para ser cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me sirve. 45Los extranjeros me fingen obediencia, Al oírme, me obedecen. 46Los extranjeros desfallecen, Y salen temblando de sus fortalezas. 47El SEÑOR vive, bendita sea mi roca, Y ensalzado sea Dios, roca de mi salvación, 48El Dios que por mí hace venganza, Y hace caer pueblos debajo de mí; 49El que me libra de mis enemigos. Tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí; Me rescatas del hombre violento. 50Por tanto, Te daré gracias, oh SEÑOR, entre las naciones, Y cantaré alabanzas a Tu nombre. 51El es torre de salvación a Su rey, Y muestra misericordia a Su ungido, A David y a su descendencia para siempre.”
Nueva Versión Internacional

Reina-Valera 1960

2Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; 3Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. 4Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos. 5Me rodearon ondas de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. 6Ligaduras del Seol me rodearon; Tendieron sobre mí lazos de muerte. 7En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos. 8La tierra fue conmovida, y tembló, Y se conmovieron los cimientos de los cielos; Se estremecieron, porque se indignó él. 9Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos. 10E inclinó los cielos, y descendió; Y había tinieblas debajo de sus pies. 11Y cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del viento. 12Puso tinieblas por su escondedero alrededor de sí; Oscuridad de aguas y densas nubes. 13Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes. 14Y tronó desde los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; 15Envió sus saetas, y los dispersó; Y lanzó relámpagos, y los destruyó. 16Entonces aparecieron los torrentes de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo; A la reprensión de Jehová, Por el soplo del aliento de su nariz. 17Envió desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas. 18Me libró de poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo. 19Me asaltaron en el día de mi quebranto; Mas Jehová fue mi apoyo, 20Y me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí. 21Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. 22Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios. 23Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos. 24Fui recto para con él, Y me he guardado de mi maldad; 25Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista. 26Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro. 27Limpio te mostrarás para con el limpio, Y rígido serás para con el perverso. 28Porque tú salvas al pueblo afligido, Mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos. 29Tú eres mi lámpara, oh Jehová; Mi Dios alumbrará mis tinieblas. 30Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros. 31En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan. 32Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? 33Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino; 34Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; 35Quien adiestra mis manos para la batalla, De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos. 36Me diste asimismo el escudo de tu salvación, Y tu benignidad me ha engrandecido. 37Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado. 38Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré, Y no volveré hasta acabarlos. 39Los consumiré y los heriré, de modo que no se levanten; Caerán debajo de mis pies. 40Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí, 41Y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruyese a los que me aborrecen. 42Clamaron, y no hubo quien los salvase; Aun a Jehová, mas no les oyó. 43Como polvo de la tierra los molí; Como lodo de las calles los pisé y los trituré. 44Me has librado de las contiendas del pueblo; Me guardaste para que fuese cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me servirá. 45Los hijos de extraños se someterán a mí; Al oír de mí, me obedecerán. 46Los extraños se debilitarán, Y saldrán temblando de sus encierros. 47Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y engrandecido sea el Dios de mi salvación. 48El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí; 49El que me libra de enemigos, Y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí; Me libraste del varón violento. 50Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, Y cantaré a tu nombre. 51Él salva gloriosamente a su rey, Y usa de misericordia para con su ungido, A David y a su descendencia para siempre.
Biblia del Jubileo

1Y habló David al SEÑOR las palabras de este cántico, el día que el SEÑOR le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. 2Y dijo: El SEÑOR es mi peña, y mi fortaleza, y mi libertador. 3Dios es mi peñasco, en él confiaré; mi escudo, y el cuerno de mi salud; mi fortaleza, y mi refugio; mi salvador, que me librarás de violencia. 4Invocaré al SEÑOR, digno de ser loado. Y seré salvo de mis enemigos. 5Cuando me cercaron ondas de muerte, y arroyos de iniquidad me asombraron, 6cuando las cuerdas del sepulcro me ciñieron, y los lazos de muerte me tomaron descuidado, 7cuando tuve angustia, invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; y desde su santo templo él oyó mi voz; cuando mi clamor llegó a sus oídos. 8La tierra se removió, y tembló; los fundamentos de los cielos fueron movidos, y se quebrantaron, porque él se airó. 9Subió humo de sus narices, y de su boca fuego consumidor, por el cual se encendieron carbones. 10Y bajó los cielos, y descendió; una oscuridad debajo de sus pies. 11Subió sobre el querubín, y voló; se apareció sobre las alas del viento. 12Puso tinieblas alrededor de sí a modo de tabernáculos; aguas negras y espesas nubes. 13Del resplandor de su presencia se encendieron ascuas ardientes. 14El SEÑOR tronó desde los cielos, y el Altísimo dio su voz; 15arrojó saetas, y los desbarató; relampagueó, y los consumió. 16Entonces aparecieron los manantiales del mar, y los fundamentos del mundo fueron descubiertos, a la reprensión del SEÑOR, al resoplido del aliento de su nariz. 17Extendió su mano de lo alto, y me arrebató, y me sacó de las aguas impetuosas. 18Me libró de fuertes enemigos, de aquellos que me aborrecían, los cuales eran más fuertes que yo. 19Los cuales me tomaron descuidado en el día de mi calamidad; mas el SEÑOR fue mi bordón. 20Me sacó a anchura; me libró, porque puso su voluntad en mí. 21Me pagó el SEÑOR conforme a mi justicia; y conforme a la limpieza de mis manos, me dio la paga. 22Porque yo guardé los caminos del SEÑOR; y no me aparté impíamente de mi Dios. 23Porque delante de mí tengo todas sus ordenanzas; y atento a sus fueros, no me retiraré de ellos. 24Y fui perfecto para con él, y me guardé de mi iniquidad. 25Y me pagó el SEÑOR conforme a mi justicia, y conforme a mi limpieza delante de sus ojos. 26Con el bueno eres bueno, y con el valeroso y perfecto eres perfecto; 27con el limpio eres limpio, mas con el perverso eres adversario. 28Y tú salvas al pueblo pobre; mas tus ojos están sobre los altivos, para abatirlos. 29Porque tú eres mi lámpara, oh SEÑOR; el SEÑOR da luz a mis tinieblas. 30Porque en ti rompí ejércitos, y con mi Dios pasé las murallas. 31Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR purificada, escudo es de todos los que en él esperan. 32Porque ¿qué Dios hay sino el SEÑOR? ¿O quién es fuerte sino nuestro Dios? 33Dios es el que con virtud me corrobora, y el que despeja mi camino; 34el que hace mis pies como de ciervas, y el que me asienta en mis alturas; 35el que enseña mis manos para la pelea, y da que con mis brazos quiebre el arco de acero. 36 me diste asimismo el escudo de tu salud, y tu mansedumbre me ha multiplicado. 37 ensanchaste mis pasos debajo de mí, para que no titubeasen mis rodillas. 38Perseguí a mis enemigos, y los quebranté; y no me volví hasta que los acabé. 39Los consumí, y los herí, y no se levantaron; y cayeron debajo de mis pies. 40Me ceñiste de fortaleza para la batalla, y postraste debajo de mí los que contra mí se levantaron. 41 me diste la cerviz de mis enemigos, de mis aborrecedores, y que yo los talase. 42Miraron, y no hubo quien los librase; aun al SEÑOR, mas no les respondió. 43Yo los quebranté como a polvo de la tierra; como a lodo de las plazas los desmenucé, y los disipé. 44 me libraste de contiendas de pueblos; tú me guardaste para que fuese cabeza de gentiles; pueblos que no conocía, me sirvieron. 45Los extraños temblaban antemandamiento; en oyendo, me obedecían. 46Los extraños desfallecían, y temblaban en sus encerramientos. 47Viva el SEÑOR, y sea bendita mi peña; sea ensalzado el Dios, que es la roca de mi salvación. 48El Dios que me ha dado venganzas, y sujeta los pueblos debajo de mí. 49Que me saca de entre mis enemigos; tu me sacaste en alto de entre los que se levantaron contra mi; me libraste del varón de iniquidades. 50Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SEÑOR, y cantaré a tu nombre. 51El que engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.

¿Qué significa 2 Samuel capitulo 22?

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