¿Qué significa Gálatas 5:26?
En este capítulo, Pablo ha estado describiendo la manera en que deben vivir las personas que están en Cristo. Los creyentes deben vivir en el poder y bajo la dirección del Espíritu de Dios. Pablo escribió en el versículo anterior que debemos "vivir según el Espíritu". Es una idea misteriosa que cuesta entender, pero vale la pena esforzarse para entenderlo. La vida en el Espíritu de Dios es poderosa, está llena de significado y es la mejor manera de vivir en este lado de la eternidad. Al igual que cuando permitimos que una pareja de baile nos dirija, también debemos permitir que el Espíritu de Dios guíe nuestra voluntad, para que podamos aceptar plenamente quiénes somos en Cristo.Pero ¿qué pasa si no obedecemos? ¿Qué pasa si, debido a nuestra obstinación, negligencia o falta de interés, un cristiano simplemente decide no vivir "según el Espíritu"?
Pablo responde a eso, en parte, en este versículo: nos volvemos vanidosos, nos irritamos los unos a otros, comenzamos a tenernos envidia.
La vida en el Espíritu de Dios requiere someterse a Dios y ser humildes. Dios es más importante que nosotros. Cuando tratamos de ser cristianos basándonos en nuestras propias obras, nos volvemos engreídos de la misma manera que las personas religiosas a menudo se vuelven moralistas falsos que no ponen en práctica lo mismo que predican.
A partir de ahí, las cosas comienzan a empeorarse. Las personas que son orgullosas, por definición, solo se dedican a autopromocionarse y eso provoca que los demás acaben haciendo lo mismo y todo acabe siendo una competición. Inevitablemente, cuando las personas religiosas compiten entre sí en términos de honor y autoestima, acaban envidiándose y resintiéndose entre sí deseando tener lo que ellos mismos no tienen.
Sin el poder y la dirección del Espíritu Santo, la vida cristiana acaba siendo una vida religiosa destructiva y egoísta. En lugar de caer en ese error, parece decir Pablo, debemos descubrir cómo caminar en el Espíritu.