¿Qué significa Génesis 27:46?
En los versículos anteriores, Rebeca le había ordenado a Jacob que huyera de la furia asesina de su hermano (Génesis 27:41) y se quedara con su hermano Labán (Génesis 24:1–4, 23–28) hasta que se le pasara la furia a Esaú. En realidad, no se nos dice nada de la respuesta de Jacob. ¿Se negó a irse o Rebeca necesitaba que Isaac lo enviara para que esto sucediera? No lo sabemos. En cualquier caso, Rebeca parece haber incluido a Isaac en su plan, algo que una vez más implicaba el hecho de que tenía que mentirle.Rebeca no le dice a Isaac que su verdadero temor era que Esaú matara a Jacob; tal vez creía que al escuchar eso Isaac no actuaría con la suficiente rapidez como para evitarlo; quizás ella no creía que Isaac se creería tal cosa viniendo de su hijo favorito. En cambio, Rebeca acabó manipulando una vez más a Isaac, esta vez quejándose de las esposas de Esaú, las mujeres hititas que les habían amargado tanto la vida a ambos, según Génesis 26:35. Ahora ella le dice a Isaac que odia su vida a causa de esas mujeres, y se lo dice sin tapujos. De hecho, ¿de qué le serviría vivir si Jacob también se casara con una de las mujeres locales?
Ella no llega a decir directamente que Isaac tenía que enviar a Jacob con su hermano para que encontrara una esposa. Al menos, no se nos dice que lo hiciera. Sin embargo, en los siguientes versículos, Isaac enviará a Jacob por esa misma razón. Rebeca ha logrado su objetivo de sacar a Jacob de su hogar. Esta, en lo que respecta a las Escrituras, es la última vez que Rebeca verá a su hijo Jacob (Génesis 27:43–44). Su reencuentro con Isaac ocurrirá muchos años después (Génesis 35:27), pero durante ese encuentro no se mencionará a su madre, quien presumiblemente falleció y nunca más volvió a ver a su hijo favorito (Génesis 49:31).
Génesis 27:30–46 describe las secuelas que trajo el engaño de Jacob, un engaño que tenía como objetivo que Isaac lo bendijera a él en lugar de a Esaú. Una vez que Esaú llega hasta donde estaba Isaac, se dio cuenta de que Isaac ya había bendecido al hijo equivocado, y su cuerpo comenzó a temblar de pánico. Esaú, quien estaba profundamente angustiado, gritó en agonía. Isaac acabó bendiciendo a Esaú con unas palabras que sonaban más como una maldición que una bendición. Esaú se comprometió a matar a Jacob una vez que su padre muriera. Al enterarse de esto, Rebeca le dijo a Jacob que huyera para vivir con su hermano en Mesopotamia.
El plan de Isaac de bendecir a su hijo favorito, Esaú, se vio frustrado por las acciones de Rebeca, la esposa de Isaac, y las de su otro hijo, Jacob. Jacob se hizo pasar por Esaú para así recibir la bendición de su padre Isaac. La oración de bendición para Jacob, de la cual formaban parte tanto riquezas como el dominio sobre todos sus hermanos, se acabó cumpliendo aún habiendo comenzado de la manera que lo hizo. Esaú se quedará con una bendición que nos sonará más como una maldición y finalmente hará un plan para asesinar a su hermano. Debido a esto, Jacob se verá obligado a huir para así conservar su vida.