¿Qué significa Génesis 29:34?
El padre de Lea, Labán, engañó a su esposo Jacob para que se casara con ella. De hecho, Labán había reemplazado furtivamente a la prometida de Jacob, Raquel, con Lea, su hermana mayor, durante la noche de bodas. El resultado final de este caos fue que Jacob se acabó casando con dos mujeres, pero, inesperadamente, Jacob de nuevo le debía a Labán otros siete años de trabajo por haberse casado con Raquel (Génesis 29:16–30). Por esta razón, no nos sorprende el hecho de darnos cuenta de que Jacob no amaba a Lea. Ya sea en sentido figurado en comparación con su amada Raquel, o literalmente, Jacob "menospreciaba" a Lea (Génesis 29:31).Al ver este dolor, Dios permitió que Lea concibiera hijos, mientras que Raquel no podía tenerlos. A los niños se les pusieron nombres que reflejaban la esperanza que Lea tenía de que Jacob llegara a amarla un día. Sus nombres, Rubén y Simeón, le servían a Lea como recordatorios de que Dios había visto (Génesis 29:32) y escuchado (Génesis 29:33) su dolor.
Lea le dio a Jacob un tercer hijo, y nuevamente nombró al niño basándose en su anhelo de que su esposo la amara un día. En hebreo, Leviy significa literalmente "unido a" y es muy similar a la raíz de una palabra que Lea dijo anteriormente durante el versículo, lavah, la cual significa "apegarse". Lea esperaba que este tercer hijo provocara que Jacob por fin sintiera algo por ella.