¿Qué significa Génesis 2:22?
El versículo anterior describe cómo Dios le quitó la costilla a Adán. Ahora Dios usa esa costilla para formar a una mujer. Por supuesto, las razones fundamentales por las que Dios eligió hacerlo de esta manera son un misterio para nosotros. Hasta este punto, la única descripción del proceso creativo de Dios ha sido la de formar al hombre y los animales usando la tierra, el polvo de la tierra. Dios podría haber formado a esta mujer de la misma manera, pero decidió hacerlo de una manera diferente. Probablemente, lo hizo así para enfatizar la naturaleza de la relación que habrían entre los hombres y las mujeres.Durante la creación de Adán, Dios usó la palabra hebrea yi'ser, que representa la idea de tomar alguna sustancia existente y moldearla para darle forma. En el caso de la mujer, sin embargo, la raíz hebrea es banah, que significa "construir". Dios "construyó" a la mujer usando la costilla de Adán como su fundación. Esa palabra tiene un significado similar, pero también tiene la connotación de "añadir" algo a una cosa o situación que carecía de ese añadido.
Tal y como Adán dirá en el próximo verso, este origen conecta al hombre y a la mujer a un nivel fundacional, ya que literalmente estaban hechos del mismo material, y se correspondían entre sí. Al mismo tiempo, esta elección de palabras hebreas dice algo importante sobre las diferencias que hay entre los hombres y las mujeres. El hombre fue "formado" a partir de material existente, pero la mujer fue "construida" a partir de la base de la costilla del hombre. En otras palabras, Dios añadió algo al hacer a la mujer que no estaba incluido en esa costilla. Si bien el hombre y la mujer están íntimamente vinculados y están literalmente hechos el uno para el otro, también son creados como dos géneros únicos y separados. Ninguno de los dos géneros, varón y hembra, son intercambiables ni se pueden reemplazar, sino que son excepcionales.
Cuando Dios crea a la mujer, Dios le presenta la mujer a Adán. Dios, el proveedor de todas las cosas, le ha dado a Adán el mayor de todos los dones terrenales posibles: una ayuda, una compañera, una esposa. Dios es el dador de todas las cosas buenas (Santiago 1:17), y la respuesta de Adán en el próximo versículo nos mostrará que estaba abrumado por la bondad de esta bendición.