¿Qué significa Génesis 18:25?
El Señor le ha revelado a Abrahán el plan que tenía para investigar y, por implicación, juzgar a las ciudades de Sodoma y Gomorra debido a su gran pecaminosidad. Abrahán está de pie junto con el Señor mientras los otros dos ángeles ya se encontraban de camino hacia Sodoma, y le estaba haciendo algunas preguntas difíciles al Señor. Lot, el sobrino de Abrahán, vivía en Sodoma, por lo que Abrahán parecía estar intentando salvar a la ciudad por cuenta de Lot.La pregunta que Abrahán le hizo a Dios es muy similar a una de las preguntas que nos hacemos hoy en día. ¿Es verdad que Dios enjuiciará a las personas justas, así como a las personas injustas? ¿Hay algún caso en el que Dios decidiera no juzgar al mundo si hubiera un número específico de personas buenas viviendo en él? Abrahán le dijo específicamente lo siguiente: ¿acaso vas a destruir al justo junto con el injusto? ¿Acaso destruirás ese lugar, y no lo perdonarás por los cincuenta justos que estén allí adentro?
En este versículo, Abrahán parece estar indignado, posiblemente hasta el punto de incluso llegar a intentar manipular la conversación. La idea de que el Señor mataría a los justos junto con los que merecían ser castigados no encajaba bien con la idea que Abrahán tenía sobre quién era Dios. Abrahán le dice a Dios lo mismo dos veces: "¡Lejos sea de ti!" Más tarde, Abrahán afirmará su argumento central: ¿no debería el juez de toda la tierra hacer lo que es justo?
Esa es la misma pregunta que muchas personas le han hecho a Dios a lo largo de los siglos. De hecho, es la primera pregunta que muchas personas hacen sobre la idea de que Dios sea un Dios omnisciente, omnipotente y amoroso. ¿Es Dios justo? El problema, por supuesto, es que cuando hacemos esa pregunta, estamos preguntando tal y como lo hace Abrahán aquí, asumiendo de antemano, que nosotros somos los que definimos lo que la justicia y la rectitud son o deberían ser, no Dios, y criticamos a Dios cuando Él no cumple con nuestras propias expectativas.
Los siguientes versículos nos revelarán que Abrahán estaba subestimando tanto la justicia como la misericordia de Dios, mientras que al mismo tiempo estaba sobreestimando también la bondad de la humanidad. Dios, en Su gracia, permitirá que Abrahán "negocie" el rescate de Sodoma usando como argumento la posibilidad de que quizás pudiera haber al menos diez justos en la ciudad. No obstante, finalmente no encuentran ni a diez justos en la ciudad.