Deuteronomio capitulo 12
La Biblia de las Américas
1Estos son los estatutos y los decretos que observaréis cuidadosamente en la tierra que el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha dado para que la poseas todos los días que viváis sobre su suelo. 2Destruiréis completamente todos los lugares donde las naciones que desposeeréis sirven a sus dioses: sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso. 3Y demoleréis sus altares, quebraréis sus pilares sagrados, quemaréis a fuego sus imágenes de Asera, derribaréis las imágenes talladas de sus dioses y borraréis su nombre de aquel lugar. 4No procederéis así con el SEÑOR vuestro Dios, 5sino que buscaréis al SEÑOR en el lugar en que el SEÑOR vuestro Dios escoja de todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su morada, y allí vendréis. 6Y allí traeréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la contribución de vuestra mano, vuestras ofrendas votivas, vuestras ofrendas voluntarias, y el primogénito de vuestras vacas y de vuestras ovejas. 7Allí también vosotros y vuestras familias comeréis en presencia del SEÑOR vuestro Dios, y os alegraréis en todas vuestras empresas en las cuales el SEÑOR vuestro Dios os ha bendecido. 8De ninguna manera haréis lo que hacemos aquí hoy, que cada cual hace lo que le parece bien a sus propios ojos; 9porque todavía no habéis llegado al lugar de reposo y a la heredad que el SEÑOR vuestro Dios os da. 10Cuando crucéis el Jordán y habitéis en la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da en heredad, y El os dé descanso de todos vuestros enemigos alrededor de vosotros para que habitéis seguros, 11entonces sucederá que al lugar que el SEÑOR vuestro Dios escoja para morada de su nombre, allí traeréis todo lo que yo os mando: vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y la ofrenda alzada de vuestra mano, y todo lo más selecto de vuestras ofrendas votivas que habéis prometido al SEÑOR. 12Y os alegraréis en presencia del SEÑOR vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que vive dentro de vuestras puertas, ya que no tiene parte ni heredad entre vosotros. 13Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas, 14sino en el lugar que el SEÑOR escoja en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.
15Sin embargo, podrás matar y comer carne dentro de todas tus puertas, conforme a tu deseo, según la bendición que el SEÑOR tu Dios te ha dado ; el inmundo y el limpio podrán comerla, como si fuera de gacela o de ciervo. 16Sólo que no comeréis la sangre ; la derramaréis como agua sobre la tierra. 17No te es permitido comer dentro de tus ciudades el diezmo de tu grano, de tu mosto, o de tu aceite, ni de los primogénitos de tus vacas o de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas que prometas, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano, 18sino que lo comerás en presencia del SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita que vive dentro de tus puertas ; y te alegrarás en presencia del SEÑOR tu Dios de toda la obra de tus manos. 19Cuídate de no desamparar al levita mientras vivas en tu tierra.
20Cuando el SEÑOR tu Dios haya extendido tus fronteras como te ha prometido, y tú digas: “Comeré carne”, porque deseas comer carne, entonces podrás comer carne, toda la que desees. 21Si el lugar que el SEÑOR tu Dios escoge para poner su nombre está muy lejos de ti, entonces podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que el SEÑOR te ha dado, como te he ordenado, y podrás comer dentro de tus ciudades todo lo que desees. 22Tal como se come la gacela y el ciervo, así la podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer de ella. 23Sólo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne. 24No la comerás; la derramarás como agua sobre la tierra. 25No la comerás, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, porque estarás haciendo lo que es justo delante del SEÑOR. 26Solamente las cosas sagradas que tengas y tus ofrendas votivas, las tomarás e irás al lugar que el SEÑOR escoja. 27Y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del SEÑOR tu Dios ; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, y podrás comer la carne. 28Escucha con cuidado todas estas palabras que te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, porque estarás haciendo lo que es bueno y justo delante del SEÑOR tu Dios.
29Cuando el SEÑOR tu Dios haya destruido delante de ti las naciones que vas a desposeer, y las hayas desposeído y habites en su tierra, 30cuídate de no caer en una trampa imitándolas, después que hayan sido destruidas delante de ti, y de no buscar sus dioses, diciendo: “¿Cómo servían estas naciones a sus dioses para que yo haga lo mismo?” 31No procederás así para con el SEÑOR tu Dios, porque toda acción abominable que el SEÑOR odia ellos la han hecho en honor de sus dioses; porque aun a sus hijos y a sus hijas queman en el fuego en honor a sus dioses.
Nueva Biblia de las Américas
1“Estos son los estatutos y los decretos que observarán cuidadosamente en la tierra que el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha dado para que la poseas todos los días que ustedes vivan sobre su suelo. 2Destruirán completamente todos los lugares donde las naciones que desposeerán sirven a sus dioses: sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso. 3Y demolerán sus altares, quebrarán sus pilares sagrados, quemarán a fuego sus imágenes de Asera, derribarán las imágenes talladas de sus dioses y borrarán su nombre de aquel lugar.
4No actuarán así con el SEÑOR su Dios, 5sino que buscarán al SEÑOR en el lugar en que el SEÑOR su Dios escoja de todas sus tribus, para poner allí Su nombre para Su morada, y allí ustedes irán. 6Allí llevarán sus holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, la contribución de su mano, sus ofrendas votivas (de sus votos), sus ofrendas voluntarias, y el primogénito de sus vacas y de sus ovejas. 7Allí también ustedes y sus familias comerán en presencia del SEÑOR su Dios, y se alegrarán en todas sus empresas en las cuales el SEÑOR su Dios los ha bendecido. 8De ninguna manera harán lo que hacemos aquí hoy, que cada cual hace lo que le parece bien a sus propios ojos; 9porque todavía no han llegado al lugar de reposo y a la heredad que el SEÑOR su Dios les da.
10Cuando crucen el Jordán y habiten en la tierra que el SEÑOR su Dios les da en heredad, y El les dé descanso de todos sus enemigos alrededor de ustedes para que habiten seguros, 11entonces sucederá que al lugar que el SEÑOR, su Dios, escoja para morada de Su nombre, allí traerán todo lo que yo les mando: sus holocaustos y sus sacrificios, sus diezmos y la ofrenda alzada de su mano, y todo lo más selecto de sus ofrendas votivas que han prometido al SEÑOR. 12Y se alegrarán en presencia del SEÑOR su Dios, ustedes, sus hijos y sus hijas, sus siervos y sus siervas, y el Levita que vive dentro de sus puertas, ya que no tiene parte ni heredad entre ustedes.
13“Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas, 14sino en el lugar que el SEÑOR escoja en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.
15“Sin embargo, podrás matar y comer carne dentro de todas tus puertas (tus ciudades), conforme a tu deseo, según la bendición que el SEÑOR tu Dios te ha dado; el inmundo y el limpio podrán comerla, como si fuera de gacela o de ciervo. 16Sólo que ustedes no comerán la sangre; la derramarán sobre la tierra como el agua.
17No te es permitido comer dentro de tus ciudades el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo o de tu aceite, ni de los primogénitos de tus vacas o de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas (los votos) que prometas, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano, 18sino que lo comerás en presencia del SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el Levita que vive dentro de tus puertas (de tus ciudades); y te alegrarás en presencia del SEÑOR tu Dios de toda la obra de tus manos. 19Cuídate de no desamparar al Levita mientras vivas en tu tierra.
20“Cuando el SEÑOR tu Dios haya extendido tus fronteras como te ha prometido, y tú digas: ‘Comeré carne,’ porque deseas comer carne, entonces podrás comer carne, toda la que desees. 21Si el lugar que el SEÑOR tu Dios escoge para poner Su nombre está muy lejos de ti, entonces podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que el SEÑOR te ha dado, como te he ordenado, y podrás comer dentro de tus puertas (de tus ciudades) todo lo que desees. 22Tal como se come la gacela y el ciervo, así la podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer de ella. 23Sólo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne. 24No la comerás; la derramarás sobre la tierra como el agua. 25No la comerás, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, porque estarás haciendo lo que es justo delante del SEÑOR.
26Solamente las cosas sagradas que tengas y tus ofrendas votivas (de tus votos), las tomarás e irás al lugar que el SEÑOR escoja. 27Ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del SEÑOR tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, y podrás comer la carne. 28Escucha con cuidado todas estas palabras que te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, porque estarás haciendo lo que es bueno y justo delante del SEÑOR tu Dios.
29“Cuando el SEÑOR tu Dios haya destruido delante de ti las naciones que vas a desposeer, y las hayas desposeído y habites en su tierra, 30cuídate de no caer en una trampa imitándolas, después que hayan sido destruidas delante de ti, y de no buscar sus dioses, diciendo: ‘¿Cómo servían estas naciones a sus dioses para que también yo haga lo mismo?’ 31No procederás así para con el SEÑOR tu Dios, porque toda acción abominable que el SEÑOR odia, ellos la han hecho en honor de sus dioses; porque aun a sus hijos y a sus hijas queman en el fuego en honor a sus dioses.
Nueva Versión Internacional
1»Estos son los preceptos y las normas que tendrán cuidado de poner en práctica mientras vivan en la tierra que el SEÑOR y Dios de sus antepasados les ha dado en posesión: 2Destruirán por completo todos los lugares donde adoran a sus dioses las naciones que ustedes van a desposeer, es decir, en las montañas, en las colinas y debajo de todo árbol frondoso.
4»No harán lo mismo con el SEÑOR su Dios, 5sino que irán y lo buscarán en el lugar donde, de entre todas las tribus de ustedes, él decida habitar. 6Allí llevarán ustedes sus holocaustos, sacrificios, diezmos, contribuciones, promesas, ofrendas voluntarias, y los primogénitos de sus ganados y rebaños. 7Allí, en la presencia del SEÑOR su Dios, ustedes y sus familias comerán y se regocijarán por los logros de su trabajo, porque el SEÑOR su Dios los habrá bendecido.
8»Ustedes no harán allí lo que ahora hacemos aquí, donde cada uno hace lo que mejor le parece, 9pues todavía no han entrado en el reposo ni en la herencia que les da el SEÑOR su Dios. 10Pero ustedes cruzarán el río Jordán y vivirán en la tierra que el SEÑOR su Dios les da en herencia; él los librará de sus enemigos que los rodean, y ustedes vivirán seguros. 11Y al lugar donde el SEÑOR su Dios decida habitar llevarán todo lo que les he ordenado: holocaustos, sacrificios, diezmos, contribuciones, y las ofrendas más selectas que le hayan prometido al SEÑOR. 12Y se regocijarán en la presencia del SEÑOR su Dios, junto con sus hijos e hijas, con sus esclavos y esclavas, y con los levitas que vivan en las ciudades de ustedes, pues ellos no tendrán ninguna posesión ni herencia.
13»Cuando ofrezcas holocaustos, cuídate de no hacerlo en el lugar que te plazca. 14Los ofrecerás solo en el lugar que el SEÑOR elija en una de tus tribus, y allí harás todo lo que yo te ordeno. 15Sin embargo, siempre que lo desees podrás matar animales y comer su carne en cualquiera de tus ciudades, según el SEÑOR tu Dios te haya bendecido. Podrás comerla, estés o no ritualmente puro, como si se tratara de carne de gacela o de ciervo. 16Pero no deberás comer la sangre, sino que la derramarás en la tierra como si fuera agua.
17»No podrás comer en tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu vino o de tu aceite, ni los primogénitos de tus ganados y de tus rebaños, ni lo que hayas prometido dar, ni tus ofrendas voluntarias ni tus contribuciones. 18Disfrutarás de ellos en presencia del SEÑOR tu Dios, en el lugar que él elija. Así también lo harán tu hijo y tu hija, tu esclavo y tu esclava, y los levitas que vivan en tus ciudades, y te alegrarás ante el SEÑOR tu Dios por los logros de tu trabajo. 19Cuídate de no abandonar al levita mientras vivas en tu tierra.
20»Cuando el SEÑOR tu Dios haya extendido tu territorio, según te lo ha prometido, y digas: “¡Cómo quisiera comer carne!”, podrás comer toda la carne que quieras. 21Si queda demasiado lejos el lugar donde el SEÑOR tu Dios decida habitar, podrás sacrificar animales de tus ganados y rebaños, según mis instrucciones, y comer en tus pueblos todo lo que quieras. 22Come de su carne como si fuera carne de gacela o de ciervo. Estés o no ritualmente puro, podrás comerla. 23Pero asegúrate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida. No debes comer la vida con la carne. 24En lugar de comerla, derrámala en la tierra como si fuera agua. 25No comas la sangre, para que te vaya bien a ti y a tu descendencia, pues estarás haciendo lo recto a los ojos del SEÑOR.
26»Las cosas que hayas consagrado, y las ofrendas que hayas prometido, prepáralas y llévalas al lugar que el SEÑOR habrá de elegir. 27Tanto la carne como la sangre de tus holocaustos las ofrecerás sobre el altar del SEÑOR tu Dios. Derramarás la sangre sobre el altar, pero podrás comer la carne.
29»Ante tus propios ojos el SEÑOR tu Dios exterminará a las naciones que vas a invadir y desposeer. Cuando las hayas expulsado y te hayas establecido en su tierra, 30después de haberlas destruido cuídate de no seguir su ejemplo y caer en la trampa de inquirir acerca de sus dioses. No preguntes: “¿Cómo adoraban estas naciones a sus dioses, para que yo pueda hacer lo mismo?” 31No adorarás de esa manera al SEÑOR tu Dios, porque al SEÑOR le resulta abominable todo lo que ellos hacen para honrar a sus dioses. ¡Hasta quemaban a sus hijos e hijas en el fuego como sacrificios a sus dioses!
Reina-Valera 1960
1Éstos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra. 2Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso. 3Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar. 4No haréis así a Jehová vuestro Dios, 5sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis. 6Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; 7y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido. 8No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece, 9porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios. 10Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros. 11Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová. 12Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros. 13Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; 14sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.
15Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podrá comer, como la de gacela o de ciervo. 16Solamente que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua. 17Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos; 18sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos. 19Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra.
20Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla, conforme a lo que deseaste podrás comer. 21Si estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseares. 22Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, así las podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer también de ellas. 23Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás la vida juntamente con su carne. 24No la comerás; en tierra la derramarás como agua. 25No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto ante los ojos de Jehová. 26Pero las cosas que hubieres consagrado, y tus votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar que Jehová hubiere escogido; 27y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu Dios, y podrás comer la carne. 28Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.
29Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, 30guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré. 31No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses.
Biblia del Jubileo
1Estos son los estatutos y derechos que guardaréis para hacer en la tierra que el SEÑOR el Dios de tus padres te ha dado para que la heredes, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra. 2Destruiréis enteramente todos los lugares donde los gentiles que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol espeso; 3y derribaréis sus altares, y quebraréis sus imágenes, y sus bosques consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis el nombre de ellas de aquel lugar. 4No haréis así al SEÑOR vuestro Dios. 5Mas el lugar que el SEÑOR vuestro Dios escogiere de todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ese buscaréis, y allá iréis. 6Y allí llevaréis vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, y vuestros diezmos, y la ofrenda de vuestras manos, y vuestras promesas, y vuestras ofrendas voluntarias, y los primerizos de vuestras vacas y de vuestras ovejas; 7y comeréis allí delante del SEÑOR vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en que el SEÑOR tu Dios te hubiere bendecido. 8No haréis como todo lo que nosotros hacemos aquí ahora, cada uno lo que bien le parece, 9porque aún hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da el SEÑOR vuestro Dios. 10Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os hace heredar, y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros. 11Y entonces, al lugar que el SEÑOR vuestro Dios escogiere para hacer habitar en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y las ofrendas de vuestras manos, y toda elección de vuestros votos que hubiereis prometido al SEÑOR; 12y os alegraréis delante del SEÑOR vuestro Dios, vosotros, y vuestros hijos, y vuestras hijas, y vuestros siervos, y vuestras siervas, y el levita que estuviere en vuestras puertas; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros. 13Guárdate, que no ofrezcas tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; 14sino en el lugar que el SEÑOR escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando. 15Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme al deseo de tu alma, según la bendición del SEÑOR tu Dios que él te habrá dado; el inmundo y el limpio la comerá, como la de corzo o de ciervo. 16Salvo que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua. 17Ni podrás comer en tus poblaciones el diezmo de tu grano, o de tu vino, o de tu aceite, ni los primerizos de tus vacas, ni de tus ovejas, ni tus votos que prometieres, ni tus ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos. 18Mas delante del SEÑOR tu Dios las comerás, en el lugar que el SEÑOR tu Dios hubiere escogido, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el levita que está en tus poblaciones; y te alegrarás delante del SEÑOR tu Dios en toda obra de tus manos. 19Guárdate de no desamparar al levita en todos tus días sobre tu tierra. 20Cuando el SEÑOR tu Dios ensanchare tu término, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseó tu alma comerla, conforme a todo el deseo de tu alma comerás carne. 21Cuando estuviere lejos de ti el lugar que el SEÑOR tu Dios habrá escogido, para poner allí su nombre, matarás de tus vacas y de tus ovejas, que el SEÑOR te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseare tu alma. 22Lo mismo que se come el corzo y el ciervo, así las comerás; el inmundo y el limpio comerán también de ellas. 23Solamente que te esfuerces a no comer sangre; porque la sangre es el alma (o la vida); y no has de comer el alma juntamente con su carne. 24No la comerás; en tierra la derramarás como agua. 25No comerás de ella; para que te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto en ojos del SEÑOR. 26Pero las cosas que tuvieres tú consagradas, y tus votos, las tomarás, y vendrás al lugar que el SEÑOR hubiere escogido; 27y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del SEÑOR tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, y comerás la carne. 28Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, cuando hiciereis lo bueno y lo recto en los ojos del SEÑOR tu Dios.
29Cuando hubiere talado delante de ti el SEÑOR tu Dios los gentiles adonde tú vas para heredarlos, y los heredares, y habitaréis en su tierra, 30guárdate que no tropieces en pos de ellos, después que fueren destruidos delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellos gentiles a sus dioses, así haré yo también. 31No harás así al SEÑOR tu Dios; porque todo lo que el SEÑOR aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos e hijas quemaban en el fuego a sus dioses. 32Guardaréis de hacer todo lo que yo os mando; no añadirás a ello, ni quitarás de ello.