¿Qué significa Génesis 3:4?

Después de atraer a la mujer, más tarde llamada Eva, hacia una conversación sobre las restricciones de Dios sobre la comida que debían comer y la que no, la serpiente ahora contradice rotundamente a Dios. Esta criatura, Satanás en forma de serpiente, rechaza la advertencia de Dios de que los humanos morirían si comieran del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.

Esta conversación sirve como un prototipo de la tentación general a pecar. La estrategia de la serpiente comienza con la iniciación de una conversación al respecto. Luego, Satanás cuestiona sutilmente la justicia de la orden de Dios y acaba diciendo que Dios es un mentiroso con toda la franqueza del mundo. Hasta el día de hoy, toda tentación a pecar es, de alguna manera, una manera de poner en entredicho el carácter de Dios usando la misma herramienta: ¿realmente Dios dijo eso? ¿Está diciendo dios la verdad? ¿Debería confiar en lo que dice? ¿No es mi decisión mejor que la suya? ¿No debería elegir mi propio camino? Estas son las preguntas, y el camino hacia el orgullo y el pecado, a través de las cuales la serpiente está conduciendo a Eva.

Un aspecto clave de la estrategia de la serpiente, por supuesto, es que nunca miente del todo. El engaño convincente siempre se basa en presentar "medias verdades" sobre las intenciones y las restricciones de Dios. Tal y como lo veremos pronto, Adán y Eva no murieron físicamente instantáneamente después de comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sin embargo, murieron como resultado de su decisión, tanto espiritual como físicamente. Adán y Eva comenzaron a experimentar una "muerte lenta" a través del proceso de envejecimiento y perdieron su profunda conexión con Dios inmediatamente; también se separaron espiritualmente de la fuente de toda vida. En el Nuevo Testamento, Pablo describirá esto como "estar muerto en nuestros pecados", el estado de muerte espiritual en el que todos nacemos (Efesios 2:1–2).