Cantares capitulo 2
La Biblia de las Américas
3Como el manzano entre los árboles del bosque, así es mi amado entre los jóvenes. A su sombra placentera me he sentado, y su fruto es dulce a mi paladar. 4El me ha traído a la sala del banquete, y su estandarte sobre mí es el amor. 5Sustentadme con tortas de pasas, reanimadme con manzanas, porque estoy enferma de amor. 6Esté su izquierda bajo mi cabeza y su derecha me abrace.
8¡Una voz! ¡Mi amado! He aquí, él viene, saltando por los montes, brincando por los collados. 9Mi amado es semejante a una gacela o a un cervatillo. He aquí, se detiene detrás de nuestro muro, mirando por las ventanas, atisbando por las celosías.
10Mi amado habló, y me dijo: “Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven conmigo. 11“Pues mira, ha pasado el invierno, ha cesado la lluvia y se ha ido. 12“Han aparecido las flores en la tierra; ha llegado el tiempo de la poda, y se oye la voz de la tórtola en nuestra tierra. 13“La higuera ha madurado sus higos, y las vides en flor han esparcido su fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía, y ven conmigo.”
Nueva Biblia de las Américas
3“Como el manzano entre los árboles del bosque, Así es mi amado entre los jóvenes. A su sombra placentera me he sentado, Y su fruto es dulce a mi paladar. 4El me ha traído a la sala del banquete, Y su estandarte sobre mí es el amor. 5Susténtenme con tortas de pasas, Reanímenme con manzanas, Porque estoy enferma de amor. 6Que su izquierda esté bajo mi cabeza Y su derecha me abrace.”
8“¡Una voz! ¡Mi amado! ¡Miren, él viene, Saltando por los montes, Brincando por los collados! 9Mi amado es semejante a una gacela o a un cervatillo. ¡Miren, se detiene detrás de nuestro muro, Mirando por las ventanas, Espiando por las celosías!
10Mi amado habló, y me dijo: ‘Levántate, amada mía, hermosa mía, Y ven conmigo. 11Pues mira, ha pasado el invierno, Ha cesado la lluvia y se ha ido. 12Han aparecido las flores en la tierra; Ha llegado el tiempo de podar las vides, Y se oye la voz de la tórtola en nuestra tierra. 13‘La higuera ha madurado sus higos, Y las vides en flor han esparcido su fragancia. ¡Levántate amada mía, hermosa mía, Y ven conmigo!’”
Nueva Versión Internacional
1Yo soy una rosa de Sarón, una azucena de los valles. 2Como azucena entre las espinas es mi amada entre las mujeres. 3Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los hombres. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto. 4Me llevó a la sala del banquete, y sobre mí enarboló su bandera de amor. 5¡Fortalézcanme con pasas, susténtenme con manzanas, porque desfallezco de amor! 6¡Ojalá pudiera mi cabeza reposar sobre su izquierda! ¡Ojalá su derecha me abrazara! 7Yo les ruego, mujeres de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que ella quiera despertar. 8¡La voz de mi amado! ¡Mírenlo, aquí viene!, saltando por las colinas, brincando por las montañas. 9Mi amado es como un venado; se parece a un cervatillo. ¡Mírenlo, de pie tras nuestro muro, espiando por las ventanas, atisbando por las celosías!
10Mi amado me habló y me dijo: «¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa! 11¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias! 12Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. 13La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia. ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!» 14Paloma mía, que te escondes en las grietas de las rocas, en las hendiduras de las montañas, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante. 15Atrapen a las zorras, a esas zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros viñedos en flor. 16Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta su rebaño entre azucenas. 17Antes de que el día despunte y se desvanezcan las sombras, regresa a mí, amado mío. Corre como un venado, como un cervatillo por colinas escarpadas.
Reina-Valera 1960
3Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los jóvenes; Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar. 4Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor. 5Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas; Porque estoy enferma de amor. 6Su izquierda esté debajo de mi cabeza, Y su derecha me abrace. 7Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, Por los corzos y por las ciervas del campo, Que no despertéis ni hagáis velar al amor, Hasta que quiera.
8¡La voz de mi amado! He aquí él viene Saltando sobre los montes, Brincando sobre los collados. 9Mi amado es semejante al corzo, O al cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, Mirando por las ventanas, Atisbando por las celosías. 10Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. 11Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; 12Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. 13La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. 14Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto. 15Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne.
Biblia del Jubileo
1Yo soy el Lirio del campo (de Sarón), y la rosa de los valles. 2Como el lirio entre las espinas, así es mi amiga entre las doncellas. 3Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los hijos; bajo su sombra deseé sentarme, y su fruto fue dulce en mi paladar. 4Me llevó a la cámara del vino, y puso su bandera de amor sobre mí. 5Sustentadme con frascos de vino, esforzadme con manzanas; porque estoy enferma de amor. 6Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace. 7Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por las gamas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor hasta que él quiera. 8¡La voz de mi amado! He aquí él viene saltando sobre los montes, brincando sobre los collados. 9Mi amado es semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos. Helo aquí, está tras nuestra pared, mirando por las ventanas, mostrándose por las rejas. 10Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh compañera mía, hermosa mía, y vente. 11Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; 12se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción es venido, y en nuestra tierra se ha oído la voz de la tórtola; 13la higuera ha echado sus higos, y las vides en cierne dieron olor; levántate, oh compañera mía, hermosa mía, y vente. 14Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de la escalera, muéstrame tu vista, hazme oír tu voz; porque tu voz es dulce, y tu vista hermosa. 15Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne. 16Mi amado es mío, y yo suya; el apacienta entre lirios. 17Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, vuélvete, amado mío; sé semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos, sobre los montes de Beter.