Capítulo

Génesis 24:7

LBLA El SEÑOR, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra donde nací, y que me habló y me juró, diciendo: “A tu descendencia daré esta tierra ”, El mandará su ángel delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo.
NBLA “El SEÑOR, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra donde nací, y que me habló y me juró, diciendo: ‘A tu descendencia daré esta tierra,’ El mandará Su ángel delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo.
NVI El SEÑOR, el Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mis familiares, y que bajo juramento me prometió dar esta tierra a mis descendientes, enviará su ángel delante de ti para que puedas traer de allá una mujer para mi hijo.
RV1960 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo.
JBS El SEÑOR, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre, y de la tierra de mi natural, y me habló, y me juró diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tomarás de allá mujer para mi hijo.

¿Qué significa Génesis 24:7?

Abrahán está respondiendo a la pregunta que su criado le había hecho: ¿qué debería hacer si no pudiera encontrar una mujer dispuesta a alejarse de su familia y vivir en la tierra de Canaán para convertirse en la esposa de Isaac? Abrahán insiste en que Dios haría que esto fuera posible. Específicamente, estaba seguro de que un ángel del Señor intervendría de tal manera que finalmente haría que esto se cumpliera.

¿De dónde vino la confianza que Abrahán había puesto en el hecho de que Dios obraría de esta manera? Abrahán recordó que el Señor hizo exactamente lo mismo en su propia vida. Dios se le acercó a Abrahán en la tierra de su propio pueblo, se lo llevó de la casa de su padre y le prometió darle la tierra de Canaán a su descendencia (Génesis 12:1–7). Si Dios pudo hacer algo así en la vida de Abrahán, el Señor también sería capaz de hacer eso en la vida de esta mujer con la que Isaac debía casarse.

La confianza que Abrahán tenía en que Dios podía hacer que las cosas acabaran siendo tal y como Él mismo quería que fueran de acuerdo con Su voluntad, se basaba en el hecho de que Abrahán ya tenía experiencia y sabía que Dios siempre acababa haciendo lo que prometía. Nosotros también podemos tener confianza en la capacidad que Dios tiene para revolucionar nuestras vidas, tal y como lo ha hecho con las vidas de los demás.
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