¿Qué significa Génesis 22:4?

Dios le ha ordenado a Abrahán que ofrezca a su hijo Isaac, a quien amaba tanto, como holocausto en la tierra de Moriah. Moriah estaba a unas 50 millas de Berseba, donde vivía Abrahán. Después de un viaje de tres días con su asno, dos sirvientes, y toda la leña necesaria para hacer una ofrenda, Abrahán e Isaac finalmente llegaron a un lugar desde donde pudieron ver la región montañosa frente a ellos.

La disposición de Abrahán para obedecer esta orden no es un ejemplo de lo que se conoce como "fe ciega". De hecho, es exactamente lo contrario. Los incidentes anteriores en la vida de Abrahán le habían demostrado que Dios podía hacer cosas buenas, incluso cuando los seres humanos no comprenden completamente la manera en que algo así pudiera ser posible. El propio nacimiento de Isaac fue un ejemplo de cómo Dios cumplió una promesa que parecía imposible desde una perspectiva humana (Génesis 17:17; Génesis 21:1–2). Abrahán confía en Dios porque Dios ya le había demostrado Su carácter, y asumió que Dios, de alguna manera, arreglaría esta situación. Abrahán obedeció, no porque de repente pensara que Dios quería sacrificios humanos, sino porque asumió, con una fe confiada, que Dios estaba planeando algo "entre bastidores".