¿Qué significa Génesis capitulo 21?
Génesis 21 comienza con el esperado nacimiento del hijo que Dios les había prometido a Abrahán y a Sara. Este es el niño a través del cual Dios haría de Abrahán una gran nación (Génesis 17:6–7). Recientemente, el Señor les había prometido a Abrahán y a Sara que concebirían y darían a luz un hijo dentro de un año. Ambos se rieron (Génesis 17:17; Génesis 18:12). Dios dijo que el nombre de su hijo sería Isaac, un nombre que significa "risa" (Génesis 17:19).Ahora había llegado el momento. El Señor visitó a Sara. Ella y Abrahán concibieron, tal como Dios dijo que ocurriría, tal y como Él lo había prometido (Génesis 18:14). A la edad de 100 y 90 años, respectivamente, Abrahán y Sara se hicieron padres. Sara le dio a Abrahán un hijo, llena de gozo por la risa que él le había provocado (Génesis 21:1–7).
Sin embargo, esa alegría se agrió después de que Isaac fuera destetado. Sara vio a Ismael riéndose, el hijo que Abrahán tuvo a través de Agar. Ella pareció pensar que Ismael se estaba riendo de su pequeño Isaac. Ismael era el hijo primogénito de Abrahán, quien había nacido a través de la propia esclava egipcia de Sara, Agar, ante la insistencia de Sara. En ese momento, sin embargo, Sara comenzó a exigirle furiosamente a Abrahán que echara a Agar e Ismael al desierto para eliminar cualquier posibilidad de que el hijo de Agar compartiera la herencia con su hijo Isaac (Génesis 21:8–10).
Abrahán se disgustó muchísimo con lo que Sara le había pedido, ya que él estaba muy apegado a Ismael. El Señor, sin embargo, le habló a Abrahán. El nombre y la herencia de Abrahán iban pasar a través de Isaac. El Señor le aseguró a Abrahán que también haría venir una gran nación de Ismael, y por eso le dijo que hiciera lo que Sara le había pedido (Génesis 21:11–13).
Abrahán lo obedeció y envío a su esclava y a su hijo al desierto junto con pan y agua. Pronto se quedaron sin agua y Agar puso a su hijo a la sombra de un arbusto creyendo que se iba a morir. Sin embargo, un ángel la llamó desde el cielo. Dios había escuchado la voz de Ismael, y le prometió de nuevo que haría que viniera una gran nación de él. Dios les dio agua, y Agar e Ismael finalmente pudieron sobrevivir. Ismael creció en el desierto, se convirtió en un gran arquero y finalmente se casó con una mujer egipcia (Génesis 21:14–21).
Después de que Agar e Ismael se fueran, Abimelec, el rey de Gerar, se acercó a Abrahán. A pesar del hecho de que el engaño de Abrahán acerca de que Sara era su esposa casi llegó a provocar su muerte, el rey notó que Dios estaba con Abrahán. Abimelec tenía respeto por el poder de Dios y la manera en que bendecía todo lo que Abrahán había hecho. En el pasado, Abimelec le había ofrecido a Abrahán animales, siervos, plata y la tierra que Abrahán había estado ocupando. En este momento, sin embargo, Abimelec quería formalizar su relación con Abrahán ofreciéndole un hogar permanente en su región, con el fin de que se hicieran aliados oficiales (Génesis 21:22–24).
Abrahán aceptó la petición de Abimelec de jurar que no volvería a engañarlo ni a él ni a su descendencia, y que los trataría con bondad tanto a él como a su pueblo. Abrahán insistió en incluir en su acuerdo la resolución de la propiedad de un pozo, uno que Abrahán mismo había cavado. Abrahán le dio siete corderos más a Abimelec como una señal de que el pozo le pertenecería a Abrahán desde ese momento en adelante (Génesis 21:25–30).
Después de que ambos hicieran sus juramentos para vincular el acuerdo, al lugar donde se conocieron se le puso de nombre Berseba, que significa "pozo de los siete" o "pozo del juramento". Este lugar se convirtió en un lugar importante en la historia de Israel (Génesis 21:31–34).
Génesis 21 ha traído consigo un nuevo hijo para Abrahán y Sara, además de la propiedad de un pozo. Las promesas de Dios de hacer de él una gran nación y de darle posesión de toda la tierra comenzaron a cumplirse. Sin embargo, Dios estaba a punto de pedirle a Abrahán que hiciera algo horrible, difícil y aterrador, pero era un gesto que finalmente mostraría si Abrahán confiaban en Dios realmente o no lo hacía.