¿Qué significa Gálatas 2:9?
Los cristianos de Galacia estaban siendo influenciados por un grupo conocido como los judaizantes. Estos falsos maestros estaban diciendo que los gentiles necesitaban ser circuncidados y seguir la ley del Antiguo Testamento para alcanzar la salvación. Estos mismos hombres estaban diciendo que la autoridad de Pablo no era del todo confiable. Para responder ante este tipo de acusaciones, Pablo dijo que Cristo mismo fue quien le enseñó el evangelio, y que estaba totalmente de acuerdo con los demás apóstoles.Pablo ahora comparte su argumento más importante con los creyentes de Galacia: su mensaje de que la salvación se alcanza a través de la gracia de Dios sin necesidad de seguir la ley había sido formalmente aprobado por los otros apóstoles. Pablo se reunió con los demás apóstoles en Jerusalén. Los tres líderes más influyentes, Santiago, Pedro (Cefas) y Juan, vieron que Dios le había dado Su gracia a Pablo para llevar a cabo su ministerio (Gálatas 1:15). En otras palabras, estaban de acuerdo con el testimonio de Pablo de que Cristo se le había revelado en persona y lo había llamado para convertirse en un apóstol. Entonces, esos tres apóstoles le dieron la diestra a Pablo y Bernabé, su compañero en el ministerio, en señal de compañerismo. Se puede suponer que esto se refiere a una especie de apretón de manos oficial, pero lo que representa "la diestra de compañerismo" en el Nuevo Testamento es que una persona está siendo aceptada dentro de un grupo específico.
Pablo quería que los cristianos de Galacia entendieran completamente que él no era un maestro que estaba siendo deshonesto y que andaba por el mundo enseñando una versión falsa del evangelio, sino que estaba predicando el mismo mensaje que predicaban los discípulos más cercanos de Jesús. Esos discípulos vieron la gracia que Dios le había dado a Pablo y aprobaron su ministerio. Cualquiera que rechazara el evangelio tal y como lo predicaba Pablo, también estaría rechazando las enseñanzas de las personas que habían estado con Jesús durante Su tiempo en la Tierra y, tal y como Pablo lo aclaró anteriormente, esto significa que todos los que intentan añadir requisitos adicionales para alcanzar salvación más allá de la fe en Cristo, son falsos maestros, "falsos hermanos" (Gálatas 2:4) y Dios ya los ha condenado (Gálatas 1:8–9).