¿Qué significa Gálatas 4:11?
Pablo había evangelizado con éxito a la gente en Galacia cuando les predicó el evangelio de la fe (Gálatas 1:6). Para su consternación, se enteró de que esos mismos gálatas estaban siendo engañados por falsos maestros que afirmaban que la salvación también requería adherirse a los ritos y las normas de la ley (Gálatas 2:4). Los versículos anteriores nos explicaron la razón por la que esto no tenía ningún sentido.Pablo, sonando un poco exasperado a causa de sus lectores gálatas, de repente les hace una súplica muy personal: tenía miedo de que hubiera desperdiciado el tiempo y la energía que había dedicado a ayudarlos a comprender las buenas nuevas acerca de Jesucristo. Puede que todo hubiera sido "en vano". Su frustración era comprensible. Después de todo, Cristo fue quién mandó a Pablo para llevarles las buenas nuevas de la salvación por la fe en Cristo—y no por las obras—al mundo no judío. En realidad, hubiera sido difícil tratar de explicarle a una persona judía que había seguido legalistamente la ley toda su vida la idea de que esos rituales no podían salvarlos. Para un judío, dejar de lado la idea de que era necesario seguir la ley para estar bien ante Dios seguramente fue algo verdaderamente complicado de entender.
En esta situación, sin embargo, las personas que nunca siguieron la ley de Moisés en sus vidas estaban comenzando a pensar que necesitaban ser circuncidados y observar días especiales para que Dios los aceptara. El grupo de falsos maestros conocidos como los judaizantes estaba tan comprometido con la ley que no podían permitir que los cristianos no judíos creyeran que podían salvarse sin ella.
El temor de Pablo de haber perdido el tiempo con los gálatas lo impulsará a hacerles una súplica para que confíen únicamente en la gracia de Dios a la hora de alcanzar la salvación.