Visión general de 2 Timoteo
Tipo de libro: Epístola Pastoral, libro número 16 del Nuevo Testamento.
Autor: El apóstol Pablo, de acuerdo con 2 Timoteo 1:1.
Audiencia: Segunda de Timoteo es una de las cuatro cartas del Nuevo Testamento que Pablo le escribió a una persona específica. Los otras son 1 Timoteo, Tito y Filemón. Timoteo es el único individuo que recibió dos cartas individuales de Pablo durante el Nuevo Testamento. Segunda de Timoteo se acepta tradicionalmente como la última carta del Nuevo Testamento que Pablo escribió, ya que en ella Pablo habla sobre su muerte inminente.
Timoteo era de Listra, en la actual Turquía. Tenía un padre griego y una madre judía. La madre de Timoteo, Eunice, y la abuela, Loida, también eran creyentes (2 Timoteo 1:5), y lo habían educado en las escrituras del Antiguo Testamento (2 Timoteo 3:15). Timoteo se convirtió al cristianismo por Pablo (1 Timoteo 1:2). En Hechos 16:1–5 se nos dice que los creyentes de Listra e Iconio hablaban bien de Timoteo. Pablo quería llevarse a Timoteo durante su viaje misionero, pero Timoteo no estaba circuncidado. Esta fue la razón por la que Pablo decidió circuncidarlo, para que pudieran tener menos problemas durante sus viajes y el ministerio.
También se menciona que Timoteo estuvo con Pablo durante su primer encarcelamiento en Roma (Colosenses 1:1; Filemón 1:1, 22–25). En 1 Timoteo, Pablo le escribió a Timoteo cuando estaba en éfeso, donde lo había dejado para servir como líder de las iglesias que había allí alrededor del año 60 d.C. En 2 Timoteo, Pablo quería que Timoteo volviera, es decir, que dejara éfeso y volviera con Pablo a Roma. En realidad, se desconoce si Timoteo llegó a visitarlo. Sin embargo, Timoteo también cumplió al menos un tiempo en la cárcel debido a su fe, aunque luego fue liberado, pero no sabemos cuando (Hebreos 13:23).
Fecha: Escrito aproximadamente entre el 65 y el 67 d.C., justo antes de la muerte de Pablo bajo el emperador romano Nerón. Esta carta fue escrita en algún momento después de que se les culpara a los cristianos por los incendios que ocurrieron Roma durante el verano del 64 d.C. Esto ocurrió poco antes de la muerte de Nerón en la primavera del 68 d.C.
Resumen: Esta carta de cuatro capítulos se centra en las palabras finales que Pablo comparte con Timoteo, enfatizando la necesidad de perseverar en la fe. Timoteo debía ser fiel en su obra (2 Timoteo 1:6), continuar con una doctrina sana (2 Timoteo 1:13–14) y predicar la Palabra (2 Timoteo 3:15—4:5). Luego, debía transmitirles lo que había aprendido a otros (2 Timoteo 2:2).
El capítulo 1 incluye un saludo (2 Timoteo 1:1–2) y unas palabras de ánimo para Timoteo (2 Timoteo 1:3–5). Pablo anhelaba verlo, y le recordó a Timoteo detalles sobre su fe, la cual comenzó con su abuela, esta pasó a su madre y luego le llegó a él. Timoteo debía servir como un "buen soldado de Jesucristo" (2 Timoteo 2:3).
El capítulo 2 se centra en el carácter de la persona que sirve a Cristo y se nos presentan varias características de estas personas, principalmente a través de ejemplos y símbolos. Estos incluyen el ejemplo de Pablo (2 Timoteo 2:1–2), un soldado (2 Timoteo 2:3–4), un atleta (2 Timoteo 2:5), un agricultor (2 Timoteo 2:6–7), Jesús (2 Timoteo 2:8–13), un trabajador (2 Timoteo 2:14–19), un recipiente (2 Timoteo 2:20–23) y un siervo (2 Timoteo 2:24–26).
El capítulo 3 comparte varias advertencias con Timoteo. La primera habla sobre la apostasía (2 Timoteo 3:1–9), contra la cual se le advierte fuertemente a Timoteo. La segunda advertencia se relaciona con las formas de derrotar o vencer la apostasía y las falsas enseñanzas (2 Timoteo 3:10–17).
El capítulo 4 desarrolla la importancia de predicar la Palabra de Dios (2 Timoteo 4:1–5) y luego ofrece algunos pensamientos finales (2 Timoteo 4:6–22). Pablo habla sobre su perspectiva sobre el final de su vida (2 Timoteo 4:6–7), su futuro con Cristo (2 Timoteo 4:8) y sus amigos en este mundo (2 Timoteo 4:9–18). A esto le siguen las palabras finales, y Pablo le pide a Timoteo que vuelva con él (2 Timoteo 4:21).
Versículos clave (RVC)
2 Timoteo 1:7: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 2:15: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
2 Timoteo 3:16–17: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2 Timoteo 4:2: "Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
2 Timoteo 4:7–8: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.