¿Qué significa Génesis 3:7?

En el versículo anterior, la primera mujer cruzó la línea que la llevó desde sentir una tentación a desobedecer voluntariamente la orden de Dios. Poco después, Adán hace lo mismo. Esto es, literalmente, historia antigua, pero sigue siendo desgarradora. Parte de la razón por la que resuena tan dolorosamente en cada uno de nosotros es que todos hemos tenido la experiencia de involucrarnos de esa manera con el pecado y todos hemos caído en la tentación. Adán y Eva comenzaron a "rodar la pelota", pero todos nosotros también hemos ayudado a que la pelota haya seguido rodando (Romanos 3:23).

Dentro del contexto de la historia, la consecuencia inmediata de su pecado es bastante inesperada y también muy trágica. Tal y como dijo la serpiente, se les abrieron los ojos. Ahora entendían muchas cosas, tanto buenas como malas. Sin embargo, esta no era el tipo de sabiduría que esperaban recibir.

Génesis 2:25 nos dice claramente que antes de su pecado, Adán y Eva estaban desnudos y no sentían vergüenza. Adán y Eva eran verdaderamente inocentes, por lo que su desnudez era pura y estaba libre de cualquier connotación negativa o vergüenza. Ahora, instantáneamente, se dan cuenta de su desnudez y se avergüenzan. Aunque nunca habían usado ropa, el conocimiento del bien y del mal los impulsó a cubrirse, esconderse el uno del otro, y a desconfiar de los motivos y pensamientos de la otra persona y protegerse.

Sin embargo, esto fue solo el principio. Las consecuencias de su rebelión pecaminosa serían profundamente devastadoras para ellos y para todos nosotros.