Gálatas capitulo 1
La Biblia de las Américas
2y todos los hermanos que están conmigo : A las iglesias de Galacia : 3Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo, 4que se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
6Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente ; 7que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema. 10Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres ? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.
11Pues quiero que sepáis, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre. 12Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por medio de una revelación de Jesucristo. 13Porque vosotros habéis oído acerca de mi antigua manera de vivir en el judaísmo, de cuán desmedidamente perseguía yo a la iglesia de Dios y trataba de destruirla, 14y cómo yo aventajaba en el judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, mostrando mucho más celo por las tradiciones de mis antepasados. 15Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien 16revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre, 17ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco.
18Entonces, tres años después, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y estuve con él quince días. 19Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo, el hermano del Señor. 20(En lo que os escribo, os aseguro delante de Dios que no miento.) 21Después fui a las regiones de Siria y Cilicia. 22Pero todavía no era conocido en persona en las iglesias de Judea que eran en Cristo ; 23sino que sólo oían decir: El que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en un tiempo quería destruir. 24Y glorificaban a Dios por causa de mí.
Nueva Biblia de las Américas
2y todos los hermanos que están conmigo: A las iglesias de Galacia: 3Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo, 4que El mismo se dio por nuestros pecados para librarnos (rescatarnos) de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
6Me maravillo de que tan pronto ustedes hayan abandonado (desertado) a Aquél que los llamó por la gracia de Cristo (el Mesías), para seguir un evangelio diferente, 7que en realidad no es otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban a ustedes y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anunciara otro evangelio contrario al que les hemos anunciado, sea anatema (maldito).
9Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguien les anuncia un evangelio contrario al que recibieron, sea anatema. 10Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.
11Pues quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre. 12Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por medio de una revelación de Jesucristo. 13Porque ustedes han oído acerca de mi antigua manera de vivir en el Judaísmo, de cuán desmedidamente perseguía yo a la iglesia de Dios y trataba de destruirla. 14Yo aventajaba en el Judaísmo a muchos de mis compatriotas (entre los de mi raza) contemporáneos, mostrando mucho más celo por las tradiciones de mis antepasados.
15Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por Su gracia, tuvo a bien 16revelar a Su Hijo en mí para que yo Lo anunciara entre los Gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre, 17ni subí a Jerusalén (Ciudad de Paz) a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco.
18Entonces, tres años después, subí a Jerusalén para conocer a Pedro (Cefas), y estuve con él quince días. 19Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo (Santiago), el hermano del Señor. 20En lo que les escribo, les aseguro delante de Dios que no miento.
21Después fui a las regiones de Siria y Cilicia. 22Pero todavía no era conocido en persona en las iglesias de Judea que eran en Cristo. 23Ellos sólo oían decir: “El que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica (anuncia) la fe que en un tiempo quería destruir.” 24Y glorificaban a Dios por causa de mí.
Nueva Versión Internacional
3Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. 4Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
6Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. 7No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. 8Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! 9Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición!
11Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana. 12No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo.
13Ustedes ya están enterados de mi conducta cuando pertenecía al judaísmo, de la furia con que perseguía a la iglesia de Dios, tratando de destruirla. 14En la práctica del judaísmo, yo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi celo exagerado por las tradiciones de mis antepasados. 15Sin embargo, Dios me había apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia. Y, cuando él tuvo a bien 16revelarme a su Hijo para que yo lo predicara entre los gentiles, no consulté con nadie. 17Tampoco subí a Jerusalén para ver a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui de inmediato a Arabia, de donde luego regresé a Damasco.
18Después de tres años, subí a Jerusalén para visitar a Pedro, y me quedé con él quince días. 19No vi a ningún otro de los apóstoles; solo vi a Jacobo, el hermano del Señor. 20Dios me es testigo que en esto que les escribo no miento. 21Más tarde fui a las regiones de Siria y Cilicia. 22Pero en Judea las iglesias de Cristo no me conocían personalmente. 23Solo habían oído decir: «El que antes nos perseguía ahora predica la fe que procuraba destruir». 24Y por causa mía glorificaban a Dios.
Reina-Valera 1960
1Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), 2y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: 3Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, 4el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
6Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
11Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; 12pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. 13Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; 14y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. 15Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, 16revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, 17ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.
18Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; 19pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. 20En esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento. 21Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, 22y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; 23solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba. 24Y glorificaban a Dios en mí.
Biblia del Jubileo
1Pablo, apóstol, no de los hombres ni por hombre, sino por Jesús, el Cristo, y Dios el Padre, que lo resucitó de los muertos, 2y todos los hermanos que están conmigo, a las Iglesias de Galacia: 3Gracia sea a vosotros, y paz de Dios el Padre, y del Señor nuestro Jesús, el Cristo, 4El cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad del Dios y Padre nuestro, 5al cual es la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
6Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis traspasado del que os llamó en la gracia de Cristo, a otro evangelio; 7porque no hay otro, sino que hay algunos que os inquietan, y quieren pervertir el Evangelio del Cristo. 8Mas aun si nosotros o un ángel del cielo os anunciare otro Evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como antes hemos dicho, también ahora lo decimos otra vez: Si alguno os anunciare otro Evangelio del que habéis recibido, sea anatema. 10Porque, ¿persuado yo ahora a hombres o a Dios? ¿O busco agradar a los hombres? Cierto, que si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
11Mas os hago saber, hermanos, que el Evangelio que ha sido anunciado por mí, no es según hombre; 12ni yo lo recibí, ni aprendí de hombre, sino por revelación de Jesús, el Cristo. 13Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera la Iglesia de Dios, y la destruía; 14y aprovechaba en el Judaísmo sobre muchos de mis iguales en mi nación, siendo mucho más celoso que todos de las tradiciones de mis padres. 15Mas cuando quiso Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, 16revelar a su Hijo en mí, para que le predicase entre los gentiles, luego no consulté con carne y sangre; 17ni fui a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que me fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. 18Después, pasados tres años, fui a Jerusalén a ver a Pedro, y estuve con él quince días. 19Mas a ningún otro de los apóstoles vi, sino a Jacobo, el hermano del Señor. 20Y en esto que os escribo, he aquí delante de Dios, que no miento. 21Después fui a las partes de Siria y de Cilicia; 22y no era conocido de vista a las Iglesias de Judea, que eran en el Cristo; 23solamente habían oído decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que en otro tiempo destruía. 24Y glorificaban a Dios por mí.