¿Qué significa Gálatas 3:20?
En el versículo anterior, Pablo comenzó a responder a la pregunta "¿para qué sirve la ley?" En otras palabras, si la ley no puede salvarnos del pecado, tal y como lo enseñaban los judaizantes (Gálatas 2:4), ¿para qué servía? Pablo ha dicho que Dios les dio la ley a los israelitas por dos razones. Una es que la ley les mostró todos los pecados que estaban cometiendo que ni siquiera consideraban como pecados. Segundo, la ley solo estaría vigente por un tiempo, 430 años después de las promesas que Dios les hizo a Abrahán y a su descendencia, hasta la llegada de su descendiente más importante, Jesús, quien fue enviado para cumplir con esas promesas en nuestro nombre.Luego, Pablo añadió que la ley fue establecida por medio de ángeles y por un mediador, un término que viene del griego mesitou. En otras palabras, la ley era un pacto entre dos partes, Dios e Israel. Dios fue representado en este acuerdo por los ángeles. Israel fue representado por Moisés. El acuerdo del pacto era este: si Israel guardaba los mandamientos de Dios, Él los bendeciría. Si el pueblo desobedecía, Dios los maldeciría o los castigaría. Por lo tanto, era un pacto con dos direcciones.
Dios, sin embargo, es "uno", concluye Pablo, y no requiere que los seres humanos se involucren para hacer un pacto. A esto lo llamamos un pacto o promesa unilateral. Dios les hizo promesas a Abrahán y a su descendencia sin exigirles nada a cambio. Abrahán simplemente creyó, y Dios les ofreció lo que Él deseaba darles. Jesús representa "la descendencia" que recibió todo lo que se les prometió a los descendientes de Abrahán. Por tanto, las personas que se encuentran "en Cristo" también reciben esas promesas, sin necesidad que la ley los ayude.