¿Qué significa Génesis 27:18?
Si no supiéramos lo que aquí hay en juego para Jacob, Esaú y el futuro de Israel, esta escena nos parecería como algo salido de una comedia de ficción. Rebeca y Jacob estaban intentando convencer a Isaac de que bendijera a Jacob en lugar de a Esaú (Génesis 27:5–10). Para lograrlo, necesitaban que el anciano Isaac creyera que estaba hablando con Esaú y no con Jacob (Génesis 27:1–6). Para que esto sucediera, Jacob se vistió con las ropas de Esaú, para así imitar su olor (Génesis 27:15). Jaco llevaba pieles de cabra en los brazos y el cuello para que se sintiera áspero y velludo al tacto, tal y como lo era su hermano (Génesis 27:16). Ahora, Jacob le ha traído la comida que su padre le pidió a Esaú específicamente (Génesis 27:9).Sin embargo, desde el principio, parece que todo el plan se iba a desmoronar: puede que Isaac fuera viejo y ciego, pero no era sordo. Jacob se presentó ante su padre llevando la deliciosa comida en las manos, supuestamente carne recién matada y preparada por Esaú. Jacob comienza, quizás con demasiada timidez, diciendo: "¡Padre mío!". Isaac entonces pregunta de inmediato con quién estaba hablando, ya que él estaba esperando a Esaú, pero oyó algo que no le cuadraba en la voz de Jacob y era demasiado pronto para que Esaú hubiera regresado. Ahora Jacob tendrá que mentir directamente o abandonar el plan… así que finalmente decidió mentir.
Este momento inspira dos futuros incidentes en la vida de Jacob. A través de la intervención de Dios, Jacob sufrirá una estafa (Génesis 29), y se verá obligado a identificarse, honestamente, antes de ser bendecido en un evento posterior (Génesis 32:26–28).