¿Qué significa Génesis 26:35?

Génesis es un libro repleto de emociones y personajes humanos universales. Estos son momentos que han resonado a través de diferentes culturas durante muchos siglos. Lo que ocurre aquí es otro ejemplo de todo esto. Todos conocemos a padres que en algún momento lo han pasado mal debido al matrimonio de sus hijos. Aquí se nos dice que los matrimonios de Esaú con estas dos mujeres hititas les amargaron la vida tanto a Isaac como a Rebeca. Al parecer, los dos querían algo mejor para Esaú.

Por otro lado, no se nos dice si la fuente de su dolor fue el hecho de que Esaú se casara con dos mujeres cananeas, a diferencia de su padre, o si fue simplemente que estos matrimonios tenían problemas continuamente. Ciertamente, ya había buenas razones para que el pueblo de Dios no se casara con los cananeos, y esas razones eran espirituales, no raciales. El padre de Isaac, Abrahán, hizo todo lo posible para asegurarse de que su hijo no se casara con alguien de esa región (Génesis 24). Más tarde, Dios les prohibirá estas relaciones por completo, específicamente debido a los malos hábitos que existían en esa cultura (Deuteronomio 7:1–4; 18:9–14).

Es importante darse cuenta de que Dios todavía no había prohibido el matrimonio polígamo en este momento de la historia de Israel. De hecho, los 12 hijos de Jacob, el segundo hijo de Isaac, vendrían solamente de cuatro mujeres.