¿Qué significa Génesis capitulo 18?
Los eventos de Génesis 18 tienen lugar poco después de la visita que Dios le hizo a Abrahán durante el capítulo 17. Sin embargo, esta visita del Señor es muy diferente. Al principio, no está claro si Abrahán ni siquiera reconoció que los tres hombres que aparecieron fuera de su tienda eran el Señor y dos ángeles en forma humana. En cualquier caso, Abrahán corrió hacia ellos para mostrarles un profundo respeto y hospitalidad. Abrahán le dijo a Sara que les cocinara pan y que sacrificara un ternero para que se lo comieran mientras descansaban en el calor del día.Una vez que terminó la comida, el Señor se reveló completamente a través de una conversación que el Señor tuvo con Sara por medio de Abrahán mientras ella permanecía escondida y escuchando desde la tienda. Primero, el Señor preguntó dónde estaba Sara y luego le reveló lo que le había dicho a Abrahán durante el capítulo anterior: durante ese mismo tiempo un año después, ella tendría un hijo.
La respuesta de Sara es muy parecida a la respuesta de Abrahán en el capítulo anterior: se rió para sí misma. Sara no solo tenía alrededor de 90 años, sino también se nos dijo que ella ya no tenía la menstruación. De acuerdo con la narrativa del texto, parece que aquí se está hablando sobre la menopausia: Sara ya no podía concebir hijos naturalmente. De hecho, parece que Sara se describió a sí misma como una mujer agotada y a su marido como una persona anciana. Por lo tanto, el hecho de tener un hijo estaba más allá de sus planes e incluso de su imaginación.
El Señor sabía que Sara se rió y también supo lo que había pensado acerca de lo que Dios le había revelado. Dios, entonces, le preguntó a Abrahán por qué se rió. "¿hay algo que el Señor no pueda hacer?" Después, Dios le repitió la promesa de que muy pronto tendrían un hijo. Sara, quien probablemente ya se había dado cuenta de que este era Dios, tenía miedo. Sara mintió y dijo que no se había reído. El Señor la corrigió una vez más, pero no la castigó. En un ejemplo de "humor divino", Dios le pondría de nombre a su hijo Isaac, que significa "risa".
Luego, los tres hombres emprendieron su viaje, y caminaron desde la casa de Abrahán, que estaba cerca de Hebrón, hacia la ciudad de Sodoma. Abrahán caminó con ellos por un tiempo, hasta que llegó a un punto alto desde el cual podían mirar al otro lado y ver a Sodoma. A partir de ahí, el Señor le reveló a Abrahán el plan que había ideado con respecto a los graves pecados que continuamente se cometían en Sodoma y Gomorra. Dios juzgaría a esas personas si observara que sus pecados eran tan perversos como había oído que eran. Esto, por supuesto, era una forma de hablar, ya que Dios ya sabía exactamente lo pecaminosas que eran estas ciudades. La razón por la que se nos habla de Dios teniendo esta perspectiva se nos revela durante la conversación que estaba teniendo con Abrahán, ya que Abrahán estaba tratando de medir de alguna manera qué nivel de maldad era necesario para finalmente ganarse la ira de Dios.
Mientras los dos ángeles caminaban hacia la ciudad, Abrahán comenzó a hacer una especie de negociación con el Señor, ya que tanto su sobrino Lot como su familia vivían en Sodoma. Abrahán parecía estar preocupado por ellos. Por lo tanto, comenzó a desafiar valientemente al Señor: ¿Señor, destruirás al justo junto con el malvado? Abrahán insistió varias veces en que hacer algo así no sería consistente con el carácter del Señor.
El Señor fue muy paciente con Abrahán mientras él le estaba haciendo preguntas sobre de qué manera y bajo qué circunstancias Dios debería emitir Su juicio. ¿Destruirás la ciudad si encuentras 50 justos allí? El Señor dijo que no lo haría. Sin embargo, Abrahán siguió preguntando, reduciendo el número desde 50 hasta 20 personas pasando por otras cifras hasta llegar a ese número. Finalmente, Abrahán preguntó una vez, incluso con miedo porque no quería que el Señor se enojara, si perdonaría la ciudad por el bien de 10 justos. Una vez más, el Señor dijo que no castigaría a la gente de la ciudad si encontrara a 10 justos.
Al finalizar esta conversación, el Señor se dirigió a la ciudad y Abrahán regresó a su casa.