Éxodo capitulo 20
La Biblia de las Américas
4No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No los adorarás ni los servirás ; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
8Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 10mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo. 11Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día ; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó.
18Y todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba ; y cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia. 19Entonces dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros y escucharemos; pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos. 20Y respondió Moisés al pueblo: No temáis, porque Dios ha venido para poneros a prueba, y para que su temor permanezca en vosotros, y para que no pequéis. 21Y el pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba Dios.
22Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: “Vosotros habéis visto que os he hablado desde el cielo. 23“No haréis junto a mí dioses de plata ni dioses de oro ; no os los haréis. 24“Harás un altar de tierra para mí, y sobre él sacrificarás tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus bueyes; en todo lugar donde yo haga recordar mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. 25“Y si me haces un altar de piedra, no lo construirás de piedras labradas ; porque si alzas tu cincel sobre él, lo profanarás. 26“Y no subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra sobre él.”
Nueva Biblia de las Américas
4“No te harás ningún ídolo (imagen tallada), ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No los adorarás (No te inclinarás ante ellos) ni los servirás (ni los honrarás). Porque Yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que Me aborrecen, 6y muestro misericordia a millares, a los que Me aman y guardan Mis mandamientos.
8“Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9“Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 10pero el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios. No harás en él trabajo alguno, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo. 11Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día. Por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó.
18Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba. Cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia. 19Entonces dijeron a Moisés: “Habla tú con nosotros y escucharemos, pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos.” 20Moisés respondió al pueblo: “No teman, porque Dios ha venido para ponerlos a prueba, y para que Su temor permanezca en ustedes, y para que no pequen.” 21El pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba Dios.
22Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: “Así dirás a los Israelitas: ‘Ustedes han visto que les he hablado desde el cielo. 23No harán junto a Mí dioses de plata ni dioses de oro. No se los harán. 24Harás un altar de tierra para Mí, y sobre él sacrificarás tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde Yo haga recordar Mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. 25Si Me haces un altar de piedra, no lo construirás de piedras labradas. Porque si alzas tu cincel sobre él, lo profanarás. 26Y no subirás por gradas a Mi altar, para que tu desnudez no se descubra sobre él.’
Nueva Versión Internacional
4»No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. 5No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el SEÑOR tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. 6Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.
8»Acuérdate del sábado, para consagrarlo. 9Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 10pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al SEÑOR tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. 11Acuérdate de que en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo y consagró el día de reposo.
22El SEÑOR le ordenó a Moisés: «Diles lo siguiente a los israelitas: “Ustedes mismos han oído que les he hablado desde el cielo. 23No me ofendan; no se hagan dioses de plata o de oro, ni los adoren. 24Háganme un altar de tierra, y ofrézcanme sobre él sus holocaustos y sacrificios de comunión, sus ovejas y sus toros. Yo vendré al lugar donde les pida invocar mi nombre, y los bendeciré. 25Si me hacen un altar de piedra, no lo construyan con piedras labradas, pues las herramientas profanan la piedra. 26Y no le pongan escalones a mi altar, no sea que al subir se les vean los genitales”.
Reina-Valera 1960
1Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
4No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
8Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
18Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. 19Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos. 20Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis.
21Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios. 22Y Jehová dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros. 23No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis. 24Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. 25Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás. 26No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él.
Biblia del Jubileo
1Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. 3No tendrás dioses ajenos delante de mí. 4No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy el SEÑOR tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, de los que me aborrecen, 6y que hago misericordia en millares de generaciones a los que me aman, y guardan mis mandamientos. 7No tomarás el Nombre del SEÑOR tu Dios en vano; porque no dará por inocente el SEÑOR al que tomare su Nombre en vano. 8Te acordarás del día del reposo, para santificarlo: 9Seis días obrarás, y harás toda tu obra; 10mas el séptimo día será sábado al SEÑOR tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas; 11porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto el SEÑOR bendijo el día del sábado y lo santificó. 12Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean alargados sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. 13No matarás. 14No cometerás adulterio. 15No hurtarás. 16No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 17No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
18Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. 19Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos; y no hable Dios con nosotros, para que no muramos. 20Entonces Moisés respondió al pueblo: No temáis; que por probaros vino Dios, y para que su temor esté en vuestra presencia para que no pequéis. 21Entonces el pueblo se puso de lejos, y Moisés se llegó a la oscuridad en la cual estaba Dios. 22Y el SEÑOR dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros. 23No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis. 24Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi Nombre, vendré a ti, y te bendeciré. 25Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares tu pico sobre él, tú lo ensuciarás. 26Y no subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no sea descubierta junto a él.