¿Qué significa Génesis 22:5?
Los intérpretes de este evento se preguntan lo siguiente: ¿estaba Abrahán convencido de que Dios intervendría para evitar que matara a Isaac antes de que llegara el momento de hacerlo? ¿O quizás estaba convencido de que Isaac resucitaría? Nunca se nos llega a decir esto exactamente, pero lo que Abrahán les dice a sus siervos aquí quizás podría entenderse como una pista. Abrahán les dice que él y el niño se irían, adorarían a Dios y finalmente volverían. De una forma u otra, Abrahán parece sugerir que esperaba que Isaac lo acompañara de vuelta después de adorar a Dios.El término traducido como "niño" proviene de la palabra raíz hebrea na'ar, el cual se usa para referirse a "jóvenes, muchachos o hombres jóvenes". Dada la forma en que Isaac habla e interactúa con Abrahán durante este episodio (Génesis 22:6–7), probablemente sea un adolescente, y estaba haciendo todo esto voluntariamente junto a su padre, quien en esos momentos ya era muy mayor.
Abrahán claramente confiaba en Dios. Dios le dijo explícitamente a Abrahán que establecería Su pacto a través de Isaac, como un pacto eterno para su descendencia (Génesis 17:19). Dios también le había dicho que la descendencia de Abrahán se haría realidad a través de Isaac (Génesis 21:12). Dado que Isaac aún no había tenido hijos, la promesa de Dios significaba que Isaac debía seguir viviendo para que se cumpliera. Abrahán ya había visto a Dios convertir situaciones aparentemente imposibles en situaciones que finalmente mostraron Su justicia y fidelidad claramente. Por ejemplo, Dios salvó a Lot, mientras que destruyó a la gente inicua de Sodoma (Génesis 19:15–16). Dios también permitió el nacimiento de Isaac, un "bebé milagroso" en todos los sentidos (Génesis 17:17; 21:1–2).
Otra pista de lo que Abrahán pudiera estar pensando se nos da en Hebreos 11:17-19. Allí se nos dice que Abrahán creyó que Dios podía resucitar a Isaac de entre los muertos. Independientemente de lo que Abrahán esperara que sucediera a continuación, no dudó en seguir obedeciendo la orden de Dios de sacrificar al hijo que amaba tanto. Esto no se debe a que Abrahán creyera que Dios realmente quería un sacrificio humano; más bien, es porque Abrahán confiaba en Dios lo suficiente como para obedecerle, incluso cuando no llegara a entender todos los detalles involucrados en la situación.