Ezequiel capitulo 20
La Biblia de las Américas
1Y sucedió que en el año séptimo, el día diez del quinto mes, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí. 2Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 3Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel y diles: “Así dice el Señor DIOS : ‘¿Venís a consultarme? Vivo yo, que no me dejaré consultar por vosotros ’” — declara el Señor DIOS. 4¿Los juzgarás? ¿Los juzgarás, hijo de hombre? Hazles saber las abominaciones de sus padres, 5y diles: “Así dice el Señor DIOS: ‘El día que escogí a Israel y juré a los descendientes de la casa de Jacob, me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, y les juré diciendo: Yo soy el SEÑOR vuestro Dios ; 6aquel día les juré que los sacaría de la tierra de Egipto a una tierra que yo había escogido para ellos, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras. 7‘Y les dije: “Arroje cada uno las cosas detestables que os atraen, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto ; yo soy el SEÑOR vuestro Dios.”
8‘Pero se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme; no arrojaron las cosas detestables que les atraían, ni abandonaron los ídolos de Egipto. Entonces decidí derramar mi furor sobre ellos, para desahogar contra ellos mi ira en medio de la tierra de Egipto. 9‘Pero actué en consideración a mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones en medio de las cuales vivían, y a cuya vista me había dado a conocer sacándolos de la tierra de Egipto. 10‘Los saqué, pues, de la tierra de Egipto y los llevé al desierto. 11‘Les di mis estatutos y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre vivirá si los cumple. 12‘También les di mis días de reposo por señal entre ellos y yo, para que supieran que yo soy el SEÑOR, el que los santifica. 13‘Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no anduvieron en mis estatutos y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumple vivirá, y mis días de reposo profanaron en gran manera. Entonces decidí derramar mi furor sobre ellos en el desierto, para exterminarlos. 14‘Pero actué en consideración a mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado. 15‘También les juré en el desierto que no los llevaría a la tierra que les había dado, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras, 16porque desecharon mis decretos, no anduvieron en mis estatutos y profanaron mis días de reposo, porque su corazón se iba tras sus ídolos. 17‘Sin embargo, mi ojo los perdonó para no destruirlos, y no los hice exterminar en el desierto.
18‘Y dije a sus hijos en el desierto : “No andéis en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus decretos, ni os contaminéis con sus ídolos. 19“Yo soy el SEÑOR vuestro Dios ; andad en mis estatutos, guardad mis decretos y ponedlos por obra. 20“Y santificad mis días de reposo ; y que sean una señal entre yo y vosotros, para que sepáis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios.” 21‘Pero los hijos se rebelaron contra mí, no anduvieron en mis estatutos, ni tuvieron cuidado de cumplir mis decretos, por los cuales el hombre que los cumple vivirá, y profanaron mis días de reposo. Entonces decidí derramar mi furor sobre ellos, para desahogar contra ellos mi ira en el desierto. 22‘Pero retiré mi mano y actué en consideración a mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado. 23‘También yo les juré en el desierto que los dispersaría entre las naciones y los esparciría por las tierras, 24porque no habían cumplido mis decretos, habían desechado mis estatutos y habían profanado mis días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se iban sus ojos. 25‘También les di estatutos que no eran buenos y decretos por los cuales no podrían vivir ; 26y los declaré inmundos en sus ofrendas, pues hicieron pasar por el fuego a todos sus primogénitos, a fin de llenarlos de terror, para que supieran que yo soy el SEÑOR.’”
27Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: “Así dice el Señor DIOS : ‘Aun en esto me han blasfemado vuestros padres actuando deslealmente contra mí. 28‘Cuando los traje a la tierra que había jurado darles, miraron a toda colina alta y todo árbol frondoso, y allí ofrecieron sus sacrificios y allí presentaron sus ofrendas provocativas ; allí presentaron también su aroma agradable y allí derramaron sus libaciones. 29‘Entonces les dije: “¿Qué es el lugar alto adonde vais?” Y se le dio el nombre de Bama hasta el día de hoy.’” 30Por tanto, di a la casa de Israel: “Así dice el Señor DIOS: ‘¿Os contaminaréis a la manera de vuestros padres y os prostituiréis tras sus abominaciones? 31‘Cuando ofrecéis vuestras ofrendas, cuando hacéis pasar por el fuego a vuestros hijos, os contamináis con todos vuestros ídolos hasta el día de hoy. ¿Y me dejaré consultar yo por vosotros, casa de Israel? Vivo yo’ — declara el Señor DIOS — ‘que no me dejaré consultar por vosotros. 32‘Y no sucederá lo que estáis pensando, cuando decís : “Seremos como las naciones, como las tribus de otras tierras, que sirven a la madera y a la piedra.” 33‘Vivo yo’ — declara el Señor DIOS — ‘que con mano fuerte, con brazo extendido y con furor derramado yo seré rey sobre vosotros. 34‘Y os sacaré de entre los pueblos y os reuniré de las tierras donde estáis dispersos con mano fuerte, con brazo extendido y con furor derramado ; 35y os llevaré al desierto de los pueblos y allí entraré en juicio con vosotros cara a cara. 36‘Como entré en juicio con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así entraré en juicio con vosotros ’ — declara el Señor DIOS. 37‘Y os haré pasar bajo la vara y os haré entrar en el vínculo del pacto ; 38y separaré de vosotros a los rebeldes, a los que han transgredido contra mí; y los sacaré de la tierra donde peregrinan, pero no entrarán en la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy el SEÑOR. 39‘En cuanto a vosotros, casa de Israel’ — así dice el Señor DIOS — ‘vaya cada uno a servir a sus ídolos; pero más tarde ciertamente me escucharéis y no profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos. 40‘Porque en mi santo monte, en el alto monte de Israel’ — declara el Señor DIOS — ‘allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella, en esta tierra ; allí los aceptaré y allí reclamaré vuestras ofrendas y las primicias de vuestros dones con todas vuestras cosas sagradas. 41‘Como aroma agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos y os haya recogido de las tierras donde estáis dispersos; y mostraré mi santidad entre vosotros a la vista de las naciones. 42‘Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando os traiga a la tierra de Israel, a la tierra que juré dar a vuestros padres. 43‘Allí os acordaréis de vuestros caminos y de todas vuestras obras con las que os habéis contaminado, y os aborreceréis a vosotros mismos por todas las iniquidades que habéis cometido. 44‘Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando actúe con vosotros en consideración a mi nombre, y no conforme a vuestros malos caminos ni conforme a vuestras perversas obras, casa de Israel’” — declara el Señor DIOS. 45Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 46Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Teman y habla contra el sur, profetiza contra el bosque del Neguev, 47y di al bosque del Neguev: “Oye la palabra del SEÑOR. Así dice el Señor DIOS: ‘He aquí, voy a prenderte un fuego que consumirá en ti todo árbol verde y todo árbol seco; no se apagará la llama abrasadora, y será quemada por ella toda la superficie, desde el sur hasta el norte. 48‘Y toda carne verá que yo, el SEÑOR, lo he encendido; no se apagará.’” 49Entonces dije: ¡Ah, Señor DIOS! Ellos dicen de mí: “¿No habla éste más que parábolas ?”
Nueva Biblia de las Américas
1En el año séptimo, el día diez del mes quinto, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí. 2Y vino a mí la palabra del SEÑOR: 3“Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel y diles: ‘Así dice el Señor DIOS: “¿Vienen a consultarme? Vivo Yo, que no Me dejaré consultar por ustedes,”’ declara el Señor DIOS. 4“¿Los juzgarás? ¿Los juzgarás, hijo de hombre? Hazles saber las abominaciones de sus padres.
5“Diles: ‘Así dice el Señor DIOS: “El día que escogí a Israel y juré a los descendientes de la casa de Jacob, Me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, y les juré: Yo soy el SEÑOR su Dios. 6Aquel día les juré que los sacaría de la tierra de Egipto a una tierra que Yo había escogido para ellos, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras. 7Y les dije: ‘Cada uno arroje las cosas detestables que les atraen, y no se contaminen con los ídolos de Egipto; Yo soy el SEÑOR su Dios.’
8Pero se rebelaron contra Mí y no quisieron escucharme; no arrojaron las cosas detestables que les atraían, ni abandonaron los ídolos de Egipto. Entonces decidí derramar Mi furor sobre ellos, para desahogar contra ellos Mi ira en medio de la tierra de Egipto. 9Pero actué en consideración a Mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones en medio de las cuales vivían, y a cuya vista Me había dado a conocer sacándolos de la tierra de Egipto. 10Los saqué, pues, de la tierra de Egipto y los llevé al desierto. 11Les di Mis estatutos y les hice conocer Mis decretos, por los cuales el hombre vivirá si los cumple. 12También les di Mis días de reposo por señal entre ellos y Yo, para que supieran que Yo soy el SEÑOR, el que los santifica. 13Pero la casa de Israel se rebeló contra Mí en el desierto; no anduvieron en Mis estatutos y desecharon Mis decretos, por los cuales el hombre que los cumple vivirá, y Mis días de reposo profanaron en gran manera. Entonces decidí derramar Mi furor sobre ellos en el desierto, para exterminarlos. 14Pero actué en consideración a Mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado.
15También les juré en el desierto que no los llevaría a la tierra que les había dado, que mana leche y miel y que es la más hermosa de todas las tierras, 16porque desecharon Mis decretos, no anduvieron en Mis estatutos y profanaron Mis días de reposo, porque su corazón se iba tras sus ídolos. 17Sin embargo, Mi ojo los perdonó para no destruirlos, y no los hice exterminar en el desierto.
18Y dije a sus hijos en el desierto: ‘No anden en los estatutos de sus padres, ni guarden sus decretos, ni se contaminen con sus ídolos. 19Yo soy el SEÑOR su Dios. Anden en Mis estatutos, guarden Mis decretos y pónganlos por obra. 20Santifiquen Mis días de reposo; y que sean una señal entre Yo y ustedes, para que sepan que Yo soy el SEÑOR su Dios.’ 21Pero los hijos se rebelaron contra Mí, no anduvieron en Mis estatutos, ni tuvieron cuidado de cumplir Mis decretos, por los cuales el hombre que los cumple vivirá. Además profanaron Mis días de reposo. Entonces decidí derramar Mi furor sobre ellos, para desahogar contra ellos Mi ira en el desierto. 22Pero retiré Mi mano y actué en consideración a Mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado.
23También Yo les juré en el desierto que los dispersaría entre las naciones y los esparciría por las tierras, 24porque no habían cumplido Mis decretos, habían desechado Mis estatutos y habían profanado Mis días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se iban sus ojos. 25También les di estatutos que no eran buenos y decretos por los cuales no podrían vivir; 26y los declaré inmundos en sus ofrendas, pues hicieron pasar por el fuego a todos sus primogénitos y tuviera Yo que desolarlos, para que supieran que Yo soy el SEÑOR.”’
27“Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: ‘Así dice el Señor DIOS: “Aun en esto Me han blasfemado sus padres actuando deslealmente contra Mí. 28Cuando los traje a la tierra que había jurado darles, miraron a toda colina alta y todo árbol frondoso, y allí ofrecieron sus sacrificios y allí presentaron sus ofrendas provocativas. Allí presentaron también su aroma agradable y allí derramaron sus libaciones. 29Entonces les dije: ‘¿Qué es el lugar alto adonde van?’ Y se le dio el nombre de Bama (Lugar Alto) hasta el día de hoy.”’
30Por tanto, dile a la casa de Israel: ‘Así dice el Señor DIOS: “¿Se contaminarán a la manera de sus padres y se prostituirán tras sus abominaciones? 31Cuando ofrecen sus ofrendas, cuando hacen pasar por el fuego a sus hijos, se contaminan con todos sus ídolos hasta el día de hoy. ¿Me dejaré consultar Yo por ustedes, casa de Israel? Vivo Yo,” declara el Señor DIOS, “que no Me dejaré consultar por ustedes. 32Y no sucederá lo que están pensando, cuando dicen: ‘Seremos como las naciones, como las tribus de otras tierras, que sirven a la madera y a la piedra.’
33Vivo Yo,” declara el Señor DIOS, “que con mano fuerte, con brazo extendido y con furor derramado Yo seré rey sobre ustedes. 34Los sacaré de entre los pueblos y los reuniré de las tierras donde están dispersos con mano fuerte, con brazo extendido y con furor derramado; 35y los llevaré al desierto de los pueblos y allí entraré en juicio con ustedes cara a cara. 36Como entré en juicio con sus padres en el desierto de la tierra de Egipto, así entraré en juicio con ustedes,” declara el Señor DIOS. 37“Los haré pasar bajo la vara y los haré entrar en el vínculo del pacto; 38y separaré de ustedes a los rebeldes, a los que han transgredido contra Mí; y los sacaré de la tierra donde peregrinan, pero no entrarán en la tierra de Israel. Y ustedes sabrán que Yo soy el SEÑOR.
39“En cuanto a ustedes, casa de Israel,” así dice el Señor DIOS, “Vaya cada uno a servir a sus ídolos; pero más tarde ciertamente Me escucharán y no profanarán más Mi santo nombre con sus ofrendas y con sus ídolos. 40Porque en Mi santo monte, en el alto monte de Israel,” declara el Señor DIOS “allí Me servirá toda la casa de Israel, toda ella, en esta tierra. Allí los aceptaré y allí reclamaré sus ofrendas y las primicias de sus dones con todas sus cosas sagradas. 41Como aroma agradable los aceptaré, cuando los haya sacado de entre los pueblos y los haya recogido de las tierras donde están dispersos. Mostraré Mi santidad entre ustedes a la vista de las naciones. 42Y ustedes sabrán que Yo soy el SEÑOR, cuando los traiga a la tierra de Israel, a la tierra que juré dar a sus padres. 43Allí se acordarán de sus caminos y de todas sus obras con las que se han contaminado, y se aborrecerán a ustedes mismos por todas las iniquidades que han cometido. 44Y sabrán que Yo soy el SEÑOR, cuando actúe con ustedes en consideración a Mi nombre, y no conforme a sus malos caminos ni conforme a sus perversas obras, casa de Israel,’” declara el Señor DIOS.
45Y vino a mí la palabra del SEÑOR: 46“Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Teman y habla contra el sur, profetiza contra el bosque del Neguev (región del sur), 47y dile al bosque del Neguev: ‘Oye la palabra del SEÑOR. Así dice el Señor DIOS: “Voy a prenderte un fuego que consumirá en ti todo árbol verde y todo árbol seco. No se apagará la llama abrasadora, y por ella será quemada toda la superficie, de sur a norte. 48Y toda carne verá que Yo, el SEÑOR, lo he encendido; no se apagará.”’” 49Entonces dije: “¡Ah, Señor DIOS! Ellos dicen de mí: ‘¿No habla éste más que parábolas?’”
Nueva Versión Internacional
1El día diez del mes quinto del año séptimo, unos jefes de Israel vinieron a consultar al SEÑOR, y se sentaron frente a mí. 2Allí el SEÑOR me dirigió la palabra: 3«Hijo de hombre, habla con los jefes de Israel y adviérteles que yo, el SEÑOR omnipotente, digo: “¿Así que ustedes vienen a consultarme? ¡Pues juro por mí mismo que no dejaré que me consulten! Lo afirmo yo, el SEÑOR omnipotente”.
4»¡Júzgalos tú, hijo de hombre; júzgalos tú! Hazles ver las repugnantes prácticas de sus antepasados. 5Adviérteles que así dice el SEÑOR omnipotente: “El día en que elegí a Israel, con la mano en alto le hice un juramento a la descendencia de Jacob. El día en que me di a conocer a ellos en Egipto, volví a hacerles este juramento: ‘Yo soy el SEÑOR su Dios’. 6En aquel día, con la mano en alto les juré que los sacaría de Egipto y los llevaría a una tierra que yo mismo había explorado. Es una tierra donde abundan la leche y la miel, ¡la más hermosa de todas! 7A cada uno de ellos le ordené que arrojara sus ídolos detestables, con los que estaba obsesionado, y que no se contaminara con los ídolos de Egipto; porque yo soy el SEÑOR su Dios.
8»”Sin embargo, ellos se rebelaron contra mí, y me desobedecieron. No arrojaron los ídolos con que estaban obsesionados, ni abandonaron los ídolos de Egipto. Por eso, cuando estaban en Egipto, pensé agotar mi furor y descargar mi ira sobre ellos. 9Pero decidí actuar en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones entre las cuales vivían los israelitas. Porque al sacar a los israelitas de Egipto yo me di a conocer a ellos en presencia de las naciones.
10»”Yo los saqué de Egipto y los llevé al desierto. 11Les di mis decretos, y les hice conocer mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. 12También les di mis sábados como una señal entre ellos y yo, para que reconocieran que yo, el SEÑOR, he consagrado los sábados para mí. 13Pero el pueblo de Israel se rebeló contra mí en el desierto; desobedeció mis decretos y rechazó mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. ¡Hasta el colmo profanaron mis sábados! Por eso, cuando estaban en el desierto, pensé descargar mi ira sobre ellos y exterminarlos. 14Pero decidí actuar en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones, las cuales me vieron sacarlos de Egipto.
15»”También con la mano en alto, en el desierto les juré que no los llevaría a la tierra que les había dado, ¡la tierra más hermosa de todas, donde abundan la leche y la miel! 16Rechazaron mis leyes, desobedecieron mis decretos y profanaron mis sábados, ¡y todo esto lo hicieron por haber andado tras esos ídolos! 17Sin embargo, les tuve compasión, y en el desierto no los destruí ni los exterminé.
18»”Allí en el desierto les dije a sus descendientes: ‘No sigan los preceptos de sus padres; no obedezcan sus leyes ni se contaminen con sus ídolos. 19Yo soy el SEÑOR su Dios. Sigan mis decretos, obedezcan mis leyes 20y observen mis sábados como días consagrados a mí, como señal entre ustedes y yo, para que reconozcan que yo soy el SEÑOR su Dios’.
21»”Sin embargo, los israelitas se rebelaron contra mí. No siguieron mis decretos y no obedecieron mis leyes, que son vida para quienes los obedecen. Además, profanaron mis sábados. Por eso, cuando estaban en el desierto, pensé agotar mi furor y descargar mi ira sobre ellos. 22Pero me contuve en honor a mi nombre, para que no fuera profanado ante las naciones, las cuales me vieron sacarlos de Egipto. 23También con la mano en alto les juré en el desierto que los dispersaría entre las naciones. Los esparciría entre los países 24porque, obsesionados como estaban con los ídolos de sus antepasados, desobedecieron mis leyes, rechazaron mis decretos y profanaron mis sábados. 25¡Hasta les di decretos que no eran buenos y leyes que no daban vida! 26Los contaminé con sus propias ofrendas, dejándolos ofrecer en sacrificio a sus primogénitos, para horrorizarlos y hacerles reconocer que yo soy el SEÑOR”.
27»Por tanto, hijo de hombre, habla con el pueblo de Israel y adviértele que yo, el SEÑOR omnipotente, digo: “En esto también me ofendieron tus antepasados y me trataron con absoluta infidelidad: 28Cuando los hice entrar en la tierra que con la mano en alto había jurado darles, cualquier cerro o árbol frondoso que veían les venía bien para hacer sacrificios y presentarme esas ofrendas que tanto me ofenden. Allí quemaban incienso y derramaban sus libaciones. 29Y les pregunté: ‘¿Qué significa ese santuario pagano que tanto frecuentan?’ Y hasta el día de hoy ese lugar de culto idolátrico se conoce como ‘santuario pagano’ ”.
30»Por tanto, adviértele al pueblo de Israel que así dice el SEÑOR omnipotente: “¿Se contaminarán ustedes a la manera de sus antepasados, y se prostituirán con sus ídolos detestables? 31Hasta el día de hoy, ustedes se contaminan al hacer sus ofrendas y al sacrificar a sus hijos, pasándolos por fuego en honor a los ídolos. ¿Y ahora ustedes, israelitas, vienen a consultarme? Juro por mí mismo que no dejaré que me consulten. Yo, el SEÑOR omnipotente, lo afirmo. 32Jamás sucederá lo que ustedes tienen en mente: ‘Queremos ser como las otras naciones, como los pueblos del mundo, que adoran al palo y a la piedra’. 33Yo, el SEÑOR omnipotente, juro por mí mismo que reinaré sobre ustedes con gran despliegue de fuerza y de poder, y con furia incontenible. 34Los sacaré de las naciones y de los pueblos por donde estaban esparcidos, y los reuniré con gran despliegue de fuerza y de poder, y con furia incontenible. 35Los llevaré al desierto que está entre las naciones, y allí los juzgaré cara a cara. 36Así como juzgué a sus antepasados en el desierto de Egipto, también los juzgaré a ustedes. Yo, el SEÑOR omnipotente, lo afirmo. 37Así como el pastor selecciona sus ovejas, también yo los haré pasar a ustedes bajo mi vara y los seleccionaré para que formen parte de la alianza. 38Apartaré a los rebeldes, a los que se rebelan contra mí, y los sacaré del país donde ahora viven como extranjeros, pero no entrarán en la tierra de Israel. Entonces ustedes reconocerán que yo soy el SEÑOR.
39»”En cuanto a ustedes, pueblo de Israel, así dice el SEÑOR omnipotente: Si no quieren obedecerme, ¡vayan y adoren a sus ídolos! Pero no sigan profanando mi santo nombre con sus ofrendas y sus ídolos apestosos. 40Porque en mi monte santo, el monte elevado de Israel, me adorará todo el pueblo de Israel; todos los que habitan en el país. Yo, el SEÑOR, lo afirmo. Allí los recibiré, y exigiré sus ofrendas y sus primicias, junto con todo lo que quieran dedicarme. 41Cuando yo los saque a ustedes y los reúna de todas las naciones y pueblos donde estarán esparcidos, en presencia de las naciones los recibiré como incienso agradable y les manifestaré mi santidad. 42Y, cuando yo los lleve a la tierra de Israel, al país que con la mano en alto había jurado a sus antepasados que les daría, entonces reconocerán que yo soy el SEÑOR. 43Allí se acordarán de su conducta y de todas sus acciones con las que se contaminaron, y sentirán asco de sí mismos por todas las maldades que cometieron. 44Pueblo de Israel, cuando yo actúe en favor de ustedes, en honor a mi nombre y no según su mala conducta y sus obras corruptas, entonces ustedes reconocerán que yo soy el SEÑOR. Yo, el SEÑOR omnipotente, lo afirmo”».
45El SEÑOR me dirigió la palabra: 46«Hijo de hombre, mira hacia el sur y en esa dirección profetiza contra el bosque del Néguev. 47Dile: “Escucha, bosque del Néguev, la palabra del SEÑOR. Así dice el SEÑOR omnipotente: ‘En medio de ti voy a prender un fuego que devorará todos los árboles, tanto los secos como los verdes. Este incendio no se podrá apagar, y quemará toda la superficie, de norte a sur. 48Todos los mortales verán que yo, el SEÑOR, lo he encendido, y no podrá apagarse’ ”».
Reina-Valera 1960
1Aconteció en el año séptimo, en el mes quinto, a los diez días del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y se sentaron delante de mí. 2Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 3Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que no os responderé, dice Jehová el Señor. 4¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles conocer las abominaciones de sus padres, 5y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano y les juré diciendo: Yo soy Jehová vuestro Dios; 6aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; 7entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios.
8Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto. 9Con todo, a causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido, actué para sacarlos de la tierra de Egipto. 10Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto, 11y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá. 12Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. 13Mas se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis estatutos, y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere, vivirá; y mis días de reposo profanaron en gran manera; dije, por tanto, que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto para exterminarlos. 14Pero actué a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado.
15También yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a la tierra que les había dado, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; 16porque desecharon mis decretos, y no anduvieron en mis estatutos, y mis días de reposo profanaron, porque tras sus ídolos iba su corazón. 17Con todo, los perdonó mi ojo, pues no los maté, ni los exterminé en el desierto; 18antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos. 19Yo soy Jehová vuestro Dios; andad en mis estatutos, y guardad mis preceptos, y ponedlos por obra; 20y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios.
21Mas los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto. 22Mas retraje mi mano a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado. 23También les alcé yo mi mano en el desierto, jurando que los esparciría entre las naciones, y que los dispersaría por las tierras, 24porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se les fueron los ojos. 25Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir. 26Y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar por el fuego a todo primogénito, para desolarlos y hacerles saber que yo soy Jehová.
27Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Aun en esto me afrentaron vuestros padres cuando cometieron rebelión contra mí. 28Porque yo los traje a la tierra sobre la cual había alzado mi mano jurando que había de dársela, y miraron a todo collado alto y a todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron ofrendas que me irritan, allí pusieron también su incienso agradable, y allí derramaron sus libaciones. 29Y yo les dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy. 30Di, pues, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones? 31Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé.
33Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros; 34y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; 35y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. 36Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jehová el Señor. 37Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto; 38y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová.
40Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas. 41Como incienso agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos, y os haya congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros a los ojos de las naciones. 42Y sabréis que yo soy Jehová, cuando os haya traído a la tierra de Israel, la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres. 43Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis. 44Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros caminos malos ni según vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor.
45Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 46Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el sur, derrama tu palabra hacia la parte austral, profetiza contra el bosque del Neguev. 47Y dirás al bosque del Neguev: Oye la palabra de Jehová: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo enciendo en ti fuego, el cual consumirá en ti todo árbol verde y todo árbol seco; no se apagará la llama del fuego; y serán quemados en ella todos los rostros, desde el sur hasta el norte. 48Y verá toda carne que yo Jehová lo encendí; no se apagará. 49Y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ellos dicen de mí: ¿No profiere éste parábolas?
Biblia del Jubileo
1Y aconteció en el año séptimo, en el mes quinto, a los diez del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí. 2Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo: 3Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y diles: Así dijo el Señor DIOS: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que yo no os responderé, dijo el Señor DIOS. 4¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Notifícales las abominaciones de sus padres; 5y diles: Así dijo el Señor DIOS: El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano por la simiente de la Casa de Jacob, y que fui conocido de ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano a ellos, diciendo: Yo soy el SEÑOR vuestro Dios; 6aquel día que les alcé mi mano, y juré, que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; 7entonces les dije: Cada uno eche de sí todo culto de dios fabricado por su carnal parecer, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. 8Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron escucharme; no echó de sí cada uno las abominaciones de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto. 9Con todo, obré a causa de mi Nombre, para que no se infamase en los ojos de los gentiles en medio de los cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido de ellos, para sacarlos de tierra de Egipto. 10Los saqué pues de la tierra de Egipto, y los traje al desierto; 11y les di mis ordenanzas, y les declaré mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos. 12Y les di también mis sábados que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy el SEÑOR que los santifico. 13Mas se rebeló contra mí la Casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis ordenanzas, y desecharon mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos; y mis sábados profanaron en gran manera; dije, por tanto, que había de derramar sobre ellos mi ira en el desierto para consumirlos. 14Pero obré a causa de mi Nombre para que no se infamase a la vista de los gentiles, delante de cuyos ojos los saqué. 15Y también yo les alcé mi mano en el desierto, y juré, que no los metería en la tierra que les di, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; 16porque desecharon mis derechos, y no anduvieron en mis ordenanzas, y mis sábados profanaron; porque tras sus ídolos iba su corazón. 17Con todo, los perdonó mi ojo, no matándolos, ni los consumí en el desierto; 18antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en las ordenanzas de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos. 19Yo soy el SEÑOR vuestro Dios; andad en mis ordenanzas, y guardad mis derechos, y ponedlos por obra; 20y santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios. 21Y los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis ordenanzas, ni guardaron mis derechos para ponerlos por obra, los cuales el hombre que los cumpliere, vivirá por ellos; profanaron mis sábados. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto. 22Mas retraje mi mano, y obré por causa de mi Nombre para que no se infamase a vista de los gentiles, delante de cuyos ojos los saqué. 23Y también les alcé yo mi mano en el desierto, y juré, que los esparciría entre los gentiles, y que los aventaría por las tierras; 24porque no pusieron por obra mis derechos, y desecharon mis ordenanzas, y profanaron mis sábados, y tras los ídolos de sus padres se les fueron sus ojos. 25Por eso yo también les di ordenanzas no buenas, y derechos por los cuales no viviesen; 26y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar por el fuego todo primogénito, para que los desolase, a fin de que supiesen que yo soy el SEÑOR. 27Por tanto, hijo de hombre, habla a la Casa de Israel, y diles: Así dijo el Señor DIOS: Aun en esto me blasfemaron vuestros padres cuando cometieron contra mí rebelión. 28Porque yo los metí en la tierra sobre la cual había alzado mi mano que les había de dar, y miraron a todo collado alto, y a todo árbol espeso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron la irritación de sus ofrendas, allí pusieron también el olor de su suavidad, y allí derramaron sus libaciones. 29Y yo les dije: ¿Qué es ese alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy. 30Di, pues, a la Casa de Israel: Así dijo el Señor DIOS: ¿Por ventura no os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones? 31Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy, ¿y he de responderos yo, Casa de Israel? Vivo yo, dijo el Señor DIOS, que no os responderé. 32Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: Seamos como los gentiles, como las familias de las naciones, sirviendo a la madera y a la piedra. 33Vivo yo, dijo el Señor DIOS, que con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado, tengo que reinar sobre vosotros; 34y os sacaré de entre los pueblos, y os juntaré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado; 35y os he de traer al desierto de pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. 36Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dijo el Señor DIOS. 37Y os haré pasar bajo vara y os traeré en vínculo del pacto; 38y apartaré de entre vosotros los rebeldes, y los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus destierros los sacaré, y a la tierra de Israel no vendrán; y sabréis que yo soy el SEÑOR. 39Y vosotros, oh Casa de Israel, así dijo el Señor DIOS: Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, pues que a mí no me escuchéis; y no profanéis más mi santo Nombre con vuestras ofrendas, y con vuestros ídolos. 40Porque en el monte de mi Santidad, en el alto monte de Israel, dijo el Señor DIOS, allí me servirá toda la Casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los querré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas. 41Con su olor de suavidad os aceptaré, cuando os hubiere sacado de entre los pueblos, y os hubiere juntado de las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros en los ojos de los gentiles. 42Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando os hubiere metido en la tierra de Israel, en la tierra por la cual alcé mi mano que la daría a vuestros padres. 43Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os avergonzaréis de vosotros mismos por todos vuestros pecados que cometisteis. 44Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando hiciere con vosotros por causa de mi Nombre, no según vuestros caminos malos, ni según vuestras perversas obras, oh Casa de Israel, dijo el Señor DIOS.
45Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo: 46Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el mediodía, y derrama tu palabra al mediodía, y profetiza contra el bosque del campo del mediodía. 47Y dirás al bosque del mediodía: Oye palabra del SEÑOR: Así dijo el Señor DIOS: He aquí que yo enciendo en ti fuego, el cual consumirá en ti todo árbol verde, y todo árbol seco; no se apagará la llama del fuego; y serán quemados en ella todos los rostros, desde el mediodía hasta el aquilón. 48Y verá toda carne que yo, el SEÑOR, lo encendí; no se apagará. 49Y dije: ¡Ah, Señor DIOS! Ellos dicen de mí: ¿No profiere éste parábolas?