Visión general de Gálatas
Tipo de libro: La cuarta epístola paulina del Nuevo Testamento; el noveno libro del Nuevo Testamento; el libro número cuarenta y ocho de la Biblia.
Autor: Pablo, tal y como lo indica Gálatas 1:1.
Audiencia: Pablo escribió Gálatas para las iglesias que se situaban en el sur de Galacia, las cuales tenían tanto creyentes judíos como gentiles. Pablo escribió de manera muy directa para defenderse de algunas falsas enseñanzas que surgieron en estas congregaciones. En particular, esto se refiere a aquellos que insistían en que los cristianos debían guardar la Ley Mosaica, hacerse la circuncisión, no debían tener la comunión con creyentes que no estaban circuncidados, etc. Pablo contrarrestó esta falsa enseñanza centrándose en la salvación por fe aparte de las obras.
Fecha: Aproximadamente en el 49 d.C.; Gálatas es quizás la primera de las epístolas del Nuevo Testamento que Pablo escribió.
Resumen: Gálatas incluye seis capítulos, que abordan tres secciones principales. Los temas que se tratan en este libro son similares a los del libro de Romanos, aunque se presentan en un formato más simple y breve.
La primera sección son las perspectivas personales de Pablo sobre la salvación a través de la fe (Gálatas 1—2). Después de un breve saludo (Gálatas 1:1–5), Pablo condena el hecho de que los gálatas abandonaron la verdad de que la salvación solo viene a través de la fe (Gálatas 1:6–9), y les recuerda sus propias credenciales como apóstol de Cristo (Gálatas 1:10—2:10). Pablo comparte la historia de cómo los propios apóstoles lo aceptaron a él gracias al mensaje del evangelio que él compartía, y también la manera en que se opuso a Pedro en Antioquía debido a que Pedro actuaba hipócritamente con respecto a la fe y la Ley Mosaica (Gálatas 2:11–14), y también un recordatorio de la justificación que viene a través de la fe (Gálatas 2:15–21).
La segunda sección explica varios aspectos de la enseñanza de la salvación que viene a través de la fe (Gálatas 3:1—4:31). Pablo habla de la propia experiencia de los gálatas (Gálatas 3:1–5), luego habla sobre la historia de Abrahán, la Ley y el pacto que hizo con Dios para señalar la verdadera manera de pertenecer a la familia de Dios (Gálatas 3:6—4:7). Pablo también descarta el sinsentido de intentar alcanzar la justificación ante Dios mediante rituales (Gálatas 4:8–20), usando una ilustración del Antiguo Testamento para apoyar su perspectiva (Gálatas 4:21–31).
La tercera sección pasa a los aspectos prácticos de la enseñanza de Pablo (Gálatas 5—6). Los creyentes son libres de la ley y el legalismo (Gálatas 5:1–21). En cambio, hay libertad en el Espíritu del Señor, y se hace énfasis en los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22–23). Los creyentes también están libres de la esclavitud del pecado y pueden regocijarse de que Cristo haya abierto el camino para estar bien con él a través de la fe (Gálatas 5:24—6:18).
Versículos clave (RVC)
Gálatas 2:16: Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
Gálatas 2:20: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 3:11: Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá.
Gálatas 4:4–6: Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Gálatas 5:22–23: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gálatas 6:7: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.