Éxodo capitulo 16
La Biblia de las Américas
1Partieron de Elim, y toda la congregación de los hijos de Israel llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, el día quince del segundo mes después de su salida de la tierra de Egipto. 2Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y contra Aarón en el desierto. 3Y los hijos de Israel les decían: Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos ; pues nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
4Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí, haré llover pan del cielo para vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en mi ley. 5Y sucederá que en el sexto día, cuando preparen lo que traigan, la porción será el doble de lo que recogen diariamente. 6Entonces Moisés y Aarón dijeron a todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que el SEÑOR os ha sacado de la tierra de Egipto ; 7y por la mañana veréis la gloria del SEÑOR, pues El ha oído vuestras murmuraciones contra el SEÑOR ; ¿y qué somos nosotros para que murmuréis contra nosotros ? 8Y Moisés dijo: Esto sucederá cuando el SEÑOR os dé carne para comer por la tarde, y pan hasta saciaros por la mañana; porque el SEÑOR ha oído vuestras murmuraciones contra El. Pues ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR. 9Y Moisés dijo a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: “Acercaos a la presencia del SEÑOR, porque El ha oído vuestras murmuraciones.” 10Y sucedió que mientras Aarón hablaba a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto y, he aquí, la gloria del SEÑOR se apareció en la nube. 11Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: 12He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales, diciendo: “Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan ; y sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios.”
13Y sucedió que por la tarde subieron las codornices y cubrieron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. 14Cuando la capa de rocío se evaporó, he aquí, sobre la superficie del desierto había una cosa delgada, como copos, menuda, como la escarcha sobre la tierra. 15Al verla, los hijos de Israel se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?, porque no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: Es el pan que el SEÑOR os da para comer. 16Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: “Cada uno recoja de él lo que vaya a comer ; tomaréis un gomer por cabeza, conforme al número de personas que cada uno de vosotros tiene en su tienda.” 17Y así lo hicieron los hijos de Israel, y unos recogieron mucho y otros poco. 18Cuando lo midieron con el gomer, al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó al que había recogido poco ; cada uno había recogido lo que iba a comer. 19Y Moisés les dijo: Que nadie deje nada para la mañana siguiente. 20Mas no obedecieron a Moisés, y algunos dejaron parte del maná para la mañana siguiente, pero crió gusanos y se pudrió; y Moisés se enojó con ellos. 21Lo recogían cada mañana, cada uno lo que iba a comer; pero cuando el sol calentaba, se derretía.
22Y sucedió que en el sexto día recogieron doble porción de alimento, dos gomeres para cada uno. Y cuando todos los jefes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés, 23él les respondió: Esto es lo que ha dicho el SEÑOR: “Mañana es día de reposo, día de reposo consagrado al SEÑOR. Coced lo que habéis de cocer y hervid lo que habéis de hervir, y todo lo que sobre guardadlo para mañana.” 24Y lo guardaron hasta la mañana como Moisés había mandado, y no se pudrió ni hubo en él gusano alguno. 25Y Moisés dijo: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para el SEÑOR; hoy no lo hallaréis en el campo. 26Seis días lo recogeréis, pero el séptimo día, día de reposo, no habrá nada. 27Y sucedió que el séptimo día, algunos del pueblo salieron a recoger, pero no encontraron nada. 28Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis mandamientos y mis leyes ? 29Mirad que el SEÑOR os ha dado el día de reposo; por eso el sexto día os da pan para dos días. Quédese cada uno en su lugar, y que nadie salga de su lugar el séptimo día. 30Y el pueblo reposó el séptimo día.
31Y la casa de Israel le puso el nombre de maná, y era como la semilla del cilantro, blanco, y su sabor era como de hojuelas con miel. 32Y Moisés dijo: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: “Que se guarde un gomer lleno de maná para vuestras generaciones, para que vean el pan que yo os di de comer en el desierto cuando os saqué de la tierra de Egipto.” 33Entonces dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer lleno de maná, y colócalo delante del SEÑOR a fin de guardarlo para vuestras generaciones. 34Tal como el SEÑOR ordenó a Moisés, así lo colocó Aarón delante del Testimonio para que fuera guardado. 35Y los hijos de Israel comieron el maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; comieron el maná hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán. 36Un gomer es la décima parte de un efa.
Nueva Biblia de las Américas
1Partieron de Elim, y toda la congregación de los Israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, el día 15 del segundo mes después de su salida de la tierra de Egipto. 2Y toda la congregación de los Israelitas murmuró contra Moisés y contra Aarón en el desierto. 3Los Israelitas les decían: “Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos. Pues nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.”
4Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: “Yo haré llover pan del cielo para ustedes. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en Mi ley. 5Y en el sexto día, cuando preparen lo que traigan, la porción será el doble de lo que recogen diariamente.”
6Entonces Moisés y Aarón dijeron a todos los Israelitas: “A la tarde sabrán que el SEÑOR los ha sacado de la tierra de Egipto. 7Por la mañana verán la gloria del SEÑOR, pues El ha oído sus murmuraciones contra el SEÑOR. ¿Qué somos nosotros para que ustedes murmuren contra nosotros?” 8Y Moisés dijo: “Esto sucederá cuando el SEÑOR les dé carne para comer por la tarde, y pan hasta saciarse por la mañana; porque el SEÑOR ha oído sus murmuraciones contra El. Pues ¿qué somos nosotros? Sus murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR.” 9Entonces Moisés dijo a Aarón: “Dile a toda la congregación de los Israelitas: ‘Acérquense a la presencia del SEÑOR, porque El ha oído sus murmuraciones.’”
10Mientras Aarón hablaba a toda la congregación de los Israelitas, miraron hacia el desierto y, vieron que la gloria del SEÑOR se apareció en la nube. 11Y el SEÑOR habló a Moisés y le dijo: 12“He oído las murmuraciones de los Israelitas. Háblales, y diles: ‘Al caer la tarde comerán carne, y por la mañana se saciarán de pan. Sabrán que Yo soy el SEÑOR su Dios.’”
13Por la tarde subieron las codornices y cubrieron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. 14Cuando la capa de rocío se evaporó, había sobre la superficie del desierto una cosa delgada, como copos, menuda, como la escarcha sobre la tierra.
15Al verla, los Israelitas se dijeron unos a otros: “¿Qué es esto?,” porque no sabían lo que era. “Es el pan que el SEÑOR les da para comer,” les dijo Moisés. 16Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: ‘Cada uno recoja de él lo que vaya a comer. Tomarán como dos litros por cabeza, conforme al número de personas que cada uno de ustedes tiene en su tienda.’” 17Así lo hicieron los Israelitas, y unos recogieron mucho y otros poco.
18Cuando lo midieron por litros (con el gomer), al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó al que había recogido poco. Cada uno había recogido lo que iba a comer. 19“Que nadie deje nada para la mañana siguiente,” les dijo Moisés.
20Pero no obedecieron (no escucharon) a Moisés, y algunos dejaron parte del maná para la mañana siguiente, pero crió gusanos y se pudrió. Entonces Moisés se enojó con ellos. 21Lo recogían cada mañana, cada uno lo que iba a comer, pero cuando el sol calentaba, se derretía.
22En el sexto día recogieron doble porción de alimento, unos cuatro litros para cada uno. Y cuando todos los jefes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés, 23“Esto es lo que ha dicho el SEÑOR,” les respondió: “Mañana es día de reposo, día de reposo consagrado al SEÑOR. Cuezan lo que han de cocer y hiervan lo que han de hervir, y todo lo que sobre guárdenlo para mañana.” 24Y lo guardaron hasta la mañana como Moisés había mandado, y no se pudrió ni hubo en él gusano alguno.
25Y Moisés dijo: “Cómanlo hoy, porque hoy es día de reposo para el SEÑOR. Hoy no lo hallarán en el campo. 26Seis días lo recogerán, pero el séptimo día, día de reposo, no habrá nada.” 27Y en el séptimo día, algunos del pueblo salieron a recoger, pero no encontraron nada. 28Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo se negarán ustedes a guardar Mis mandamientos y Mis leyes? 29Miren que el SEÑOR les ha dado el día de reposo. Por eso el sexto día les da pan para dos días. Quédese cada uno en su lugar, y que nadie salga de su lugar el séptimo día.” 30Y el pueblo reposó el séptimo día.
31La casa de Israel le puso el nombre de maná; y era como la semilla del cilantro, blanco, y su sabor era como de hojuelas con miel. 32“Esto es lo que el SEÑOR ha mandado,” dijo Moisés: “Que se guarden unos dos litros llenos de maná para sus generaciones, para que vean el pan que Yo les di de comer en el desierto cuando los saqué de la tierra de Egipto.” 33Entonces Moisés dijo a Aarón: “Toma una vasija y pon en ella unos dos litros de maná, y colócalo delante del SEÑOR a fin de guardarlo para las generaciones de ustedes.” 34Tal como el SEÑOR ordenó a Moisés, así lo colocó Aarón delante del Testimonio para que fuera guardado.
Nueva Versión Internacional
1Toda la comunidad israelita partió de Elim y llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y el Sinaí. Esto ocurrió a los quince días del mes segundo, contados a partir de su salida de Egipto. 2Allí, en el desierto, toda la comunidad murmuró contra Moisés y Aarón:
4Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Voy a hacer que les llueva pan del cielo. El pueblo deberá salir todos los días a recoger su ración diaria. Voy a ponerlos a prueba, para ver si cumplen o no mis instrucciones. 5El día sexto recogerán una doble porción, y todo esto lo dejarán preparado».
6Moisés y Aarón les dijeron a todos los israelitas: ?Esta tarde sabrán que fue el SEÑOR quien los sacó de Egipto, 7y mañana por la mañana verán la gloria del SEÑOR. Ya él sabe que ustedes andan murmurando contra él. Nosotros no somos nadie, para que ustedes murmuren contra nosotros.
11El SEÑOR habló con Moisés y le dijo: 12«Han llegado a mis oídos las murmuraciones de los israelitas. Diles que antes de que caiga la noche comerán carne, y que mañana por la mañana se hartarán de pan. Así sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios».
13Esa misma tarde el campamento se llenó de codornices, y por la mañana una capa de rocío rodeaba el campamento. 14Al desaparecer el rocío, sobre el desierto quedaron unos copos muy finos, semejantes a la escarcha que cae sobre la tierra.
15Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se preguntaban unos a otros: «¿Y esto qué es?» Moisés les respondió: ?Es el pan que el SEÑOR les da para comer. 16Y estas son las órdenes que el SEÑOR me ha dado: “Recoja cada uno de ustedes la cantidad que necesite para toda la familia, calculando dos litros por persona”.
17Así lo hicieron los israelitas. Algunos recogieron mucho; otros recogieron poco. 18Pero, cuando lo midieron por litros, ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba: cada uno recogió la cantidad necesaria.
21Todas las mañanas cada uno recogía la cantidad que necesitaba, porque se derretía en cuanto calentaba el sol. 22Pero el día sexto recogieron el doble, es decir, cuatro litros por persona, así que los jefes de la comunidad fueron a informar de esto a Moisés.
25?Cómanlo hoy sábado —les dijo Moisés—, que es el día de reposo consagrado al SEÑOR. Hoy no encontrarán nada en el campo. 26Deben recogerlo durante seis días, porque el día séptimo, que es sábado, no encontrarán nada.
27Algunos israelitas salieron a recogerlo el día séptimo, pero no encontraron nada, 28así que el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo seguirán desobedeciendo mis leyes y mandamientos? 29Tomen en cuenta que yo, el SEÑOR, les he dado el sábado. Por eso en el día sexto les doy pan para dos días. El día séptimo nadie debe salir. Todos deben quedarse donde estén».
30Fue así como los israelitas descansaron el día séptimo. 31Y llamaron al pan «maná». Era blanco como la semilla de cilantro, y dulce como las tortas con miel.
Reina-Valera 1960
1Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. 2Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; 3y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
4Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. 5Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día. 6Entonces dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto, 7y a la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? 8Dijo también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.
9Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová, porque él ha oído vuestras murmuraciones. 10Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová apareció en la nube. 11Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 12Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.
13Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento. 14Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. 15Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. 16Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. 17Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; 18y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. 19Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. 20Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés. 21Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.
22En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. 23Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. 24Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. 25Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo. 26Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará. 27Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. 28Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? 29Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. 30Así el pueblo reposó el séptimo día.
31Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. 32Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Llenad un gomer de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto. 33Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes. 34Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó a Moisés. 35Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán. 36Y un gomer es la décima parte de un efa.
Biblia del Jubileo
1Y partiendo de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. 2Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; 3y les decían los hijos de Israel: Deseamos que hubiéramos muerto por mano del SEÑOR en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de las carnes, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto, para matar de hambre a toda esta multitud. 4Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí yo os lloveré pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, o no. 5Mas al sexto día aparejarán lo que han de encerrar, que será el doble de lo que solían coger cada día. 6Entonces dijo Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que el SEÑOR os ha sacado de la tierra de Egipto. 7Y a la mañana veréis la gloria del SEÑOR; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra el SEÑOR; que nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? 8Y dijo Moisés: El SEÑOR os dará a la tarde carne para comer, y a la mañana pan hasta saciaros; porque el SEÑOR ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; que nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR. 9Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos en la presencia del SEÑOR; que él ha oído vuestras murmuraciones. 10Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria del SEÑOR, que apareció en la nube. 11Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: 12Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios. 13Y cuando se hizo tarde, subieron codornices que cubrieron el real; y a la mañana descendió rocío en derredor del real. 14Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una helada sobre la tierra. 15Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: Este es Maná ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Este es el pan que el SEÑOR os da para comer. 16Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: Cogéreis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. 17Y los hijos de Israel lo hicieron así: y recogieron unos más, otros menos. 18Y lo medían por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. 19Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. 20Mas ellos no escucharon a Moisés, y algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y se pudrió; y se enojó contra ellos Moisés. 21Y lo recogían muy de mañana, cada uno según lo que había de comer; y cuando el sol calentaba, se derretía. 22En el sexto día recogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron a Moisés, y se lo hicieron saber. 23Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho el SEÑOR: Mañana es el santo sábado del reposo del SEÑOR; lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. 24Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano. 25Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es sábado del SEÑOR; hoy no lo hallaréis en el campo. 26En los seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará. 27Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. 28Y el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? 29Mirad que el SEÑOR os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su casa, y nadie salga de su lugar en el séptimo día. 30Así el pueblo reposó el séptimo día. 31Y la Casa de Israel lo llamó Maná; y era como simiente de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. 32Y dijo Moisés: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: Llenarás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto. 33Y dijo Moisés a Aarón: Toma un vaso y pon en él un gomer lleno de maná, y ponlo delante del SEÑOR, para que sea guardado para vuestros descendientes. 34Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como el SEÑOR lo mandó a Moisés. 35Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán. 36Y un gomer es la décima parte del efa.