¿Qué significa Génesis 30:23?
Este capítulo comenzó con Raquel gritando desesperada contra Jacob: "¡Dame hijos o moriré!" (Génesis 30:1). Esto fue algo injusto, en primer lugar, debido a que Jacob ya había engendrado cuatro hijos con su otra esposa, Lea, la hermana de Raquel (Génesis 29:31–35). Entonces, Jacob la corrigió: Dios es el que les permite a las personas tener hijos. Sin embargo, Raquel, al igual que la cultura de su época, habría considerado su infertilidad como algo vergonzoso, algo que no la habría hecho sentirse como una verdadera mujer. Esto, en gran parte, nos explica de alguna manera la pasión con la que había competido contra su propia hermana para ver quien podía tener más hijos (Génesis 30:8). Finalmente, Jacob había tenido diez hijos hasta ese momento.El versículo anterior nos dijo que Dios "se acordó" de Raquel. Esto no significa, por supuesto, que se hubiera olvidado de ella durante algunos años; sino que significa que siempre la tuvo en mente. Dios le mostró misericordia, y respondió a sus oraciones permitiéndole quedarse embarazada de Jacob. Entonces, Raquel concibió un hijo, y honró a Dios por haberle quitado la vergüenza y el reproche cultural que sufría. Raquel por fin reconoció que Dios es el único que les permite a las personas tener hijos.
Génesis 30:1–24 describe el nacimiento de ocho hijos más de Jacob, así como una hija. Raquel no podía tener hijos y por eso su criada finalmente le dio a Jacob dos hijos. Entonces, la criada de Lea también le dio a Jacob más hijos. Más tarde, la propia Lea llegó a tener tres hijos más. Finalmente, Dios recordó a Raquel. Raquel dio a luz a José, y le dio un nombre que se puede entender esencialmente como una oración que tenía el objetivo de que Dios le diera otro hijo más. Cuando termina este capítulo, Jacob tiene 11 hijos, al menos una hija y el plan de regresar a casa con su propia gente.
Dios es quien nos permite tener hijos. Dios incluso determina de qué color serán las ovejas y las cabras. Génesis 30 describe el deseo urgente de Raquel y Lea de tener hijos para poder ofrecérselos a Jacob y la manera en que Dios escucha y concede sus oraciones a Su debido tiempo. Además, Dios acaba bendiciendo las inusuales prácticas de Jacob a la hora de criar los rebaños de Labán, permitiéndole a Jacob deshacerse de los planes que Labán tenía para mantenerlo bajo su servicio tanto como le fuera posible.