Ezequiel capitulo 28
La Biblia de las Américas
2Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: “Así dice el Señor DIOS : ‘Aun cuando tu corazón se ha enaltecido y has dicho: “Un dios soy, sentado estoy en el trono de los dioses, en el corazón de los mares”, no eres más que un hombre y no Dios, aunque hayas igualado tu corazón al corazón de Dios. 3‘He aquí, tú eres más sabio que Daniel; ningún secreto te es oculto. 4‘Con tu sabiduría y tu entendimiento has adquirido riquezas para ti, y has adquirido oro y plata para tus tesoros. 5‘Con tu gran sabiduría, con tu comercio, has aumentado tus riquezas, y se ha enaltecido tu corazón a causa de tus riquezas. 6‘Por lo cual, así dice el Señor DIOS: “Por cuanto has igualado tu corazón al corazón de Dios, 7por tanto, he aquí, traeré sobre ti extranjeros, los más crueles de entre las naciones. Y ellos desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y profanarán tu esplendor. 8“Te harán bajar al sepulcro, y morirás con la muerte de los que mueren en el corazón de los mares. 9“¿Dirás aun: ‘Un dios soy ’, en presencia de tu verdugo, tú que eres un hombre y no Dios, en manos de los que te hieren? 10“Con la muerte de los incircuncisos morirás a manos de extraños, porque yo he hablado” — declara el Señor DIOS.’”
13‘En el Edén estabas, en el huerto de Dios ; toda piedra preciosa era tu vestidura: el rubí, el topacio y el diamante, el berilo, el ónice y el jaspe, el zafiro, la turquesa y la esmeralda; y el oro, la hechura de tus engastes y de tus encajes, estaba en ti. El día que fuiste creado fueron preparados. 14‘Tú, querubín protector de alas desplegadas, yo te puse allí. Estabas en el santo monte de Dios, andabas en medio de las piedras de fuego. 15‘Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que la iniquidad se halló en ti. 16‘A causa de la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia, y pecaste; yo, pues, te he expulsado por profano del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego. 17‘Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura; corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor. Te arrojé en tierra, te puse delante de los reyes, para que vieran en ti un ejemplo. 18‘Por la multitud de tus iniquidades, por la injusticia de tu comercio, profanaste tus santuarios. Y yo he sacado fuego de en medio de ti, que te ha consumido ; y te he reducido a ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. 19‘Todos los que entre los pueblos te conocen están asombrados de ti; te has convertido en terrores, y ya no serás más.’”
20Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 21Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, profetiza contra ella,
22y di: “Así dice el Señor DIOS: ‘He aquí, estoy contra ti, Sidón, y seré glorificado en medio de ti; y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando ejecute juicios en ella, y manifieste en ella mi santidad. 23‘Enviaré a ella pestilencia y sangre a sus calles ; los heridos caerán en medio de ella por la espada que está sobre ella por todos lados; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
25“Así dice el Señor DIOS: ‘Cuando yo recoja a la casa de Israel de los pueblos donde está dispersa, y manifieste en ellos mi santidad a los ojos de las naciones, entonces habitarán en su tierra que di a mi siervo Jacob. 26‘Y habitarán en ella seguros; edificarán casas, plantarán viñas, y habitarán seguros, cuando yo haga juicios sobre todos los que a su alrededor la desprecian. Y sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios.’”
Nueva Biblia de las Américas
2“Hijo de hombre, dile al príncipe de Tiro: ‘Así dice el Señor DIOS: “Aun cuando tu corazón se ha enaltecido Y has dicho: ‘Soy un dios, Sentado estoy en el trono de los dioses, En el corazón de los mares,’ No eres más que un hombre y no dios, Aunque hayas puesto tu corazón como el corazón de un dios. 3Tú eres más sabio que Daniel; Ningún secreto te es oculto. 4Con tu sabiduría y tu entendimiento Has adquirido riquezas para ti, Y has adquirido oro y plata para tus tesoros. 5Con tu gran sabiduría, con tu comercio, Has aumentado tus riquezas, Y se ha enaltecido tu corazón a causa de tus riquezas. 6Por lo cual, así dice el Señor DIOS: ‘Por cuanto has puesto tu corazón Como el corazón de un dios, 7Por tanto, voy a traer sobre ti extranjeros, Los más crueles de entre las naciones. Y ellos desenvainarán sus espadas Contra la hermosura de tu sabiduría Y profanarán tu esplendor. 8Te harán bajar al sepulcro, Y morirás con la muerte de los que mueren En el corazón de los mares. 9¿Dirás aún: “Un dios soy,” En presencia de tu verdugo, Tú que eres un hombre y no Dios, En manos de los que te hieren? 10Con la muerte de los incircuncisos morirás A manos de extraños, Porque Yo he hablado,’ declara el Señor DIOS.”’”
13En el Edén estabas, en el huerto de Dios; Toda piedra preciosa era tu vestidura: El rubí, el topacio y el diamante, El berilo, el ónice y el jaspe, El zafiro, la turquesa y la esmeralda; Y el oro, la hechura de tus engastes y de tus encajes, Estaba en ti. El día que fuiste creado Fueron preparados. 14Tú, querubín protector de alas desplegadas, Yo te puse allí. Estabas en el santo monte de Dios, Andabas en medio de las piedras de fuego. 15Perfecto eras en tus caminos Desde el día que fuiste creado Hasta que la iniquidad se halló en ti. 16A causa de la abundancia de tu comercio Te llenaste de violencia, Y pecaste; Yo, pues, te he expulsado por profano Del monte de Dios, Y te he eliminado, querubín protector, De en medio de las piedras de fuego. 17Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura; Corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor. Te arrojé en tierra, Te puse delante de los reyes, Para que vieran en ti un ejemplo. 18Por la multitud de tus iniquidades, Por la injusticia de tu comercio, Profanaste tus santuarios. Y Yo he sacado fuego de en medio de ti, Que te ha consumido; Y te he reducido a ceniza sobre la tierra A los ojos de todos los que te miran. 19Todos los que entre los pueblos te conocen Están asombrados de ti; Te has convertido en terror, Y ya no existirás más.”’”
20Y vino a mí la palabra del SEÑOR: 21“Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, profetiza contra ella,
22y di: ‘Así dice el Señor DIOS: “Yo estoy contra ti, Sidón, Y seré glorificado en medio de ti. Entonces sabrán que Yo soy el SEÑOR, cuando ejecute juicios en Sidón, Y manifieste en ella Mi santidad. 23Enviaré a ella pestilencia Y sangre a sus calles; Los heridos caerán en medio de ella Por la espada que está sobre ella por todos lados. Entonces sabrán que Yo soy el SEÑOR.
25‘Así dice el Señor DIOS: “Cuando Yo recoja a la casa de Israel de los pueblos donde está dispersa, y manifieste en ellos Mi santidad a los ojos de las naciones, entonces habitarán en su propia tierra, la que di a Mi siervo Jacob. 26Y habitarán seguros en ella; edificarán casas, plantarán viñas, y habitarán seguros, cuando Yo haga juicios sobre todos los que a su alrededor la desprecian. Entonces sabrán que Yo soy el SEÑOR su Dios.”’”
Nueva Versión Internacional
2«Hijo de hombre, adviértele al rey de Tiro que así dice el SEÑOR omnipotente: »“En la intimidad de tu arrogancia dijiste: ‘Yo soy un dios. Me encuentro en alta mar sentado en un trono de dioses’. ¡Pero tú no eres un dios, aunque te creas que lo eres! ¡Tú eres un simple mortal! 3¿Acaso eres más sabio que Daniel? ¿Acaso conoces todos los secretos? 4Con tu sabiduría y tu inteligencia has acumulado muchas riquezas, y en tus cofres has amontonado mucho oro y mucha plata. 5Eres muy hábil para el comercio; por eso te has hecho muy rico. Con tus grandes riquezas te has vuelto muy arrogante.
6Por eso, así dice el SEÑOR omnipotente: »”Ya que pretendes ser tan sabio como un dios, 7haré que vengan extranjeros contra ti, los más feroces de las naciones: desenvainarán la espada contra tu hermosura y sabiduría, y profanarán tu esplendor. 8Te hundirán en la fosa, y en alta mar sufrirás una muerte violenta. 9Y aun así, en presencia de tus verdugos, ¿te atreverás a decir: ¡Soy un dios!? ¡Pues en manos de tus asesinos no serás un dios, sino un simple mortal!
12«Hijo de hombre, entona una elegía al rey de Tiro y adviértele que así dice el SEÑOR omnipotente: »“Eras un modelo de perfección, lleno de sabiduría y de hermosura perfecta. 13Estabas en Edén, en el jardín de Dios, adornado con toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, cornalina, jaspe, zafiro, granate y esmeralda. Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro, y especialmente preparados para ti desde el día en que fuiste creado. 14Fuiste elegido querubín protector, porque yo así lo dispuse. Estabas en el santo monte de Dios, y caminabas sobre piedras de fuego. 15Desde el día en que fuiste creado tu conducta fue irreprochable, hasta que la maldad halló cabida en ti. 16Por la abundancia de tu comercio, te llenaste de violencia, y pecaste. Por eso te expulsé del monte de Dios, como a un objeto profano. A ti, querubín protector, te borré de entre las piedras de fuego. 17A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría. Por eso te arrojé por tierra, y delante de los reyes te expuse al ridículo. 18Has profanado tus santuarios, por la gran cantidad de tus pecados, ¡por tu comercio corrupto! Por eso hice salir de ti un fuego que te devorara. A la vista de todos los que te admiran te eché por tierra y te reduje a cenizas. 19Al verte, han quedado espantadas todas las naciones que te conocen. Has llegado a un final terrible, y ya no volverás a existir”».
22Adviértele que así dice el SEÑOR omnipotente: »“Aquí estoy, Sidón, para acusarte y para ser glorificado en ti. Cuando traiga sobre ti un justo castigo, y manifieste sobre ti mi santidad, se sabrá que yo soy el SEÑOR. 23Mandaré contra ti una peste, y por tus calles correrá la sangre; por la espada que ataca por todos lados los heridos caerán en tus calles, y se sabrá que yo soy el SEÑOR. 24Los israelitas no volverán a sufrir el desprecio de sus vecinos, que duele como aguijones y punza como espinas, ¡y se sabrá que yo soy el SEÑOR!”
25»Así dice el SEÑOR omnipotente: “Cuando yo reúna al pueblo de Israel de entre las naciones donde se encuentra disperso, le mostraré mi santidad en presencia de todas las naciones. Entonces Israel vivirá en su propio país, el mismo que le di a mi siervo Jacob. 26Allí vivirán seguros, y se construirán casas y plantarán viñedos, porque yo ejecutaré un justo castigo sobre los vecinos que desprecian al pueblo de Israel. ¡Y se sabrá que yo soy el SEÑOR su Dios!”»
Reina-Valera 1960
1Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios; 3he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto. 4Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. 5Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. 6Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, 7por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor. 8Al sepulcro te harán descender, y morirás con la muerte de los que mueren en medio de los mares. 9¿Hablarás delante del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador. 10De muerte de incircuncisos morirás por mano de extranjeros; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.
11Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 12Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. 13En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. 14Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. 17Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. 19Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
20Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 21Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella, 22y dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y sabrán que yo soy Jehová, cuando haga en ella juicios, y en ella me santifique. 23Enviaré a ella pestilencia y sangre en sus calles, y caerán muertos en medio de ella, con espada contra ella por todos lados; y sabrán que yo soy Jehová.
25Así ha dicho Jehová el Señor: Cuando recoja a la casa de Israel de los pueblos entre los cuales está esparcida, entonces me santificaré en ellos ante los ojos de las naciones, y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. 26Y habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y vivirán confiadamente, cuando yo haga juicios en todos los que los despojan en sus alrededores; y sabrán que yo soy Jehová su Dios.
Biblia del Jubileo
1Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo: 2Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dijo el Señor DIOS: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios); y pusiste tu corazón como corazón de Dios; 3he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que ellos te puedan ocultar; 4con tu sabiduría y con tu prudencia te has juntado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros; 5con la grandeza de tu sabiduría en tu contratación has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. 6Por tanto, así dijo el Señor DIOS: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, 7por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extraños, los fuertes de los gentiles, que desenvainarán sus cuchillos contra la hermosura de tu sabiduría, y ensuciarán tu esplendor. 8A la huesa te harán descender, y morirás de la muerte de los que mueren en medio de los mares. 9¿Por ventura hablarás delante de tu matador, diciendo: Yo soy dios? Tú, hombre serás, y no Dios, en la mano de tu matador. 10De muerte de incircuncisos morirás por mano de extraños; porque yo he hablado, dijo el Señor DIOS. 11Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo: 12Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así dijo el Señor DIOS: Tú sellas la suma de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. 13En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda piedra preciosa fue tu vestidura; el sardio, topacio, diamante, turquesa, onice, y berilo, el zafiro, rubí, y esmeralda, y oro. Las obras de tus tamboriles y pífanos estuvieron apercibidas en ti el día que fuiste creado. 14Tú, querubín grande, cubierto, y yo te puse; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego anduviste. 15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16A causa de la multitud de tu contratación fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; y yo te eché del Monte de Dios, y te eché a mal de entre las piedras del fuego, oh querubín cubierto. 17Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu resplandor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad de tu contratación ensuciaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. 19Todos los que te conocieron de entre los pueblos, se maravillarán sobre ti; conturbado fuistes, y nunca más serás para siempre.
20Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo: 21Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella; 22y dirás: Así dijo el Señor DIOS: He aquí yo contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando hiciere en ella juicios, y en ella me santificare. 23Y enviaré a ella pestilencia y sangre en sus plazas; y caerán muertos en medio de ella; con espada contra ella alrededor; y sabrán que yo soy el SEÑOR. 24Y nunca más será a la Casa de Israel espino que le punce, ni espino que le dé dolor, en todos los alrededores de los que los menosprecian; y sabrán que yo soy el SEÑOR. 25Así dijo el Señor DIOS: Cuando juntare la Casa de Israel de los pueblos entre los cuales están esparcidos, y en ellos me santificaré a los ojos de los gentiles, y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. 26Y habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y habitarán confiadamente, cuando yo haga juicios en todos los que los despojan en sus alrededores; y sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios.