Cantares capitulo 3
La Biblia de las Américas
1En mi lecho, por las noches, he buscado al que ama mi alma ; lo busqué, mas no lo hallé. 2“Me levantaré ahora, y andaré por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma.” Lo busqué, mas no lo hallé. 3Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, y les dije: “¿Habéis visto al que ama mi alma?” 4Apenas los había pasado cuando hallé al que ama mi alma ; lo agarré y no quise soltarlo, hasta que lo introduje en la casa de mi madre y en la alcoba de la que me concibió.
6¿Qué es eso que sube del desierto como columnas de humo, con perfume de mirra e incienso, con todos los polvos aromáticos del mercader ? 7He aquí, es la litera de Salomón; sesenta valientes la rodean, de los valientes de Israel. 8Todos ellos manejan la espada, son diestros en la guerra, cada uno tiene la espada a su lado, contra los peligros de la noche. 9El rey Salomón se ha hecho un palanquín de madera del Líbano. 10Hizo sus columnas de plata, su respaldo de oro y su asiento de púrpura, su interior tapizado con amor por las hijas de Jerusalén. 11Salid, hijas de Sion, y contemplad al rey Salomón con la corona con la cual su madre lo coronó el día de sus bodas, el día de la alegría de su corazón.
Nueva Biblia de las Américas
1“En mi lecho, por las noches, he buscado Al que ama mi alma; Lo busqué, pero no lo hallé. 2‘Me levantaré ahora, y andaré por la ciudad; Por las calles y por las plazas Buscaré al que ama mi alma.’ Lo busqué, pero no lo hallé. 3Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, Y les dije: ‘¿Han visto al que ama mi alma?’ 4Apenas los había pasado Cuando hallé al que ama mi alma; Lo agarré y no quise soltarlo, Hasta que lo llevé a la casa de mi madre Y a la alcoba de la que me concibió.”
6“¿Qué es eso que sube del desierto Como columnas de humo, Con perfume de mirra e incienso, Con todos los polvos aromáticos del mercader? 7¡Miren! Es la litera de Salomón; Sesenta valientes la rodean, De los valientes de Israel. 8Todos ellos manejan la espada, Son diestros en la guerra, Cada uno tiene la espada a su lado, Contra los peligros de la noche. 9El rey Salomón se ha hecho un carruaje De madera del Líbano. 10Hizo sus columnas de plata, Su respaldo de oro Y su asiento de púrpura, Su interior tapizado con amor Por las hijas de Jerusalén. 11Salgan, hijas de Sion, Y contemplen al rey Salomón con la corona Con la cual su madre lo coronó El día de sus bodas, El día de la alegría de su corazón.”
Nueva Versión Internacional
1Por las noches, sobre mi lecho, busco al amor de mi vida; lo busco y no lo hallo. 2Me levanto, y voy por la ciudad, por sus calles y mercados, buscando al amor de mi vida. ¡Lo busco y no lo hallo!
3Me encuentran los centinelas mientras rondan la ciudad. Les pregunto: «¿Han visto ustedes al amor de mi vida?» 4No bien los he dejado, cuando encuentro al amor de mi vida. Lo abrazo y, sin soltarlo, lo llevo a la casa de mi madre, a la alcoba donde ella me concibió. 5Yo les ruego, mujeres de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que ella quiera despertar. 6¿Qué es eso que sube por el desierto semejante a una columna de humo, entre aromas de mirra e incienso, entre exóticos perfumes? 7¡Miren! ¡Es el carruaje de Salomón! Viene escoltado por sesenta guerreros, escogidos entre los más valientes de Israel. 8Todos ellos portan espadas, y han sido adiestrados para el combate; cada uno lleva la espada al cinto por causa de los peligros de la noche. 9Salomón mismo se hizo el carruaje con finas maderas del Líbano. 10Hizo de plata las columnas, y de oro los soportes. El asiento lo tapizó de púrpura, y su interior fue decorado con esmero por las hijas de Jerusalén.
Reina-Valera 1960
1Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé. 2Y dije: Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; Por las calles y por las plazas Buscaré al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé. 3Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, Y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma? 4Apenas hube pasado de ellos un poco, Hallé luego al que ama mi alma; Lo así, y no lo dejé, Hasta que lo metí en casa de mi madre, Y en la cámara de la que me dio a luz. 5Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, Por los corzos y por las ciervas del campo, Que no despertéis ni hagáis velar al amor, Hasta que quiera. 6¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo, Sahumada de mirra y de incienso Y de todo polvo aromático? 7He aquí es la litera de Salomón; Sesenta valientes la rodean, De los fuertes de Israel. 8Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; Cada uno su espada sobre su muslo, Por los temores de la noche. 9El rey Salomón se hizo una carroza De madera del Líbano. 10Hizo sus columnas de plata, Su respaldo de oro, Su asiento de grana, Su interior recamado de amor Por las doncellas de Jerusalén. 11Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón Con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, Y el día del gozo de su corazón.
Biblia del Jubileo
1Por las noches busqué en mi cama al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé. 2Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé. 3Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma? 4Pasando de ellos un poco, hallé luego al que mi alma ama; trabé de él, y no lo dejé, hasta que lo metí en casa de mi madre, y en la cámara de la que me dio a luz. 5Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por las gamas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que él quiera.
6¿Quién es ésta que sube del desierto como varas de humo, sahumada de mirra y de incienso, y de todos los polvos aromáticos? 7He aquí es la cama de Salomón; sesenta fuertes la rodean, de los fuertes de Israel. 8Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; cada uno su cuchillo sobre su muslo, por los temores de la noche. 9El rey Salomón se hizo un tálamo de madera del Líbano. 10Sus columnas hizo de plata, su solado de oro, su cielo de grana, su interior enlosado de amor, por las doncellas de Jerusalén. 11Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón.