¿Qué significa Gálatas 5:16?

En el pasaje anterior, Pablo les estuvo hablando sobre la verdad a los cristianos gálatas, y esa verdad se les aplica a todos los cristianos, incluso en la actualidad. Pablo deseaba que los creyentes no desperdiciaran su libertad en Cristo sirviendo únicamente a su propia carne y a sus propios deseos egoístas. En cambio, les dijo a los gálatas, quienes eran libres en Cristo, que se sirvieran los unos a los otros en amor. Debido a que Dios nos ama, nosotros debemos amar a los demás de la misma manera (Gálatas 5:13-15).

Ahora, Pablo comienza a describir a qué se refiere cuando dice esto. Después de todo, este tipo de amor no surge de forma natural; no sólo nos resistimos a renunciar a nuestro propio camino, sino que a menudo simplemente no sabemos cómo amar. Además, sin tener las reglas de la ley para guiarnos, ¿cómo deberíamos usar nuestra libertad en Cristo para amarnos los unos a los otros?

Pablo habla sobre la única fuente de poder y sabiduría que existe más allá de nosotros mismos: el Espíritu Santo de Dios. Anteriormente, Pablo nos reveló en esta carta que el Espíritu vive en los corazones de cada uno de los hijos e hijas de Dios (Gálatas 4:6). Ahora, Pablo nos dice que usemos esta libertad en Cristo para acceder al poder del Espíritu de Dios en nuestros corazones durante nuestra vida diaria. Pablo nos dice, literalmente, que caminemos y sigamos caminando, por el poder y la guía del Espíritu.

Nuevamente, Pablo dice que dejemos a un lado nuestros deseos y que nos dediquemos a confiar en la voluntad de Dios. De la misma manera que no pudimos cumplir la ley a través de nuestros propios esfuerzos, Pablo nos dice que dejemos de intentar servirnos los unos a los otros con amor por nuestra cuenta. El Espíritu de Dios que reside en nosotros está disponible y está dispuesto a ayudar para hacerlo.

Sí, esta es una idea misteriosa, pero también lo es la manera en que las personas que son libres en Cristo evitamos ceder ante los deseos de la carne. Así es como superamos nuestros fuertes apetitos de hacer lo que nos hace sentir bien, incluso cuando esas cosas son pecado. Gracias al poder del Espíritu, podemos decirnos no a nosotros mismos.