¿Qué significa Génesis 3:3?

En el versículo 1, la serpiente cuestiona los mandamientos de Dios al hacerle a la mujer una pregunta sesgada: ¿realmente Dios dijo que no se podía comer fruto de ningún árbol del huerto? En el versículo 2, la mujer comienza a responder, y al principio su respuesta parece sólida. Ella responde correctamente que no, que podrían comer fruta de los árboles del huerto. Luego Eva concluye su respuesta con la restricción real que Dios les había dado. Sin embargo, Eva no parece citar a Dios correctamente. Esto hace que Eva dude lo suficiente sobre las palabras de Dios como para darle a Satanás la oportunidad que esperaba.

Esto es lo que Dios le dijo a Adán sobre el hecho de no comer en Génesis 2:16–17: "puedes comer de todo árbol del huerto, pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque el día que comas de él ciertamente morirás".

La mujer, ya sea por accidente o por sinceridad, añade algo más a la declaración de Dios. La restricción de que ni siquiera se les permitía tocar el árbol no era parte del mandato real de Dios. Hay dos maneras de ver esto: o Eva no entendió la orden de Dios y no la recordaba bien, o la citó mal intencionalmente para poner más énfasis en su respuesta.

El hecho de que Eva añade esto a las palabras de Dios en realidad hace que la estrategia de Satanás sea más efectiva. En el contexto de esta conversación, su error hace que Dios parezca más restrictivo de lo que realmente es. La serpiente rápidamente se concentra en el tema del carácter de Dios, Su honestidad y Su justicia.