Cantares capitulo 1
La Biblia de las Américas
2¡Que me bese con los besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. 3Tus ungüentos tienen olor agradable, tu nombre es como ungüento purificado ; por eso te aman las doncellas.
5Soy morena pero preciosa, oh hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar, como las cortinas de Salomón. 6No os fijéis en que soy morena, porque el sol me ha quemado. Los hijos de mi madre se enojaron conmigo ; me pusieron a guardar las viñas, y mi propia viña no guardé. 7Dime, amado de mi alma : ¿Dónde apacientas tu rebaño ? ¿Dónde lo haces descansar al mediodía? ¿Por qué he de ser yo como una que se cubre con velo junto a los rebaños de tus compañeros ?
9A mi yegua, entre los carros de Faraón, yo te comparo, amada mía. 10Hermosas son tus mejillas entre los adornos, tu cuello entre los collares.
Nueva Biblia de las Américas
2“¡Que me bese con los besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. 3Tus ungüentos tienen olor agradable, Tu nombre es como ungüento purificado; Por eso te aman las doncellas.
5“Soy morena pero preciosa, Oh hijas de Jerusalén, Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón. 6No se fijen en que soy morena, Porque el sol me ha quemado. Los hijos de mi madre se enojaron conmigo; Me pusieron a guardar las viñas, Pero mi propia viña no guardé. 7Dime, amado de mi alma: ¿Dónde apacientas tu rebaño? ¿Dónde lo haces descansar al mediodía? ¿Por qué he de ser yo como una que se cubre con velo Junto a los rebaños de tus compañeros?”
9“A mi yegua, entre los carros de Faraón, Yo te comparo, amada mía. 10Hermosas son tus mejillas entre los adornos, Tu cuello entre los collares.”
Nueva Versión Internacional
1Cantar de los cantares de Salomón. 2Ah, si me besaras con los besos de tu boca… ¡grato en verdad es tu amor, más que el vino! 3Grata es también, de tus perfumes, la fragancia; tú mismo eres bálsamo fragante. ¡Con razón te aman las doncellas! 4¡Hazme del todo tuya! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! Regocijémonos y deleitémonos juntos, celebraremos tus caricias más que el vino. ¡Sobran las razones para amarte! 5Morena soy, pero hermosa, hijas de Jerusalén; morena como las carpas de Cedar, hermosa como los pabellones de Salmá. 6No se fijen en mi tez morena, ni en que el sol me bronceó la piel. Mis hermanos se enfadaron contra mí, y me obligaron a cuidar las viñas; ¡y mi propia viña descuidé! 7Cuéntame, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?, ¿dónde a la hora de la siesta los haces reposar? ¿Por qué he de andar vagando entre los rebaños de tus amigos? 8Si no lo sabes, bella entre las bellas, ve tras la huella del rebaño y apacienta a tus cabritos junto a las moradas de los pastores. 9Tú y tus adornos, amada mía, me recuerdan a las yeguas enjaezadas de los carros del faraón. 10¡Qué hermosas lucen tus mejillas entre los pendientes! ¡Qué hermoso luce tu cuello entre los collares! 11¡Haremos para ti pendientes de oro con incrustaciones de plata! 12Mientras el rey se halla sentado a la mesa, mi perfume esparce su fragancia. 13Mi amado es para mí como el saquito de mirra que duerme entre mis pechos. 14Mi amado es para mí como un ramito de azahar de las viñas de Engadi. 15¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas! 16¡Cuán hermoso eres, amado mío! ¡Eres un encanto! Una alfombra de verdor es nuestro lecho, 17los cedros son las vigas de la casa y nos cubre un techo de cipreses.
Reina-Valera 1960
1Cantar de los cantares, el cual es de Salomón. 2¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. 3A más del olor de tus suaves ungüentos, Tu nombre es como ungüento derramado; Por eso las doncellas te aman. 4Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más que del vino; Con razón te aman.
5Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón. 6No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé. 7Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros?
8Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, Ve, sigue las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores. 9A yegua de los carros de Faraón Te he comparado, amiga mía. 10Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, Tu cuello entre los collares. 11Zarcillos de oro te haremos, Tachonados de plata.
Biblia del Jubileo
1Canción de canciones, la cual es de Salomón. 2¡Oh!, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. 3Por el olor de tus suaves ungüentos (Ungüento derramado es tu nombre), por eso las doncellas te amaron. 4Atráeme en pos de ti, correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; nos gozaremos y alegraremos en ti; acordarémonos de tus amores más que del vino. Los rectos te aman. 5Morena soy, oh hijas de Jerusalén, mas codiciable; como las cabañas de Cedar, como las tiendas de Salomón. 6No miréis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, me hicieron guarda de viñas; y mi viña, que era mía, no guardé. 7Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al medio día; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros? 8Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, sal, yéndote por las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.
9A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amiga mía. 10Hermosas son tus mejillas entre los zarcillos, tu cuello entre los collares. 11Zarcillos de oro te haremos, con clavos de plata. 12Mientras que el rey estaba en su reclinatorio, mi nardo dio su olor. 13Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos. 14Racimo de alcanfor en las viñas de En-gadi es para mí mi amado. 15He aquí que tú eres hermosa, oh compañera mía; he aquí que eres hermosa; tus ojos de paloma. 16He aquí que tú eres hermoso, oh amado mío, y suave; nuestro lecho también florido. 17Las vigas de nuestras casas son de cedro, y de hayas los artesonados.