¿Qué significa Gálatas 4:14?
Pablo les está recordando a sus lectores gálatas la manera en que llegaron a conocerse. Específicamente, les estaba recordando acerca de la bondad con la que lo trataron durante un momento difícil de su vida y la manera en que los recibieron tanto a él como al evangelio de Jesús con honor. Todo esto forma parte del modo en que quería animarlos con esta carta: ya que confiaron únicamente en la fe en Cristo, y no en rituales u otras obras para alcanzar la salvación.Pablo estaba enfermo cuando llegó a pasar tiempo con los gálatas por primera vez. Quizás pudo haber sido un brote de una "enfermedad corporal" crónica que lo afligió durante gran parte de su vida. En 2 Corintios 12, Pablo dice que tenía un "aguijón en la carne" que Satanás le había enviado y que Dios le había permitido tener para evitar que se llenara de orgullo por todo lo que Dios le había revelado (2 Corintios 12: 7). Algunos eruditos especulan que esta "espina" era algún tipo de enfermedad física. La tradición sugiere que Pablo tenía algún tipo de discapacidad visual.
O quizás la enfermedad a la que Pablo se refiere aquí era simplemente una enfermedad que vino y luego se fue. En realidad, no lo sabemos a ciencia cierta. En cualquier caso, Pablo describe su condición como si fuera una prueba para los gálatas. Tal vez, Pablo requirió atención médica por algún tiempo, o quizás era difícil estar cerca de él. De nuevo, no sabemos a lo que se refiere Pablo con esto.
Sabemos que Pablo pensaba que esta enfermedad lo hizo parecer débil a ojos de los gálatas. Las personas a menudo intentan ocultar sus enfermedades por temor a parecer débiles ante los demás. En esta época, esta situación era aún peor. Mucha gente asumía que las enfermedades eran un castigo de Dios o de los dioses debido a las cosas malas que hacían, y quería decir que una deidad había castigado a esas personas.
Sin embargo, los gálatas no trataron a Pablo de esta manera y no lo despreciaron. Al contrario, recibieron a Pablo como si fuera un ángel o el mismo Cristo. Probablemente, ellos tampoco creían que lo era, pero valoraron tanto su mensaje sobre la fe en Jesús que se negaron a permitir que su enfermedad les impidiera honrarlo y tratarlo como si fuera uno de ellos.