2 Samuel capitulo 3
La Biblia de las Américas
2 A David le nacieron hijos en Hebrón; su primogénito fue Amnón, hijo de Ahinoam la jezreelita; 3el segundo, Quileab, de Abigail, viuda de Nabal de Carmel; el tercero, Absalón, hijo de Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur ; 4el cuarto, Adonías, hijo de Haguit ; el quinto, Sefatías, hijo de Abital, 5y el sexto, Itream, de Egla, mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.
6Sucedió que durante la guerra que había entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner se fortaleció en la casa de Saúl. 7Y Saúl había tenido una concubina cuyo nombre era Rizpa, hija de Aja ; y dijo Is-boset a Abner: ¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre? 8Entonces Abner se enojó mucho por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer. 9Así haga Dios a Abner, y aún más, si lo que el SEÑOR ha jurado a David no lo obtengo para él : 10transferir el reino de la casa de Saúl y establecer el trono de David sobre Israel y sobre Judá desde Dan hasta Beerseba. 11Y él ya no pudo responder a Abner ni una palabra, porque le temía.
12Entonces Abner envió mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra? Y que dijeran también: Haz tu pacto conmigo, y he aquí, mi mano será contigo para traer a ti a todo Israel. 13Y él respondió: Muy bien. Haré pacto contigo, pero una cosa demando de ti : No verás mi rostro a menos de que cuando vengas a verme traigas a Mical, la hija de Saúl. 14Y David envió mensajeros a Is-boset, el hijo de Saúl, diciendo: Dame a mi mujer Mical, con la cual me desposé por cien prepucios de los filisteos. 15Is-boset, pues, envió a quitársela a su marido, a Paltiel, hijo de Lais. 16Pero su marido fue con ella, llorando mientras iba, y la siguió hasta Bahurim. Entonces Abner le dijo: Ve, vuélvete. Y él se volvió.
17Abner consultó con los ancianos de Israel, diciendo: Hace tiempo que buscabais a David para que fuera rey sobre vosotros. 18Ahora pues, hacedlo. Porque el SEÑOR ha hablado acerca de David, diciendo: “Por mano de mi siervo David salvaré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos y de mano de todos sus enemigos.” 19Habló también Abner a oídos de los de Benjamín; Abner además fue a hablar a oídos de David en Hebrón de todo lo que parecía bien a Israel y a toda la casa de Benjamín.
20Llegó Abner adonde estaba David, en Hebrón, y con él veinte hombres. Y David preparó un banquete para Abner y los hombres que lo acompañaban. 21Y Abner dijo a David: Me levantaré e iré a reunir a todo Israel junto a mi señor el rey para que hagan un pacto contigo, y seas rey sobre todo lo que tu corazón desea. Entonces David despidió a Abner, y él se fue en paz.
22He aquí, los siervos de David y Joab vinieron de hacer una incursión trayendo consigo mucho botín; pero Abner no estaba con David en Hebrón, porque él lo había despedido y se había ido en paz. 23Cuando llegó Joab y todo el ejército que estaba con él, le dieron aviso a Joab, diciendo: Abner, hijo de Ner, vino al rey, y él lo ha despedido y se ha ido en paz. 24Entonces vino Joab al rey y dijo: ¿Qué has hecho? He aquí, Abner vino a ti; ¿por qué, pues, lo has despedido y él ya se ha ido? 25Conoces a Abner, hijo de Ner, que vino a engañarte y saber de tus salidas y de tus entradas, y a enterarse de todo lo que haces.
26Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y lo hicieron volver desde el pozo de Sira; pero David no lo sabía. 27Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió. 28Cuando David lo supo después, dijo: Yo y mi reino somos inocentes para siempre delante del SEÑOR de la sangre de Abner, hijo de Ner. 29Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre, y nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan. 30Así pues, Joab y su hermano Abisai mataron a Abner porque él había dado muerte a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón.
31Entonces David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey David iba detrás del féretro. 32Sepultaron, pues, a Abner en Hebrón; y el rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró también todo el pueblo.
34Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos; como el que cae delante de los malvados, has caído. Y todo el pueblo volvió a llorar por él. 35Entonces todo el pueblo se llegó a David para persuadirlo a que comiera pan mientras aún era de día ; pero David juró, diciendo: Así me haga Dios y aun más, si pruebo pan o cosa alguna antes de ponerse el sol. 36Y todo el pueblo reparó en ello, y les agradó, pues todo lo que el rey hacía agradaba a todo el pueblo. 37Así todo el pueblo y todo Israel comprendió aquel día que no había sido el deseo del rey de que se diera muerte a Abner, hijo de Ner. 38Entonces el rey dijo a sus siervos: ¿No sabéis que un príncipe y un gran hombre ha caído hoy en Israel? 39Hoy soy débil, aunque ungido rey ; y estos hombres, hijos de Sarvia, son más duros que yo. Que el SEÑOR pague al malhechor conforme a su maldad.
Nueva Biblia de las Américas
2A David le nacieron hijos en Hebrón; su primogénito fue Amnón, hijo de Ahinoam la Jezreelita; 3el segundo, Quileab, de Abigail, viuda de Nabal de Carmel; el tercero, Absalón, hijo de Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur; 4el cuarto, Adonías, hijo de Haguit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital, 5y el sexto, Itream, de Egla, mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.
6Durante la guerra que había entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner se fortaleció en la casa de Saúl. 7Y Saúl había tenido una concubina cuyo nombre era Rizpa, hija de Aja; entonces Isboset dijo a Abner: “¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre?” 8Abner se enojó mucho por las palabras de Isboset, y dijo: “¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer. 9Así haga Dios a Abner, y aún más, si lo que el SEÑOR ha jurado a David no lo obtengo para él: 10transferir el reino de la casa de Saúl y establecer el trono de David sobre Israel y sobre Judá desde Dan hasta Beerseba.” 11Y él ya no pudo responder a Abner ni una palabra, porque le temía.
12Entonces Abner envió mensajeros a David de su parte y preguntó: “¿De quién es la tierra? Y que dijeran también: Haga su pacto conmigo, y mi mano será con usted para traer a usted a todo Israel.” 13Y David respondió: “Muy bien. Haré pacto contigo, pero una cosa demando de ti: No verás mi rostro a menos de que cuando vengas a verme traigas a Mical, la hija de Saúl.” 14Y David envió mensajeros a Isboset, el hijo de Saúl y le dijo: “Dame a mi mujer Mical, con la cual me desposé por cien prepucios de los Filisteos.” 15Isboset, pues, envió a quitársela a su esposo, a Paltiel, hijo de Lais. 16Pero su esposo fue con ella, llorando mientras iba, y la siguió hasta Bahurim. Entonces Abner le dijo: “Ve, vuélvete.” Y Paltiel se volvió.
17Abner habló con los ancianos de Israel: “Hace tiempo que ustedes buscaban a David para que fuera su rey. 18Ahora pues, háganlo. Porque el SEÑOR ha hablado acerca de David, diciendo: ‘Por mano de Mi siervo David salvaré a Mi pueblo Israel de mano de los Filisteos y de mano de todos sus enemigos.’” 19También Abner habló a oídos de los de Benjamín. Abner además fue a hablar a oídos de David en Hebrón de todo lo que parecía bien a Israel y a toda la casa de Benjamín.
20Llegó Abner adonde estaba David, en Hebrón, y con él veinte hombres. Y David preparó un banquete para Abner y los hombres que lo acompañaban. 21Y Abner dijo a David: “Me levantaré e iré a reunir a todo Israel junto a mi señor el rey para que hagan un pacto con usted, y sea rey sobre todo lo que su corazón desea.” Entonces David despidió a Abner, y él se fue en paz.
22Sucedió que los siervos de David y Joab vinieron de hacer una incursión trayendo consigo mucho botín; pero Abner no estaba con David en Hebrón, porque él lo había despedido y se había ido en paz. 23Cuando llegó Joab y todo el ejército que estaba con él, le dieron aviso a Joab diciéndole: “Abner, hijo de Ner, vino al rey, y él lo ha despedido y se ha ido en paz.” 24Entonces Joab vino al rey y dijo: “¿Qué ha hecho? Ya que Abner vino a usted; ¿por qué, pues, lo ha despedido y él ya se ha ido? 25Conoce a Abner, hijo de Ner, que vino a engañarlo y saber de sus salidas y de sus entradas, y a enterarse de todo lo que usted hace.”
26Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y lo hicieron volver desde el pozo de Sira; pero David no lo sabía. 27Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió. 28Cuando David lo supo después, dijo: “Yo y mi reino somos inocentes para siempre delante del SEÑOR de la sangre de Abner, hijo de Ner. 29Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre, y nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan.” 30Joab y su hermano Abisai mataron a Abner porque él había dado muerte a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón.
31Entonces David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: “Rasguen sus vestidos, y cíñanse de cilicio, y hagan duelo delante de Abner.” Y el rey David iba detrás del féretro. 32Sepultaron, pues, a Abner en Hebrón. El rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró también todo el pueblo.
33Y el rey entonó una elegía por Abner, y dijo: “¿Había de morir Abner como muere un insensato? 34Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos; Como el que cae delante de los malvados, has caído.” Y todo el pueblo volvió a llorar por él.
35Entonces todo el pueblo se llegó a David para persuadirlo a que comiera pan mientras aún era de día. Pero David juró: “Así me haga Dios y aun más, si pruebo pan o cosa alguna antes de ponerse el sol.” 36Todo el pueblo reparó en ello, y les agradó, pues todo lo que el rey hacía agradaba a todo el pueblo. 37Así todo el pueblo y todo Israel comprendió aquel día que no había sido el deseo del rey que se diera muerte a Abner, hijo de Ner. 38Entonces el rey dijo a sus siervos: “¿No saben que un príncipe y un gran hombre ha caído hoy en Israel? 39Hoy soy débil, aunque ungido rey; y estos hombres, hijos de Sarvia, son más duros que yo. Que el SEÑOR pague al malhechor conforme a su maldad.”
Nueva Versión Internacional
6Durante la guerra entre las familias de Saúl y David, Abner fue consolidando su posición en el reino de Saúl, 7aunque Isboset le reclamó a Abner el haberse acostado con Rizpa hija de Ayá, que había sido concubina de Saúl.
8A Abner le molestó mucho el reclamo, así que replicó: ?¿Acaso soy un perro de Judá? Hasta el día de hoy me he mantenido fiel a la familia de tu padre Saúl, incluso a sus parientes y amigos, y conste que no te he entregado en manos de David. ¡Y ahora me sales con que he cometido una falta con esa mujer! 9Que Dios me castigue sin piedad si ahora yo no procedo con David conforme a lo que el SEÑOR le juró: 10Voy a quitarle el reino a la familia de Saúl y a establecer el trono de David sobre Israel y Judá, desde Dan hasta Berseba.
11Isboset no se atrevió a responderle a Abner ni una sola palabra, pues le tenía miedo. 12Entonces Abner envió unos mensajeros a decirle a David: «¿A quién le pertenece la tierra, si no a usted? Haga un pacto conmigo, y yo lo apoyaré para hacer que todo Israel se ponga de su parte».
13«Muy bien —respondió David—. Haré un pacto contigo, pero con esta condición: Cuando vengas a verme, trae contigo a Mical hija de Saúl. De lo contrario, no te recibiré». 14Además, David envió unos mensajeros a decirle a Isboset hijo de Saúl: «Devuélveme a mi esposa Mical, por la que di a cambio cien prepucios de filisteos».
15Por tanto, Isboset mandó que se la quitaran a Paltiel hijo de Lais, que era su esposo, 16pero Paltiel se fue tras ella, llorando por todo el camino hasta llegar a Bajurín. Allí Abner le ordenó que regresara, y Paltiel obedeció.
17Luego Abner habló con los ancianos de Israel. «Hace tiempo que ustedes quieren hacer rey a David —les dijo—. 18Ya pueden hacerlo, pues el SEÑOR le ha prometido: “Por medio de ti, que eres mi siervo, libraré a mi pueblo Israel del poder de los filisteos y de todos sus enemigos”».
19Abner habló también con los de Benjamín, y más tarde fue a Hebrón para contarle a David todo lo que Israel y la tribu de Benjamín deseaban hacer. 20Cuando Abner llegó a Hebrón, David preparó un banquete para él y los veinte hombres que lo acompañaban. 21Allí Abner le propuso a David: «Permítame Su Majestad convocar a todo Israel para que hagan un pacto con usted, y así su reino se extenderá a su gusto». Con esto, David despidió a Abner, y este se fue tranquilo.
22Ahora bien, los soldados de David regresaban con Joab de una de sus campañas, y traían un gran botín. Abner ya no estaba con David en Hebrón, pues David lo había despedido, y él se había ido tranquilo. 23Cuando llegó Joab con la tropa que lo acompañaba, le notificaron que Abner hijo de Ner había visitado al rey, y que el rey lo había dejado ir en paz.
24Por tanto, Joab fue a ver al rey y le dijo: «¡Así que Abner vino a ver a Su Majestad! ¿Y cómo se le ocurre dejar que se vaya tal como vino? 25¡Ya Su Majestad lo conoce! Lo más seguro es que haya venido con engaño para averiguar qué planes tiene usted, y para enterarse de todo lo que usted está haciendo».
26En cuanto Joab salió de hablar con David, envió mensajeros tras Abner, los cuales lo hicieron volver del pozo de Sira. Pero de esto Joab no le dijo nada a David. 27Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte a la entrada de la ciudad, como para hablar con él en privado. Allí lo apuñaló en el vientre, y Abner murió. Así Joab se vengó de la muerte de su hermano Asael.
28Algún tiempo después, David se enteró de esto y declaró: «Hago constar ante el SEÑOR, que mi reino y yo somos totalmente inocentes de la muerte de Abner hijo de Ner. 29¡Los responsables de su muerte son Joab y toda su familia! ¡Que nunca falte en la familia de Joab alguien que sufra de hemorragia o de lepra, o que sea cojo, o que muera violentamente, o que pase hambre!»
31David ordenó a Joab y a todos los que estaban con él: «Rásguense las vestiduras, vístanse de luto, y hagan duelo por Abner». El rey David en persona marchó detrás del féretro, 32y Abner fue enterrado en Hebrón. Junto a la tumba, el rey lloró a gritos, y todo el pueblo lloró con él.
34¡No tenías atadas las manos ni te habían encadenado los pies! ¡Caíste como el que cae en manos de criminales!» Y el pueblo lloró aún más. 35Todos se acercaron a David y le rogaron que comiera algo mientras todavía era de día, pero él hizo este juramento: «¡Que Dios me castigue sin piedad si pruebo pan o algún otro alimento antes de que se ponga el sol!»
Reina-Valera 1960
2Y nacieron hijos a David en Hebrón; su primogénito fue Amnón, de Ahinoam jezreelita; 3su segundo Quileab, de Abigail la mujer de Nabal el de Carmel; el tercero, Absalón hijo de Maaca, hija de Talmai rey de Gesur; 4el cuarto, Adonías hijo de Haguit; el quinto, Sefatías hijo de Abital; 5el sexto, Itream, de Egla mujer de David. Éstos le nacieron a David en Hebrón.
6Como había guerra entre la casa de Saúl y la de David, aconteció que Abner se esforzaba por la casa de Saúl. 7Y había tenido Saúl una concubina que se llamaba Rizpa, hija de Aja; y dijo Is-boset a Abner: ¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre? 8Y se enojó Abner en gran manera por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Soy yo cabeza de perro que pertenezca a Judá? Yo he hecho hoy misericordia con la casa de Saúl tu padre, con sus hermanos y con sus amigos, y no te he entregado en mano de David; ¿y tú me haces hoy cargo del pecado de esta mujer? 9Así haga Dios a Abner y aun le añada, si como ha jurado Jehová a David, no haga yo así con él, 10trasladando el reino de la casa de Saúl, y confirmando el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Beerseba. 11Y él no pudo responder palabra a Abner, porque le temía.
12Entonces envió Abner mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra? Y que le dijesen: Haz pacto conmigo, y he aquí que mi mano estará contigo para volver a ti todo Israel. 13Y David dijo: Bien; haré pacto contigo, mas una cosa te pido: No me vengas a ver sin que primero traigas a Mical la hija de Saúl, cuando vengas a verme. 14Después de esto envió David mensajeros a Is-boset hijo de Saúl, diciendo: Restitúyeme mi mujer Mical, la cual desposé conmigo por cien prepucios de filisteos. 15Entonces Is-boset envió y se la quitó a su marido Paltiel hijo de Lais. 16Y su marido fue con ella, siguiéndola y llorando hasta Bahurim. Y le dijo Abner: Anda, vuélvete. Entonces él se volvió.
17Y habló Abner con los ancianos de Israel, diciendo: Hace ya tiempo procurabais que David fuese rey sobre vosotros. 18Ahora, pues, hacedlo; porque Jehová ha hablado a David, diciendo: Por la mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos, y de mano de todos sus enemigos. 19Habló también Abner a los de Benjamín; y fue también Abner a Hebrón a decir a David todo lo que parecía bien a los de Israel y a toda la casa de Benjamín.
20Vino, pues, Abner a David en Hebrón, y con él veinte hombres; y David hizo banquete a Abner y a los que con él habían venido. 21Y dijo Abner a David: Yo me levantaré e iré, y juntaré a mi señor el rey a todo Israel, para que hagan contigo pacto, y tú reines como lo desea tu corazón. David despidió luego a Abner, y él se fue en paz.
22Y he aquí que los siervos de David y Joab venían del campo, y traían consigo gran botín. Mas Abner no estaba con David en Hebrón, pues ya lo había despedido, y él se había ido en paz. 23Y luego que llegó Joab y todo el ejército que con él estaba, fue dado aviso a Joab, diciendo: Abner hijo de Ner ha venido al rey, y él le ha despedido, y se fue en paz. 24Entonces Joab vino al rey, y le dijo: ¿Qué has hecho? He aquí Abner vino a ti; ¿por qué, pues, le dejaste que se fuese? 25Tú conoces a Abner hijo de Ner. No ha venido sino para engañarte, y para enterarse de tu salida y de tu entrada, y para saber todo lo que tú haces.
26Y saliendo Joab de la presencia de David, envió mensajeros tras Abner, los cuales le hicieron volver desde el pozo de Sira, sin que David lo supiera. 27Y cuando Abner volvió a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablar con él en secreto; y allí, en venganza de la muerte de Asael su hermano, le hirió por la quinta costilla, y murió. 28Cuando David supo después esto, dijo: Inocente soy yo y mi reino, delante de Jehová, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner. 29Caiga sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte de la casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con báculo, ni quien muera a espada, ni quien tenga falta de pan. 30Joab, pues, y Abisai su hermano, mataron a Abner, porque él había dado muerte a Asael hermano de ellos en la batalla de Gabaón.
31Entonces dijo David a Joab, y a todo el pueblo que con él estaba: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey David iba detrás del féretro. 32Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo.
34Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos; Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él. 35Entonces todo el pueblo vino para persuadir a David que comiera, antes que acabara el día. Mas David juró diciendo: Así me haga Dios y aun me añada, si antes que se ponga el sol gustare yo pan, o cualquiera otra cosa. 36Todo el pueblo supo esto, y le agradó; pues todo lo que el rey hacía agradaba a todo el pueblo. 37Y todo el pueblo y todo Israel entendió aquel día, que no había procedido del rey el matar a Abner hijo de Ner. 38También dijo el rey a sus siervos: ¿No sabéis que un príncipe y grande ha caído hoy en Israel? 39Y yo soy débil hoy, aunque ungido rey; y estos hombres, los hijos de Sarvia, son muy duros para mí; Jehová dé el pago al que mal hace, conforme a su maldad.
Biblia del Jubileo
2Y nacieron hijos a David en Hebrón; su primogénito fue Amón, de Ahinoam jezreelita; 3su segundo Quileab, de Abigail la que era mujer de Nabal, el del Carmelo; el tercero, Absalón, hijo de Maaca, hija de Talmai rey de Gesur; 4el cuarto, Adonías hijo de Haguit; el quinto, Sefatías hijo de Abital; 5el sexto, Itream, de Egla mujer de David. Estos nacieron a David en Hebrón.
6Y como había guerra entre la casa de Saúl y la de David, aconteció que Abner hijo de Ner se esforzaba por la casa de Saúl. 7Y Saúl había tenido una concubina que se llamaba Rizpa, hija de Aja. Y dijo Is-boset a Abner: ¿Por qué has entrado a la concubina de mi padre? 8Y se enojó Abner en gran manera por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Soy yo cabeza de perros respecto de Judá? Yo he hecho hoy misericordia con la casa de Saúl tu padre, con sus hermanos, y con sus amigos, y no te he entregado en las manos de David; ¿y tú me haces hoy cargo del pecado de esta mujer? 9Así haga Dios a Abner y así le añada, si como ha jurado el SEÑOR a David no hiciere yo así con él, 10trasladando el reino de la casa de Saúl, y confirmando el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Beerseba. 11Y él no pudo responder palabra a Abner, porque le temía. 12Y envió Abner mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿Cúya es la tierra? Y que le dijesen: Haz alianza conmigo, y he aquí que mi mano será contigo para volver a ti a todo Israel. 13Y David dijo: Bien; yo haré contigo alianza; mas una cosa te pido, y es que no me vengas a ver sin que primero traigas a Mical la hija de Saúl, cuando vinieres a verme. 14Después de esto envió David mensajeros a Is-boset hijo de Saúl, diciendo: Restitúyeme a mi mujer Mical, la cual yo desposé conmigo por cien prepucios de filisteos. 15Entonces Is-boset envió, y la quitó a su marido Paltiel, hijo de Lais. 16Y su marido fue con ella, siguiéndola y llorando hasta Bahurim. Y le dijo Abner: Anda, vuélvete. Entonces él se volvió. 17Y habló Abner con los ancianos de Israel, diciendo: Ayer y anteayer procurabais que David fuese rey sobre vosotros; 18ahora, pues, hacedlo; porque el SEÑOR ha hablado a David, diciendo: Por la mano de mi siervo David libraré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos, y de mano de todos sus enemigos. 19Y habló también Abner a los de Benjamín; y fue también Abner a Hebrón a decir a David todo el parecer de los de Israel y de toda la casa de Benjamín. 20Vino, pues, Abner a David en Hebrón, y con él veinte hombres; y David hizo banquete a Abner y a los que con él habían venido. 21Y dijo Abner a David: Yo me levantaré e iré, y juntaré a mi señor el rey a todo Israel, para que hagan contigo alianza, y tú reines como deseas. David despidió luego a Abner, y él se fue en paz.
22Y he aquí los siervos de David y Joab, que venían del campo, y traían consigo gran presa. Mas Abner ya no estaba con David en Hebrón, que ya lo había él despedido, y él se había ido en paz. 23Y luego que llegó Joab y todo el ejército que con él estaba, fue dado aviso a Joab, diciendo: Abner hijo de Ner ha venido al rey, y él le ha despedido, y se fue en paz. 24Entonces Joab vino al rey, y le dijo: ¿Qué has hecho? He aquí habíase venido Abner a ti; ¿por qué pues lo dejaste que se fuese? 25¿Sabes tú que Abner hijo de Ner ha venido para engañarte, y a saber tu salida y tu entrada, y por entender todo lo que tú haces? 26Y saliéndose Joab de con David, envió mensajeros tras Abner, los cuales le hicieron volver desde el pozo de Sira, sin saberlo David. 27Y cuando Abner volvió a Hebrón, lo apartó Joab al medio de la puerta, hablando con él blandamente, y allí le hirió por la quinta costilla, a causa de la muerte de Asael su hermano, y murió. 28Cuando David supo después esto, dijo: Limpio estoy yo y mi reino, por el SEÑOR, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner. 29Caiga sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte de la casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con báculo, ni quien muera a cuchillo, ni quien tenga falta de pan. 30Joab, pues, y Abisai su hermano mataron a Abner, porque él había muerto a Asael, hermano de ellos en la batalla de Gabaón. 31Entonces dijo David a Joab, y a todo el pueblo que con él estaba: Romped vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey iba detrás del féretro. 32Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. 33Y endechando el rey al mismo Abner, decía: ¡Murió Abner como muere un loco! 34Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos. Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió a llorar sobre él. 35Y como todo el pueblo viniese a dar de comer pan a David siendo aún de día, David juró, diciendo: Así me haga Dios y así me añada, si antes que se ponga el sol gustare yo pan, o cualquier otra cosa. 36Así entendió todo el pueblo, y agradó a sus ojos; porque todo lo que el rey hacía parecía bien en ojos de todo el pueblo. 37Y todo el pueblo y aun todo Israel entendieron aquel día, que no había venido del rey que Abner hijo de Ner muriese. 38Entonces el rey dijo a sus siervos: ¿No sabéis que ha caído hoy en Israel un príncipe, y grande? 39Que yo ahora aún soy tierno rey ungido; y estos hombres, los hijos de Sarvia, muy duros me son; el SEÑOR dé el pago al que mal hace, conforme a su malicia.