¿Qué significa Génesis 11:3?
Los versículos anteriores nos revelaron que los pueblos de la tierra aún no se habían dividido y esparcido en tribus y naciones separadas. Los descendientes de Sem, Cam y Jafet siguieron siendo un grupo de personas único, con una sola cultura y un solo idioma. Juntos, habían emigrado a la región de Sinar, donde se acabaría estableciendo Babilonia.Aquí, se nos dice que, todas juntas, estas personas hicieron planes para construir una estructura enorme en su nueva tierra natal. Este versículo "extrañamente" nos especifica sus materiales de construcción: ladrillos cocidos y argamasa hecha de alquitrán. Los eruditos sugieren que existe un juego de palabras intencional en estos versículos, el cual conecta las palabras de estos materiales de construcción con el nombre de Babel. Además, a los lectores israelitas probablemente les habría interesado saber que estos pueblos antiguos usaban ladrillos, mientras que ellos mismos usaban piedra para construir sus ciudades.
Génesis 11:1–9 relata uno de los actos más dramáticos de Dios que se registran en Génesis. Antes de que se formaran las tribus y las naciones descritas en Génesis 10, todas las personas de la tierra compartían un idioma y una cultura. De hecho, también compartían el objetivo de no querer separarse. Con ese fin, decidieron hacerse importantes al construir una gran ciudad con una torre enorme, y aparentemente eran reticentes de darle ningún mérito a Dios el Creador. Para evitar que la humanidad fuera demasiado poderosa y cayera en el pecado generalizado que llegó a inspirar el diluvio, Dios confundió los lenguajes humanos y esparció a la humanidad por todo el mundo. La ciudad de Babel, una palabra que es similar a la palabra hebrea para "confundido", se conocería más tarde como Babilonia.
Génesis 11 contiene tres secciones: en la primera, Dios confunde y dispersa a la gente del mundo para detener la construcción de Babel y su torre. Durante la segunda, se nos proporciona una genealogía que nos muestra los vínculos directos que había entre Noé y Abrán. La tercera presenta las "generaciones" de Taré, proporcionando una descripción de la familia desde la cual Dios llamaría a Abrán para que se convirtiera en el padre de Su pueblo elegido.